Una elección donde no se descartan sorpresas más allá de las encuestas
|Las elecciones generales despejarán la incógnita de si el próximo presidente de los argentinos quedará consagrado este domingo o si, como proyectan las encuestas, será necesario un ballottage para terminar de elegir al sucesor de Alberto Fernández. Pero más allá del resultado inmediato, por el que compiten Javier Milei, Sergio Massa y Patricia Bullrich, los tres candidatos con más chances, el sentido histórico del comicio pasa por la reconfiguración del sistema político, ante la muerte anunciada del bicoalicionismo y la cristalización de un escenario de tercios, en el que podrían gestarse nuevas alianzas de cara al próximo período de gobierno.
La elección, que también definirá la composición del Congreso desde el 10 de diciembre, llega envuelta en un clima social distinto al del enojo colectivo que predominó en las primarias del 13 de agosto. Según coinciden los especialistas y las propias fuerzas políticas, la marca del momento es la incertidumbre, tanto en el plano político -por las características de un postulante disruptivo como Milei- como en el económico, ya que el veredicto de las urnas podría acentuar la presión alcista sobre el dólar y fogonear la inflación, lo que recaería sobre las espaldas de Massa. Por eso la performance electoral del ministro-candidato será determinante para la reacción de los mercados.
De acuerdo a lo que reflejaron las campañas de La Libertad Avanza (LLA), Unión por la Patria (UP) y Juntos por el Cambio (JxC), la elección también tendrá implicancias en las relaciones internacionales del país. La polémica que fomentaron los libertarios con sus cuestionamientos recurrentes al Papa Francisco, la cercanía del oficialismo a una potencia como China, que disputa el liderazgo global con Estados Unidos, y las críticas de JxC el funcionamiento del Mercosur, que tiene a Brasil como su principal exponente y socio comercial, preanuncian que los cambios de rumbo de la Argentina podrían experimentar una nueva fase pendular.
Los casos de corrupción que afloraron en las últimas semanas, con epicentro en la provincia de Buenos Aires -bastión histórico del peronismo- podrían incidir en el electorado, pese a que los analistas sostienen que la indignación que provocan hechos como los protagonizados por Martín Insaurralde y el puntero del PJ Julio “Chocolate” Rigau no beneficiaría a un solo candidato sino que podría repartirse entre las listas de la oposición (además de Milei y Bullrich, allí abrevan el cordobés Juan Schiaretti y la izquierdista Myriam Bregman). La irrupción de LLA como una opción potente le facilita a UP un colchón para amortiguar este tipo de escándalos.
Aquí, las claves de una elección en la que el presidente Alberto Fernández no pudo participar a raíz de su complejo gobierno y la falta de apoyo dentro de su propia coalición. Y en la que las figuras políticas que dominaron el siglo XXI, Cristina Kirchner y Mauricio Macri, tampoco dieron el presente, por diferentes motivos, lo que refleja que este comicio también tendrá un impacto de recambio generacional entre la dirigencia argentina.
1- El escenario de tercios
Las PASO del 13 de agosto alumbraron una nueva realidad político-electoral en el país. Del bipartidismo UCR-PJ de la restauración democrática de 1983, que se mantuvo hasta finales del siglo XX, se pasó al bicoalicionismo que predominó en los últimos dos mandatos presidenciales (Macri y Fernández, entre 2015 y 2023). Y este año se gestó una nueva fuerza, sin antecedentes pero anclada en ideas liberales históricas, que se hizo lugar en medio de la habitual contradicción peronismo-no peronismo. Así, Milei acaparó votos que antes habían apoyado a UP (exFrente de Todos) y a JxC. Y ahora llega a la elección presidencial como uno de los favoritos en las encuestas, pese a que Massa parece haber consolidado un piso del 30% y a que Bullrich, la tercera en discordia, creció en el último sprint de la campaña.
2- Primera vuelta o ballottage
Tanto los encuestadores como las principales fuerzas políticas coinciden en señalar que una eventual victoria de Milei en primera vuelta -para lo cual necesitaría llegar al menos al 40% de los votos, con una distancia de diez puntos porcentuales sobre el segundo- es improbable, aunque no imposible. Eso solo ocurriría, marcan los especialistas, si el candidato libertario fuera visto por los votantes como la única opción para desterrar al kirchnerismo y abandonaran a último momento a Bullrich, al tiempo que Massa tendría que ser castigado en las urnas de modo tal que un sector de la base peronista migre hacia LLA. Si nada de esto sucediera, el escenario que se impondrá será el del ballottage.
3- Qué le conviene a los candidatos
Una de las claves para entender el resultado electoral de esta noche pasa por saber cuál es el escenario ideal de cada uno de ellos. Milei apunta a ganar en primera vuelta o a quedar primero, con una buena diferencia sobre el segundo, de cara al ballottage. Massa, por su parte, juega directamente a pasar a la segunda vuelta. Su objetivo es que el rival, el 19 de noviembre, sea Milei y no Bullrich, ya que la exministra de Seguridad tendría más chances de aglutinar el voto opositor. Por esto mismo, la postulante de JxC busca que el libertario se desinfle y pasar ella a la segunda vuelta contra Massa.
4- ¿La Provincia, otra vez decisiva?
