Weber Bahía, de formidable emprendimiento a reprobado en marketing
ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- El 2 y el 6 de marzo abordamos -en sendas Editoriales- un tema que nos viene preocupando mucho: el pésimo trabajo de marketing ya no solo de la Asociación de Clubes y Confederación Argentina de Basquetbol sino con deplorables actitudes de jugadores de enorme jerarquía, de inmenso prestigio no solo nacional sino también de proyección mundial. Pusimos acento en analizar la actitud de dos formidables figuras como Juan Ignacio Sánchez y Leo Gutiérrez y dimos fundamento claro en la reprobación. Abriendo los Playoffs de Reclasificación pensamos que Weber Bahía, o más específicamente Pepe Sánchez, rectificaría su obrar del 1° de marzo…Nos equivocamos. La empeoró.
Se puede repasar lo que dijimos en su momento en http://cuestionentrerriana.com.ar/que-mala-onda-pepe/ o en http://cuestionentrerriana.com.ar/que-nos-sucede-ligaultimamente/.
Hoy, seremos sucintos. Como habitualmente lo realiza nuestra reportera gráfica cuando llega al gimnasio “Moisés Flesler”, se dirigió a los bancos para saludar a cuerpos técnicos y jugadores de mayor predicamento e igualmente recordar procedimiento usual: solicitar autorización para hacer tomas en Tiempos Muertos y la foto del plantel visitante que en todos los partidos en el estadio de Carbó y Monte Caseros fue realizada sin dificultades.
En el último paso de Weber por Paraná, uno de los auxiliares y el propio Pepe Sánchez argumentaron que sobre el partido es sacar de concentración pedir tomas gráficas especiales. Y se “aconsejó” con gestos entre irónicos y de fastidio que se soliciten esas fotos antes de la puesta en calor fuerte, o sea, mas o menos media hora antes.
Así lo hizo la fotógrafa de Cuestión Entrerriana. Ingresó al gimnasio 21.25. No había pretextos. Pero… Caramba… Ésta vez Juan Ignacio Sánchez NO HABLÓ. Tuvo un representante, aunque sin presentarse, el cual negó foto de plantel y advirtió MEDIA HORA ANTES que no se hagan fotos del plantel en los Time Out’s.
Fiel a la excelente relación mantenida desde hace décadas con Juan Alberto Espil, se acercó la reportera al formidable jugador y le narró la situación, recibiendo de cordial respuesta: “te entiendo…Yo no tengo nada que ver. Por mí hacé todas las fotos que quieras. Es una decisión del cuerpo técnico”. Y con su habitual amabilidad consultó cómo estaba de salud quien refrenda ésta nota, demostrando su inalterable excelsa calidad humana.
Una pena la actitud de Weber. Genera tristeza por un lado y asombro mezclado con asco por el otro.
Ésta INJUSTA Liga:
donde muy pocos ganan excelente dinero,
en la que un selecto grupo de dirigentes se ha enriquecido en la última década y media,
en la cual hasta políticos hacen grandes negocios,
con una Asociación de Clubes RICA,
con directivos de la misma que viajan por el mundo sin explicarse A QUÉ con plata de sus arcas,
con clubes con grandes dificultades para cerrar sus presupuestos,
con estadios que siguen siendo incómodos para público y prensa,
con pisos en algunos casos donde picás y parece que la pelota se pincha,
con vestuarios poco confortables,
con viajes que en varios ejemplos se realizan en micros incomodísimos,
con una atención a la prensa paupérrima,
con un sistema de publicación estadísticas que supo ser brillante pero hoy hace agua por dónde se lo mire,
con una página web deplorable en su funcionalidad,
con situaciones normativas/contractuales que si ALGUIEN promoviera una investigación SERIA podría llegar a desaparecer,
con una difusión periodística cada vez más limitada, de poca especialización y de escasa contracción al laburo diario,
con una TV que opera contratos, digamos… “extraños”,
con una prensa nacional SIN ORGANIZARSE en Cuerpo Colegiado,
con jueces que siguen haciendo juicios precisamente por lo que NUNCA SE CONTEMPLÓ DEBIDAMENTE,
con estadios semivacíos,
con dirigentes -DE LOS BUENOS- que siguen trabajando de manera amateur, con inmenso y loable sacrificio, invirtiendo hasta de sus bolsillos o empresas y que ya no saben qué hacer viendo los presupuestos de los “opulentos” de siempre,
ésta Liga Nacional de Basquetbol… sí…sí… ésta Liga NECESITA MAS QUE NUNCA que la cuiden, que la mimen, que la protejan, que se lea mucho y bueno de ella, que se observen millones de imágenes, que se capten a través del lente de una cámara fotográfica o de TV millones de retratos y sean reproducidos a lo largo y ancho del mundo para que los sponsors, vean reflejados sus sellos y que los amigos o familiares de esos auspiciantes les cuenten desde cualquier recóndito lugar del mundo “ví gracias a la magia de internet tu marca en tal o cual cancha, en tal o cual camiseta…”
Ésta Liga Nacional NECESITA A GRITOS, DRAMATICAMENTE, que haya una restructuración en la esfera PRENSA, en él ámbito de MARKETING, en el CÓMO “VENDERLA” para que crezca y sea EQUITATIVA PARA TODOS. En especial para aquellos que tanto le hemos puesto el lomo desde hace dos décadas y media.
