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Una recesión cada día más insoportable: la actividad económica se desplomó 5,8%

La crisis cambiaria y la sequía afectaron de manera contundente a la actividad económica en mayo. El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), medido por el Indec, arrojó un desplome interanual de 5,8%, la mayor caída registrada durante el gobierno de Mauricio Macri.

 

Contra abril (desestacionalizado), la contracción fue de 1,4%. En tanto, el acumulado del año versus el mismo lapso del año anterior, registró una suba del 0,6%.

 

El principal golpe fue del campo, la pésima cosecha de soja: la actividad del agro y la ganadería se contrajo nada menos que el 35,2%. Una merma histórica. De hecho, esa caída explica prácticamente el desplome de mayo.

 

Por la crisis cambiaria, que provocó incertidumbre y retroceso en el consumo interno, otros sectores también se vieron damnificados, aunque en menor medida que el campo.

 

La industria manufacturera, por caso, perdió 1,4%, lo mismo que el rubro de “electricidad, gas y agua”. “Transporte y Comunicaciones” se contrajo 4,9%.

 

Por el contrario, la “Intermediación financiera” encabezó las ramas de la economía con mejoras. Por el otorgamiento de créditos, que por entonces no se había pinchado todavía, la actividad bancaria creció 10,8% en mayo.

 

Le siguió la actividad inmobiliaria, con un 4% de aumento respecto de mayo de 2017.  En tanto, la construcción había mostrado un signo positivo del 4,4%.

 

Con la devaluación y el pronunciado recorte de la obra pública tras la explosión de la crisis y el programa de ajuste fiscal lanzado por el Gobierno, lo más probable es que estos datos positivos se den vuelta.

 

Las consultoras principales prevén un segundo semestre en rojo. Una tendencia que, al mes de mayo, todavía no era evidente más allá de la pésima performance del campo, por la sequía.

 

En vista de esta realidad, el Gobierno salió a blanquear la situación. Ayer mismo, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, ya dijo que se vienen “meses tormentosos”.

 

El FMI, no obstante, prevé que este año culminará con un PBI positivo, de tan sólo 0,4%. Tres décimas menos que el Gobierno. Las consultoras de la City, de a poco, empezaron a revisar sus pronósticos y algunas prevén que este 2018 finalizará con una caída de 1%.

 

El martes por la tarde, la consultora de Orlando Ferreres (Ferreres & Asociados), mostró, en junio, una caída del 5% interanual.

El impacto de la crisis cambiaria, la incertidumbre, y la aceleración inflacionaria se reflejaron en la actividad del comercio, tanto mayorista como minorista.

 

Este sector, que venía mostrando números positivos de hasta 8% mensuales, en mayo terminó con un positivo de apenas el 0,6%.

 

Esta mala performance del campo fue también advertida por el Ministerio de Producción el mes pasado. Su Monitor de la Economía Real mostró que en abril último por primera vez en trece meses, producto de “la peor sequía en 50 años, el shock externo y la volatilidad cambiaria”.

 

Según el indicador, la actividad agropecuaria, la industrial y la construcción se contrajeron durante el segundo trimestre del año, “después de un año de sostenido crecimiento”.

 

“La volatilidad cambiaria producto del shock externo que afectó a la Argentina y el resto de los mercados emergentes impactó también en el consumo, especialmente el vinculado a durables, por el encarecimiento del crédito y el aumento del tipo de cambio. La venta de autos se desaceleró en junio, luego de marcar un récord histórico durante los primeros 5 meses del año”, puntualizó el documento oficial.

 

Además, indicó que el consumo masivo cayó un 2% en junio por la suba de precios, pero el comportamiento fue dispar de acuerdo con las distintas regiones del país: en la Patagonia creció 6%, se mantuvo sin variaciones en el Area Matropolitana de Buenos

 

Aires y cayó en la región Centro (-6%) y Cuyo (-7%). “Esta caída nos encuentra, sin embargo, mejor parados que en otras oportunidades, tras siete trimestres de crecimiento sobre bases sustentables”, afirmó la secretaria de Transformación Productiva, Paula Szenkman.

 

La funcionaria estimó que el año que viene “retomaremos el ritmo de crecimiento”, y expresó: “mientras atravesamos los efectos de la tormenta cambiaria, hemos avanzado en una serie de medidas para atenuar su impacto sobre el sector productivo, con el objetivo principal de cuidar la cadena de pagos y sostener a las Pymes”.

 

“Lanzamos un paquete de estímulo para las mismas por 33.000 millones de pesos, renovamos el Programa Ahora 12 hasta fin de año y lanzamos una serie de medidas junto con la AFIP orientadas a facilitar la forma de pago de embargos de empresas”, recordó Szenkman.

 

Según el informe oficial, hay “señales que anticipan el crecimiento”, como inversión, exportaciones y turismo. Por caso, detalló que en el primer semestre del año, las inversiones anunciadas rondaron los u$s12 mil millones; los principales anuncios de junio fueron en bienes de consumo, bienes industriales, y desarrollos inmobiliarios.

 

Por otra parte, resaltó que la competitividad cambiaria aumentó casi 25% desde diciembre de 2017. “Esto mejora el potencial exportador de muchos sectores como la industria y los servicios basados en el conocimiento. Aumentó con fuerza la cantidad de empresas que consideran que crecerán sus exportaciones a destinos extra-Mercosur”, enfatizó.

 

La suba del tipo de cambio “mejora también las perspectivas para el turismo que ya venía creciendo: generó más de 1.900 millones de dólares en el primer trimestre (+14% interanual)”, destacó el texto oficial.