El territorio bonaerense fue el apuntado por Milei para conseguir nuevos votantes y por eso dedicó la mayor parte de la tarea proselitista a recorrerla junto a Carolina Píparo, su candidata a gobernadora. Pero el oficialismo también focalizó su campaña en la provincia, con el doble objetivo de obtener la reelección para Axel Kicillof y apuntalar a Massa en su intento por llegar al ballottage. Bullrich, por su parte, experimentó un crecimiento en las encuestas sobre el electorado del interior de la Provincia, donde ancla el postulante Néstor Grindetti su pretensión de mantenerse competitivo.
5- La Ciudad, bastión del macrismo
El candidato oficialista, Jorge Macri, va este domingo en la búsqueda de llegar a la jefatura del gobierno porteño sin necesidad de competir en una segunda vuelta. Para ello necesita retener los votos que obtuvo Martín Lousteau en las PASO y sumar el 50% más uno del total de sufragios. Sus contendientes, Leandro Santoro (UP) y Ramiro Marra (UP) pugnan por forzar un ballottage. A futuro, el primo de Mauricio Macri podría convertirse en uno de los nuevos referentes de su espacio, que gobierna la principal ciudad del país desde 2007.
6- El centro productivo del país
Córdoba, Santa Fe y Mendoza son distritos fundamentales para la construcción de una mayoría a nivel nacional. Allí Milei se recortó como un claro ganador en las PASO, a tal punto que en Mendoza obtuvo el 45,9% de los votos. Pero en esta ocasión esa victoria estará en disputa, sobre todo por Bullrich. La candidata de JxC cuenta a su favor con que los gobernadores electos Alfredo Cornejo (Mendoza) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe) apoyan su postulación, aunque la tiene más complicada en Córdoba, donde Schiaretti -que creció en las últimas encuestas- le pone un techo a su levantada. JxC también tiene aspiraciones de gobernar en Entre Ríos, con la candidatura de Rogelio Frigerio, pero este bastión histórico del peronismo, armó una fórmula de indiscutible atractivo para el electorado ya que el aspirante a suceder a Bordet cortaría casi 20 años de hegemonía concordiense, poniendo en el sillón de la Casa Gris al paranaense Adán Bahl de impecable gestión como intendente de la Capital.
7- Un Congreso más fragmentado
El próximo presidente no contará con mayoría propia en la Cámara de Diputados, ni tampoco en el Senado. El escenario electoral de tercios que se cristalizó en las PASO y podría ratificarse este domingo provocará el desembarco de al menos ocho libertarios en la Cámara alta, casi todos ellos a cuenta de las bancas que podría perder JxC en provincias como Buenos Aires, San Luis, La Rioja, Formosa, Jujuy y San Juan. En la Cámara baja, donde LLA tiene ahora solo dos escaños -uno ocupado por Milei y otro por su compañera de fórmula Victoria Villarruel-, se renovarán 130 bancas y también cambiará la proporción de los bloques. Allí, JxC y UP dominaron en los últimos años, pero buscaron bloquearse mutuamente.
8- El nivel de participación
En las elecciones primarias hubo un récord histórico de ausentismo. Se trató de la participación más baja desde que las PASO se establecieron en 2011. De hecho, solo concurrió a votar el 69% de los ciudadanos habilitados y hubo casi 11 millones de personas que no sufragaron. De acuerdo a las proyecciones, este domingo se agregará entre un 4% y un 6% más de votantes. En la progresión histórica, en promedio, en las PASO vota el 70% del padrón, en las generales el 75% y en el ballottage el 80%. Los candidatos buscarán atraer a los nuevos votantes: Milei apunta a sumar jóvenes, la porción del electorado que les es afín, mientras que Bullrich necesita que voten los adultos mayores.
9- La incidencia del “voto miedo”
La irrupción de Milei como un candidato antisistema, políticamente incorrecto y con propuestas controversiales, como la libre portación de armas y la venta de órganos, podría transformarse en un elemento que le ponga un techo a su crecimiento electoral y dificulte su victoria. En el mismo sentido opera su enfrentamiento con la Iglesia católica, con declaraciones virulentas contra el Papa Francisco, tanto del propio candidato como de sus seguidores. También el proyecto de dolarización de la economía, que le generó adhesiones en las PASO, fue objetado en el camino a las generales. El oficialismo también apela al “voto miedo” cuando sostiene que los opositores buscan “quitar derechos” y algo de cierto hay, razones incuestionables si el electorado evalúa cada plataforma o propuesta.
10- El impacto en la economía
El gobierno llegó a las elecciones con graves dificultades para mantener la estabilidad económica. Massa, en su doble papel de ministro y candidato, afrontó corridas cambiarias -la última de ellas en la semana-, una negociación farragosa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y cuestionamientos a las medidas de corte populista que implementó en la búsqueda de mejorar su performance de las PASO. Milei no colaboró cuando hizo declaraciones que desaconsejaron los plazos fijos en pesos, mientras que JxC acusó a Massa de haber implementado un “plan bomba” que estallará en las manos de próximo gobierno. La inflación, en tanto, es la preocupación central de los argentinos. El resultado electoral y la forma en que se encare la transición serán determinantes para el futuro de la economía.