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Weber Bahía aplastó el sueño de Sionista

ANTICIPO.- Sionista llegó a éstos Playoffs de Octavos con un 6° puesto que, de no ser por tantos infortunios sufridos en cuanto a lesiones, realmente pudo superarse con creces y hasta culminar en el podio de la Serie Regular. Así quedó en claro con plantel completo o hasta en algunos juegos donde -pese a gravitantes ausencias- sugirió ser uno de los mejores equipos de la temporada 2011/2012. Paradójicamente, en la apertura de Playoffs, Weber lo pasó por encima y dejó la serie 0-2 volviendo a Bahía agigantado, donde en el mítico “Casanova” puede barrer la serie. Galería de postales exclusivas.

 

Weber Bahía Estudiantes, que llegó a la capital entrerriana con una muy larga racha de reveses en calidad de visitante, se dio el lujo este domingo de volver a darle una lección inolvidable a Sionista, quedando a un paso de meterse entre los ocho mejores.

Juan Ignacio “Pepe” Sánchez volvió a ser clave, en ésta ocasión junto a lapsos majestuosos de Juan Alberto Espil (2° y 4° chicos), y tributos oportunos  de Ariel Zago (2° período), Ramzee Stanton (primer cuarto) o Jerome Meynsse (tercer capítulo).

 

José Luis Pisani, head coach del “Albo” contó con una positiva tarea integral de Ricky Sánchez, más buenos aportes de Enzo Ruiz y Lucas Faggiano (especialmente en la primera etapa).

La virtud mayor de la visita fue contar con un estratega, con un tiempista, como “Pepe” Sánchez que volvió a manejar algunas situaciones de juego con esa sagacidad que le valió llegar a la NBA, como destacarse en la NCAA y baloncesto europeo.

 

Precisamente eso le faltó a Sionista: un líder criterioso, coherente, pícaro que sepa leer la defensa rival y hallar las brechas a explotar. Que controle la administración del balón tomando decisiones tan oportunas como pensadas y no dejarse llevar por arrebatos.

Pero claro que, como enunciamos, Weber tuvo otras piezas con lapsos desnivelantes, o sea, Juan Ignacio Sánchez tuvo cómplices, compinches, asociados. El local estuvo huérfano de caudillo, y solo chispazos de Federico Ferrini (con 42 % de Cancha), o de Hakeem Rollins, con altibajos muy pronunciados, sobresalieron en un conjunto partido al medio, anárquico, tan desordenado como ineficaz.

 

Contemplar el 25 % de Tiros de Tres, el 43 % de Dos, el 34 % de Cancha y el 69 % en Libres, deja al desnudo que así es complicado aspirar a ganar.

Y ojo que Weber no fue brillante en los rubros estadísticos de lanzamientos, prevaleciendo como número de relieve el 85 % en Tiros Libres (28/33, o sea 10 lanzamientos más convertidos que su oponente…).

 

El segundo punto de la serie concluyó con polémica, pero el público y el propio elenco y cuerpo técnico dueño de casa omitió formular una profunda autocrítica de todo lo malo expuesto por su propia culpa.

Si bien nos dejó muchísimas dudas la última falta cobrada a Junior Cequeira ante ataque de “Pepe” Sánchez, Sionista NO PIERDE por ese fallo o ese Libre ejecutado por el magnifico base. La realidad es que las protestas, como siempre rezongos que a nadie presionan, deberían haberse proferido antes por las ofensivas mal aplicadas, las defensas inestables, o el confundir garra-fervor-despliegue con entrega bien dispuesta.

 

El “Celeste” dejó todo. De eso no hay dudas. Pero fue un cúmulo de desaciertos que llevó a ésta nueva decepción en menos de 48 horas.

Ver a Cequeira como subió vertiginosamente la pelota pinta clarito lo que fue Sionista. Puro temperamento. NADA DE IDEAS.

 

Villegas volvió a ser un “Fantasma”. Repitió esa imagen nefasta de un jugador -por pasajes- picantísimo para atacar el tablero opuesto, o desorientado, confundido, y sin reacción para superar la defensa adversaria (en éste caso la de un Enzo Ruiz que casi lo borró por completo…).

Aunque del boricua hay más por decir… Stanton le regaló una cátedra de cómo ocupar espacios sin pelota. Así como tantos le dieron lecciones a lo largo de la temporada a ésta GRAN GOLEADOR (innegable) pero poco (o nada…) afecto a defender, en especial a ser SOLIDARIO.

 

Daniel Hure de nuevo lució inseguro, sin convicción, muy lejos de aquel que tantos buenos aportes brindó en ausencia de Sandes.

A Matías Sandes le sucedió lo mismo. Una noche impensada para uno de los mejores 3/4 de la temporada, tan contenido astutamente por el dispositivo montado por Pisani, especialmente cuando Weber se cerró en una zona 2-3 de inmensa dinámica con amplitud de movimientos de piernas y brazos para llegar a la zona externa arriesgando en algunas posiciones, pero optando por clausurar la zona interna donde se oponía extrema dureza hasta con algunos chirlos no considerados fouls antideportivos por una pareja de jueces que quizás, su único error, fue ser demasiado duro con algunos contactos en la defensa paranaense y así quitarle posibilidades al anfitrión de ofrecer una custodia más agresiva por la paulatina acumulación de infracciones.

