“Atención, River avanza, Barco prepara el centro ajustado… Chiquito asegura el balón”, describe a los 35 minutos del primer tiempo el comentarista del juego en la pantalla de ESPN, Sebastián Vignolo, y la imagen del televisor desconcierta: lo que se observa es un rebote en el travesaño que envía la pelota fuera de los límites de la pantalla con rapidez.
Sin embargo, en el campo de juego, todo transcurre con normalidad, y nadie busca el balón en la mitad del campo. Chiquito Romero sostiene el balón en sus manos y se prepara para jugar mientras River se reorganiza defensivamente. ¿Qué ocurrió? Un balonazo invisible en el superclásico, al menos para los espectadores que buscaron explicaciones en las redes sociales.
En cámara lenta, es asombroso. Mientras Romero está a punto de atrapar el pase de Barco, desde atrás y en dirección contraria, un objeto volador no identificado sale a la misma altura que el arquero y se desplaza hacia la derecha de la pantalla en el mismo instante en que el arquero agarra el balón.
La ilusión óptica es evidente: la pelota parece golpear el travesaño. Pero como en un truco de magia, Romero levanta la cabeza y busca a su compañero más adelantado para iniciar un contraataque que, por cierto, no resultó exitoso.
Con teorías conspirativas, como la clásica falla en la matriz, o comentarios humorísticos, Twitter se convirtió en un centro de análisis y de mostraciones cuadro por cuadro para examinar minuciosamente el fenómeno. Sin embargo, no hubo acuerdo y ningún usuario se animó a ofrecer una explicación convincente.