Pero parece que, justamente los que mas ganan, caso Pepe Sánchez, GRAN RESPONSABLE DEL FENOMENO WEBER, quieren que las cosas sigan así. Digitadas, manipuladas por un selectísimo grupo de dirigentes, jugadores, técnicos, ex jueces, agentes/representantes, empresarios, y periodistas. Una Asociación por ahora LÍCITA pero la que, si ALGUIEN SE HARTA, SE CANSA, podría generar PRUEBAS diversas de algunos disparates, insensateces, que NO SE CORRIGEN para no abrir el juego LEGALMENTE.
No se sorprendan entonces que, uno de estos días, alguien publique un libro y cuente entretelones de nuestra peculiar Liga. Ese día podrían quedar al desnudo, innumerables dislates, despropósitos, que, con un sólido fundamento legal, podría causar un cisma de impensadas, inimaginables repercusiones.
Esa estructura sostenida aun firmemente por una mezcla de pasión (mayoritaria) e INTERESES CREADOS por una minoría, viene agonizando y lo más patético, lo más aberrante, es que ese grupo de privilegiados millonarios acaudalados gracias a la Liga, condena a los “apóstatas” del “Apocalipsis”.
Muestra cabal de lo POCO que le interesa el marketing a algunos, reiteramos, lo vivido por nuestra fotógrafa en el “Flesler”. Weber, el equipo de un exNBA, el equipo de uno de los mejores bases en la historia del básquet americano, el equipo donde aún juega uno de los máximos anotadores del continente, le cercenó el derecho a laburar con el mayor ARTE posible a un humildísimo Diario Digital que posee 3.200 lectores diarios de los cuales NO MENOS DE 700 leen los artículos de Liga.
O sea, el dirigente-auxiliar que cercenó la tarea fotográfica de Cuestión Entrerriana, no le interesó la plata que pone la firma Weber, que, seguramente le encanta ver su sello en notas gráficas que recorren el mundo. Pese a ello hoy otorgamos una galería para que dicha empresa no crea que éste Editorial va contra ella. Más bien… Todo lo contrario…
Parece que no es grave, pero INDISCUTIBLEMENTE es una afrenta a la Libertad de Prensa, algo que debería reflexionarse profundamente de aquí en más sin caer en la fácil de una frase desafortunada tirada por un bahiense que no supimos identificar: “y… es mujer y tiene una cámara de m… si tuviese una con un buen lente no debería acercarse al banco y chau…”
Lo del despectivo “es mujer…” es DISCRIMINACIÓN PURA… Y lo de las limitaciones de nuestra máquina, justamente debería hacerlos repensar sobre la plata que ellos ganan, con sueldos que ni siquiera la presidenta tiene, y rever, valorar a un humildísimo medio como Cuestión Entrerriana que -pese a tener UN SOLO AUSPICIANTE DEL BÁSQUET- ofrece una cobertura EXCLUSIVA, sin cortes y pegues, con permanentes análisis, y cientos de fotos por nota realizadas por una fotógrafa con una cámara ostensiblemente de inferior calidad a la que los reporteros gráficos lucen en cada cancha.
Por eso es que les contamos de lo triste que estamos, en parte… Supimos ser campeones olímpicos, aún con todas sus flaquezas se supo proyectar internacionalmente una Liga que, paradójicamente es la mejor del Continente competitivamente hablando, pero la Liga sigue siendo un NEGOCIO para muy pocos y lo peor es que TODOS sabemos quienes son los “poderosos” y quienes somos los “pobres” ilusos que soñamos con un mañana más distributivo, más ecuánime.