 

Y justamente ese criterio particular (de pitar onda “Mancha” el “toque” exterior y no poner énfasis en la fricción exagerada interna) benefició a un Weber que pareció estar cómodo en ese “rasparse” bajo los tableros contra los grandes de Sionista que exteriorizaron caras chinchudas por los doblajes o hasta el triplicar sobre todo a Rollins cada vez que le llegaba la pelota.

O sea… Concretamente… Se jugó a lo que Estudiantes propuso. Weber dispuso sobre el rectángulo de juego todo el oficio de sus hombres más experimentados, quienes encontraron los referentes oportunos.

 

Y peor aún… En Paraná, Sionista no se sintió dueño de casa, ratificando que el “Flesler” se llena de gente que asiste para ver buen básquet pero no va a hinchar por el team de Sebastián Svetliza, y esa falta de presión propia, como al rival y árbitros, tiene su grado de incidencia, factor del cual hemos hecho referencia ampliamente en anteriores Editoriales.

El jugador de Sionista no tiene apremios. Gana bien, come bien, duerme bien, nadie lo fustiga, nadie lo apremia, nadie lo conmina a que “ésta noche cueste lo que cueste…”. Ni siquiera la propia dirigencia ejerce ese lema porque el proyecto/proceso es absolutamente distinto al de cualquier club.

 

Por consiguiente, quien juega en Sionista SIENTE DISTINTO esa codicia, esa ambición, esa voracidad por GANAR del profesional común de Liga Nacional. Obviamente QUIERE GANAR… QUIERE SALIR CAMPEON… QUIERE DEJAR TODO EN LA CANCHA… Pero si no lo hace, NADIE SE LO RECLAMARA Y MUY POSIBLEMENTE tendrá una nueva oportunidad, más allá que en éste caso hablamos de figuras que han vuelto o han continuado. Guste o no lo que aquí se reflexiona, NADIE PUEDE DISCUTIR que Sionista NO TIENE PRESIONES…Y eso se transforma en un boomerang peligrosísimo usufructuado hasta por los árbitros.

El viernes en Bahía se jugará el tercero de la serie y, de ser necesario, el domingo irá el cuarto. Vale la pena detenerse en éste dato: Bahía Estudiantes ganó 18 de los 22 partidos que jugó de local y lleva ocho triunfos consecutivos. La última derrota se registró el 4 de enero, ante Peñarol, 93 a 77. ¿Podrá el plantel de Sionista reivindicarse y volver a jugar como ese equipo que hasta incompleto se convirtió para MUCHOS en candidato a discutirle la corona al bi-campeón?. ¿Habrá sido el último week end de la temporada en la capital de Entre Ríos? AMPLIAREMOS.-

 

La síntesis

 

Sionista (72): L. Cequeira 7, J. Villegas 8, D. Hure 8, M. Sandes 5, H. Rollins 15 (FI); A. Zilli 6, R. Iglesias 6, F. Ferrini 17, F. Vay 0, N. Agasse 0, P. Pérez 0. DT: Sebastián Svetliza.

Weber Bahía Estudiantes (73): J. I. Sánchez 5, R. Stanton 8, E. Ruiz 8, R. Sánchez 12, J. Meyinsse 10 (FI); L. Faggiano 5, F. Aguerre 2, A. Zago 8, J. Espil 15. DT: José Luis Pisani.

Parciales Sionista: 19-20; 37-41; 58-57; 72-73. Jueces: Daniel Rodrigo-Sergio Tarifeño. Estadio: Moisés Flesler.

 

Sufrió Regatas

 

Atenas dejó pasar una inmejorable oportunidad para llevarse desde Corrientes un punto en la primera vuelta de la serie. Con un más que respetable grado de acierto en tres puntos (12/30) estuvo gran parte del juego al frente e incluso lo tenía todo para ganar (a falta de tres minutos ganaba por seis, 65-71). Pero entre ofensivas fallidas y pérdidas manejó mal el final y Regatas se le fue encima (70-71). A falta de 26 segundos Quinteros (21) fue a la línea, anotó uno de dos y forzó la prórroga dado que la última ofensiva de Atenas tampoco prosperó. En el tiempo adicional Regatas se mostró más confiado y en los últimos veinte segundos cimentó la victoria a través de libres de Martínez (13+7+7) y un doble de Kante (16). Romano (19), Lábaque (18) y Melvin (19) fueron otros tres que se destacaron individualmente.

 

Corrigió Gimnasia

 

En Comodoro Rivadavia, Gimnasia pegó de entrada (primer parcial de 34-18) combinando varios factores a la vez. Por un lado la agresividad defensiva que no pudo concretar en el primer juego, puntería y un oponente que cometió más de un desliz a la hora de proteger su propio canasto y perdió de manera pronunciada la lucha por los rebotes (29-42, 14 rebotes ofensivos).

A partir de allí Gimnasia se condujo en lo que fue un trámite tranquilo y sin grandes apremios (la diferencia nunca bajó de los dos dígitos). Igualmente La Unión abandonó Comodoro Rivadavia con el objetivo cumplido de rescatar al menos un punto de su excursión patagónica. En el balance por regularidad la figura fue Kaheim Seawright (14+12).

Fotos: Mariana Bourband.-