Urribarri en riesgo de accidente aéreo
El gobernador de Entre Ríos vivió momentos de tensión en el helicóptero que lo trasladaba a Victoria. Una maniobra del piloto evitó la colisión. “Una maniobra muy oportuna del piloto nos puso a salvo”, dijo ya más relajado el intendente de Victoria, César Garcilazo, al relatar el tenso viaje en helicóptero que compartió con el gobernador Sergio Urribarri.
Al regresar de la ciudad de Gualeguay, dónde recibió a pilotos sobre la ruta, el gobernador Urribarri aterrizó en el parque temático Victoria del Agua donde fue recibido por autoridades y acompañado por la máxima autoridad del Dakar a conocer los distintos equipos instalados en el bivouac. Urribarri se acercó y charló en cada caso con mecánicos y pilotos, aunque las pocas personas que accedieron al restringido parque cerrado, lo notaron quizás un poco tenso.
Durante el final del recorrido, el gobernador le confiesa al coordinador del Dakar y anfitrión, que al llegar sufrieron un susto en el aire.
“Andaban dos fumigadores que no vieron el helicóptero. Aparecen de repente, y entonces volantazo !” exclama Urribarri en su relato.
“Lo aviones que fumigan, se levantan de golpe. Andaban divirtiéndose.”
“Le pegó un volantazo bárbaro (al helicoptero)”.
“Los llamamos por la radio para avisarles, pero no nos contestaron”.
Luego del relato que afortunadamente tuvo un final feliz, el gobernador se despide de la organización del Dakar con un abrazo y el senador departamental Garbelino desliza un “Nos vemos el año próximo”, invitando a que el megavento se realice nuevamente en la ciudad de las siete colinas.
Diario Nogoyá, registtró en video el relato y tomó imágenes de dos aviones tipo fumigadores que sobrevolaron el predio durante gran parte de la tarde del sábado, siendo sus matrículas LV-ZJA y LV-CDJ.
De acuerdo a averiguaciones extraoficiales realizadas por este medio, por lo menos uno de dichos aviones estaría radicado en Alta Gracia, provincia de Córdoba y sería del tipo Dromader, utilizado en ocasiones para el manejo de incendios forestales. No se descarta que pueda ser un avión afectado al Dakar en tareas de prevención, o incluso para sofocar incendios frecuentes en zona de islas.
Si la historia no hubiese terminado en anécdota luego del “volantazo” de la nave oficial, podría haber ocurrido una tragedia con una repercusión mundial muy negativa para la imagen de nuestro país en el mundo, ya que más 1200 millones de telespectadores siguen el Dakar en televisión. Los pilotos de aviones deberían abstenerse de sobrevolar zonas pobladas, y mucho menos de realizar maniobras temerarias que potencialmente ponen en riesgo vidas humanas.
Fuente: Diario Nogoyá – www.diarionogoya.com.ar