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Verano 2015: ¿qué les dijimos?… Mejor es ir en Zenit

Mar del Plata está llena de trapitos y crecen las quejas. Denuncian que son “mafias organizadas” y que rompieron y rayaron unos 100 autos de turistas que se negaron a pagarles en un festival en Punta Mogotes. Ya hubo 4 detenidos. Lo advertimos… Viajar a la Costa Atlántica en auto es un dolor de cabezas enorme.

 

No son los cuidacoches que caminan la cuadra con la franela en la mano, dirigen la maniobra de estacionamiento y a la vuelta esperan recibir una propina. Quizás eso no sería tan grave. Estos son otros, la mayoría no es de la ciudad y tienen otras formas, muy distintas: intimidan, exigen y lanzan amenazas que muchas veces llegan a cumplir.

Un ejemplo: la noche del Festival de la Canción Popular en Punta Mogotes, donde tocaron Alejandro Lerner y Tan Biónica, entre otros artistas, “hubo cien autos rotos”. Los propietarios de esos autos son quienes no se dejaron extorsionar por los trapitos, que piden desde 20 a 100 pesos de acuerdo al lugar y al evento. Hay quejas y denuncias todos los días.

 

Es un problema que se da todas las temporadas, la ciudad es invadida por trapitos, “pero nunca como este año”, explicó el concejal Maximiliano Abad, que denuncia a los medios sin vueltas que se trata de “mafias organizadas”.

Ya hubo detenciones, dos casos de extorsión y otros dos luego de un operativo en el que se utilizó el Morpho Touch, el sistema que usa la Policía para identificación por huellas dactilares: dos hombres, de 39 y 41 años, que además tenían pedido de captura.

 

Además de las denuncias que recaen en el 911 y en la Defensoría del Pueblo, los agentes del Operativo Sol se movilizaron luego de una descomunal pelea entre trapitos que se disputaban un lugar en un hotel abandonado, que ya habían tomado, en la zona de la vieja terminal de ómnibus. Eran siete jóvenes y habían llegado unas horas antes desde el conurbano bonaerense. Uno recibió un puntazo en el abdomen y debió ser internado. Hubo detenciones y se secuestraron cuatro cuchillos.

Mientras tanto, no existe una legislación que prohíba cuidar coches en Mar del Plata; la actividad que está prohibida por ordenanza municipal es la de los limpiavidrios. Sin embargo, en muchas esquinas se los puede ver lanzándose sobre los autos cuando los detiene el semáforo.

 

 

“Situaciones de violencia se dan en forma permanente y en muchos casos –de acuerdo a las denuncias que vamos recibiendo–, por parte de gente que está alcoholizada o bajo los efectos de drogas”, sostuvo Fernando Rizzi, defensor del pueblo. “Los limpiavidrios, que no deberían estar en la calle, también extorsionan, aprietan a la gente, asustan e intimidan a los que sólo están paseando”, apuntó ante requisitoria de Clarín.

 

Los cuidacoches están en toda la ciudad, en cada centro comercial, en las calles del centro, en las playas y en los grandes eventos y de acuerdo a su ubicación o la oportunidad. Hay cuadras que tienen hasta tres cuidacoches. “Piden de 20, 30 y 50 pesos”, contó Abad, “y en los espectáculos de concentración masiva suelen pedir 100 pesos y amenazan cuando no los reciben”. Muchas veces esas amenazas terminan por concretarse. Ocurrió la noche del Festival de la Canción Popular, en la primera semana de enero, cuando –denunció el concejal– “hubo cien coches rotos”. En octubre, había propuesto que los lugares ocupados por cuidacoches fueran intervenidos por la municipalidad para que los ocupen instituciones de bien público.

 

Cita como ejemplo el estacionamiento del Centro Comercial del Puerto, que lo maneja Cruz Roja a cambio de una colaboración a voluntad. Pero el proyecto no prosperó en la legislatura local. Fernanda, con su hija a la salida del balneario Rilancó, sobre la ruta 11, vivió una situación que esta temporada se replica en toda la ciudad y padecen vecinos de la ciudad y turistas. “Me abordó un chico de 17 años. Vino a decirme que le pagara $ 20 de mala manera y amenazándome con otro señor mayor que se encontraba a cinco metros de él. Me retiré del lugar rápidamente para no ser agredida, creo que necesitamos que nos defiendan de semejante atropello”, contó en la redes de la defensoría.

 

Las calles de la ciudad aparentan tener dueños: en Alvear y Alberti un hombre “permite estacionar el auto sólo 40 minutos. Prepotente y decido a rotar autos en un lugar totalmente libre”, se quejó Eduardo Bracho, que pretendió estacionar allí.

Rizzi insta a denunciar los casos, y siempre que sea posible, filmar o grabar. “En una misma circunstancia se pueden cumplir tres delitos: ‘dame 100 pesos’, extorsión; ‘si no me lo das, te rayo el auto’, amenaza; y si concreta la amenaza, daños”