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Varisco podría dar YA señales de lo que será su Gestión

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Sergio Varisco es el intendente electo tras las Elecciones Generales. Paraná aprobó su retorno al Palacio Municipal y la expectativa es inmensa respecto a lo que será su Gestión por los próximos 4 años. Precisamente, hace poco más de 4 años invitamos a la Sra. Blanca Osuna de Molina a que antes de asumir sus funciones refleje con profundidad el debe de su predecesor, José Carlos Halle. No lo hizo. Tarde, se acordó de reflotar la herencia tomada. Hoy, exhortamos a quien volverá a dirigir la Comuna capitalina a que PRONTO eleve consideraciones primarias, ya no de Campaña.

 

Nos imaginamos que junto a Varisco YA hay un equipo de especialistas evaluando la pesada carga a adquirir por legado directo.

No es poco el déficit a atacar. Cañerías de agua rotas a lo largo y ancho de la ciudad, el volumen del vital elemento que se derrocha y el que se consume con el notable crecimiento demográfico a partir de un desarrollo inusitado en especial por el aumento incontrolable de asentamientos o el cambio de preferencia de la ciudadanía en lo inherente a poblar zonas como el sur con nuevos barrios algunos de ellos de estilo privado.

 

Un suministro con fallas que se acentúan gravemente en época de verano y que pareciera no tienen solución especializada, sufriendo extensas áreas de la metrópoli serias dificultades ante la carencia de agua y/o conflictos irremediables con la presión del flujo líquido.

Si a ello le sumamos los alarmantes inconvenientes con el tema cloacas, ya estamos hablando de insalubridad, de notables riesgos vinculados a la Salud y/o prevención de enfermedades.

 

Paraná cuenta con una nueva Planta Potabilizadora pero no ha renovado el tratamiento del agua proveniente de un río al cual se vuelcan los desperdicios de fábricas, de industrias, y los deshechos de la propia población, y podemos asegurar que gran parte de la urbe no posee los servicios adecuados y ello agrava la coyuntura.

 

Pero si también adosamos las complicaciones que acarrea la proliferación de minibasurales, la quema, la saturación de la superficie en el Volcadero, estamos hablando de un peligrosísimo estancamiento en cuanto a tratamiento de residuos.

 

Además, la erosión en zona de barrancas adyacentes al río como las que conforman el majestuoso Parque Urquiza, es un tema comprometido en todo sentido y daría la impresión que sobra incerteza respecto a lo que se ha venido abordando como solución siquiera paliativa.

 

No nos podemos olvidar de los críticos anegamientos. Antes eran tales o cuales calles, ahora, en estos últimos cuatro años, llueven apenas unos milímetros y la ciudad se inunda. No es una exageración. Es una triste realidad innegable de la cual sobran documentos fílmicos, constituyendo una evidente falta de dedicación en lo referente a drenajes pluviales, a lo cual se puede sumar la histórica amenaza de inundaciones a sectores asentados en zonas de barrancos y en la vera de los arroyos, ligándose a una clarísima carencia de planificación de la ocupación de los espacios, aunque esto data de décadas.

 

Estos serían apuntes fundamentales, pero no olvidemos las insuficiencias patéticas respecto a tránsito vehicular, estacionamiento, accesibilidad, alumbrado público, limpieza, mantenimiento y/o reparación de calles, asfaltado, fiscalización de obras privadas, control de higiene, profilaxis y seguridad en locales gastronómicos, controles varios en locales bailables o en salones dedicados a fiestas, habilitación adecuada de balnearios, evaluación de situación de lo Privado y lo Público en este aspecto, etc…

 

Compleja sucesión, sin hesitar. Ni hablar de seguridad, vivienda, transparencia de gestión, gasto público, coyunturas impositivas y tantas otras temáticas que ya iremos abordando.

Varisco tiene MUCHO de qué hablar y por allí inquieta su actitud de silencio. Sin ir más lejos, se acaba de dar a difusión la nómina de agentes que previo a las elecciones se los dejó en Planta Permanente y, según pudimos indagar en las últimas horas, hay más empleados “fieles” a la Gestión Osuna que ya habían sido ingresados en el Escalafón y existen otros que esperan la última firma de la -por ahora- actual intendenta.

 

Los ciudadanos paranaenses eligieron a Varisco, confiaron en él por mayoría abrumadora. Sería MUY POSITIVO que salga a la palestra y otorgue señales, signos que habrá cambios esenciales, rotundos, categóricos.

La Campaña concluyó con el guiño en positivo para él. Varisco le debe al ciudadano unas palabras terminantes, tajantes, dogmáticas acerca de lo que será su mandato en cuanto al DEBE absorbido y a las ideas por ejecutar.