Maran Suites & Towers

Verano 2015: hay hoteleros… y hoteleros…

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Llamar por estas horas a hoteles de Mar del Plata implica una cosecha amarga: “no hay disponibilidad”, es la respuesta lacónica casi al unísono que se brinda desde La Feliz. Lo patético: el trato de algunos telefonistas/responsables de Atención al Cliente, y peor aún… La falta de palabra de algunos empresarios hoteleros en comprometer Reservas e incumplir con dicha obligación ante mejor oferta súbita. Felizmente, hay excepciones encomiable.

 

El éxito es histórico. Todo el mundo quiere gozar del Verano 2015 en La Perla del Atlántico. Comodidades de pago, promociones, han contribuido, resultando vital además la operatoria vía Booking, Despegar, Trivago, entre tantas comercializadoras mayoristas de Viajes y Turismo

 

Hasta el Plan Ahora 12 del Gobierno han implementado algunos establecimientos, favoreciendo los proyectos vacacionales de los viajantes y fortaleciendo la tendencia de seducir al propio ciudadano argentino a disfrutar de las plazas turísticas nacionales más salientes, por sobre Uruguay y Brasil.

 

Pero así como hay empresarios de la hotelería marplatense inteligentes, sagaces, y de modo fundamental SERIOS… hay otros que ponen personal NO IDÓNEO, NO CAPACITADO en funciones poco adecuadas a en lo concomitante a sus evidentes INCAPACIDADES o MALA EDUCACIÓN.

 

Es decir… Si el teléfono de un hotel es atendido por un empleado o empleada que no cuenta con el discernimiento, la prudencia, y la CORDIALIDAD insoslayables en el trato al POTENCIAL CLIENTE, queda CLARO la IRRESPONSABILIDAD de ese hotelero.

 

Ahora si el propio dueño del hotel, no solo que asume una posición POCO AMABLE, sino que transgrede, quebranta algo tan SAGRADO como la palabra, en especial otorgada por un empleado, ahí estamos MUY MAL.

 

Eso nos pasó entre la noche del jueves y la mañana de este viernes con un hotel del cual citaremos sus iniciales para evitar enojos descarados. H B. un hospedaje Dos Estrellas, de aparente correcta reputación hasta este episodio, ubicado a pocas cuadras del mar, digamos que en un sector estratégico de la ciudad por su cercanía al Centro, al Casino, a playas como las de El Torreón, Varese, Grande, al tradicional Paseo Güemes.

 

Acordamos detalles vía telefónica con Gustavo, quien nos atendiera cerca de la medianoche del jueves, y reservara provisoriamente las plazas requeridas, tomando nota de nuestros datos esenciales; en tanto que, todo cambió en la mañana del viernes.

 

Francisco, un empleado NO TAN AFABLE como Gustavo, llamó para consultarnos si habíamos efectivizado el depósito de la Reserva a lo cual respondimos: “hemos enviado en tres oportunidades un mail, como lo conviniésemos con Gustavo, a fin de requerir especificaciones, aclaraciones en cuanto a detalles que es mejor guardarlos por escrito a fin de evitar sorpresas mayúsculas cuando uno se presenta en el front desk y se apresta a realizar el check in. Sin embargo, vuestra casilla de mails rechaza la comunicación”.

 

Él nos explicó que pudo haber un problema del servidor por lo cual nos invitó a que lo enviemos de nuevo a otra dirección. Eso hicimos.

En dicho lapso, o a los 10 minutos, llega un mail desde el hotel en el que se pone SOLO ÉNFASIS en cómo debe procederse a efectivizar el pago de la Reserva (seña).

 

O sea… NO RESPONDE a las inquietudes SIMPLES planteadas. Por ello, instamos a hacerlo, manifestando: “He enviado ya TODOS los datos de mi Grupo Familiar anoche y reenviado hoy. Con MAYOR PRECISIÓN, imposible. Lo hice previo a recibir su reciente mensaje. Espero me CONFIRME lo requerido y luego sí procedemos al depósito pertinente. Cordiales saludos”.

 

En un santiamén, vía mail, Francisco nos respondió: “Lamentablemente no tenemos más disponibilidad para la fecha solicitada, dado a que tenemos varios portales y ya fueron comercializadas, disculpe las molestias. Atte B.H.”.

 

Inmediatamente, contestamos palmariamente “puede apreciarse que TODO CAMBIÓ subrepticiamente cuando PEDÍMOS dichas aclaraciones. Quizás, tal vez, estén habituados a que NADIE tome sus recaudos”.

No hubo más intercambio epistolar.

 

Necesitábamos encontrar una palabra esclarecedora. Apelamos a Gustavo quien cerca de las 23 de este viernes nos confesó: “me siento muy mal por todo lo ocurrido. Las habitaciones estaban y el Sr. José Luis (gerente o propietario de la firma) priorizó la comercialización por internet (Booking/Despegar). Si bien no es mi culpa, ni del mismo Francisco, personalmente le pido mil disculpas por este error”.

Hubo más detalles que preferimos dejarlo en lo privado para preservar sobre todo -si bien no citamos el nombre del Hotel- que Gustavo no sufra eventual represalia alguna, simplemente por haber obrado con virtuosa pureza.

 

Reafirmamos. Daba la impresión que es un hotel DIGNÍSIMO y, sostenemos, muy bien ubicado. Lástima el modo de cómo se manejan estas particularidades. Hoy, las víctimas fuimos nosotros. Habrá que ver a cuántos se les hizo esto y/o a cuántos se perjudicará con semejante descaro.

 

No estamos enojados. Simplemente nos atribula, nos consterna, nos amarga tan desconsiderado, descortés, GROSERO trato de quien -para colmo- supuestamente es el dueño. No nos merecíamos ello. NADIE se lo merece.

 

La excepción confirma la regla. O… No hay regla sin excepción… Satisfactoriamente nos honra contemplar que hay  particularidades en POSITIVO… Ayer, por ejemplo, tuvimos muy buenas noticias de un par de hoteles que este lunes nos confirmarán forma de pago con tarjetas de crédito. Diríamos que uno nos seduce más que el otro, sobre todo por la atención, la cordialidad puesta de manifiesto. Prometemos contarles sobre ambos, claro que, una vez tengamos la certeza que no nos ocurrirá lo mismo que en el B. H.