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Uno por uno, dónde y con qué rol ubicaron a los rugbiers en el ataque mortal a Fernando

Nueve de los 10 rugbiers detenidos desde este miércoles en Dolores por la muerte a golpes de Fernando Báez Sosa (18) a la salida del boliche Le Brique de Villa Gesell fueron ubicados en la escena del crimen, o minutos antes o después por testigos que los cruzaron la madrugada del 18 de enero.

 

El único rugbier a quien no identificaron fue a Alejo Milanesi, un joven de 20 años, hijo de una docente y de un profesor de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Fernando Burlando, abogado de la familia de la víctima, dijo este miércoles que, pese a no haber sido señalado, “es necesario que Milanesi declare y que todo lo que diga lo pueda probar”.

 

Las imágenes de las cámaras de seguridad de la calle y del boliche también ubican en distintas situaciones a los involucrados. Según las declaraciones que brindaron los testigos posteriores al reconocimiento, estos son los rugbiers identificados positivamente durante el procedimiento, y los roles en el ataque que les asignaron esos testimonios.

 

Máximo Thomsen: El joven de 20 años es el más comprometido. Uno de los dos imputados como coautores del homicidio, fue señalado por la mayoría como quien pateó a la víctima enfrente del boliche. Lo identificaron seis testigos.

 

“Reconozco al sujeto ubicado en el número 2 de la rueda como aquel que tenía la camisa desabotonada oscura y bermudas”, dijo sobre Thomsen un turista de 21 años que se presentó espontáneamente en la fiscalía gesellina para declarar.

 

En su declaración, el “testigo T” contó una secuencia en la que ubicó a siete de los imputados en la escena del crimen de Fernando. Y dijo que uno de ellos era quien estaba al frente del ataque: Thomsen. Este imputado participó junto a tres “extras” de las rueda de reconocimiento realizadas en la Secretaría de Seguridad de Villa Gesell.

 

Ciro Pertossi: Tiene 19 años y es el segundo imputado como coautor. Fue señalado por un testigo que lo vio golpeando “a otro joven”, quien podría ser el amigo de Fernando también agredido.

 

Luciano Pertossi: El hermano menor de Ciro, de 18 años, fue ubicado como parte del grupo que agredió a Fernando fuera del boliche por dos testigos. Pero también como uno de los agresores adentro de la disco, donde se originaron los empujones entre el grupo de amigos del estudiante de Derecho y los rugbiers a partir de un “pogo” durante el recital de un trapero que se presentaba en Le Brique esa noche.

 

Lucas Pertossi: El primo de Ciro y Luciano, de 20 años, fue también reconocido por dos testigos, pero no lograron precisar en qué situación lo vieron.

 

Ayrton Viollaz: Tiene 20 años fue señalado por dos testigos como quien agredió a un amigo de Fernando e impidió que le brindaran ayuda a la víctima.

 

Matías Benicelli: También tiene 20 años y tres testigos aseguraron que era quien arengaba el ataque.

 

Enzo Comelli: Tiene 19 años y fue reconocido por cuatro testigos pegándole a Fernando.

 

Juan Pedro Guarino: Hijo de un médico, tiene 19 años. Fue señalado por un sólo testigo, en la última ronda. Al salir de visitarlo en la comisaría de Pinamar, donde estaban alojados los detenidos antes del traslado al penal de Dolores, la madre de Guarino habló brevemente con la prensa. “Es todo muy triste. Me dijo que no estaba en el lugar de los hechos”, aseguró este lunes. “Mi hijo está bien. Lo único que sé es que le pido muchas disculpas, mucho pésame a la familia (de Báez Sosa)”, agregó.

 

Blas Cinalli: De 18, también lo indicó como positivo un testigo en la ronda del martes.

 

Los 10 rugbiers están imputados por “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”. Thomsen y Ciro Pertossi están acusados como coautores del crimen y los demás como partícipes necesarios. Todos podrían recibir una condena a perpetua.

 

La querella anticipó que prevé sumar el agravante de la alevosía. Burlando aseguró que está previsto que declaren ante la fiscal del caso Verónica Zamboni dos nuevos testigos, uno de ellos un joven que se encontraba en la puerta del boliche Le Brique en el momento del crimen y un taxista.

 

“Los dos testigos son muy importantes. Es importante recibirle declaración a todas las personas que hayan podido presenciar y aportar algo”, explicó a los colegas de Diario Clarín.