Un país enmudecido contemplando el paradójico básquet santiagueño

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Hace pocos días, Santiago del Estero gozó la euforia, la embriaguez de satisfacción en gritar al unísono toda su comunidad deportiva “campeones”. Quimsa fue el artífice de tanta felicidad postergada con su primer título de Liga Nacional. El Gobierno, con un apoyo millonario, fue el gran soporte de este éxito. Paradójicamente, y/o paralelamente, mientras se consolidaba una campaña inolvidable en el básquet profesional, el amateurismo a nivel Federativo sufría una revolución interna. Hoy, en Mayores, se está al borde del descenso y su selección viajó a Bahía EN COMBI. Una vergüenza. ¿Qué dirán la CABB y la AdC? ¿Así quieren vender bien el básquet?

 

La historia reciente dirá con mayores precisiones que a mediados de marzo del cte. año a partir de la renuncia de Raúl Zerda como presidente de la Federación, asumió una Comisión Normalizadora propendiendo a la reestructuración de dicha entidad santiagueña y la idea era propiciar la llegada de nuevos dirigentes con experiencia en formativas y capacidad de gestión, que puedan acompañar a su vez el nuevo proceso de reorganización en la CABB.

 

En tanto, también se planteaba un nuevo proyecto superador que tenga en conjunto el básquet federativo y el asociativo. Sería una especie de fusión entre la entidad madre y la Asociación Capitalina, para nuclear todo el deporte en un solo lugar y regionalizarlo más a nivel provincial.

 

El cambio traería aparejado también el aporte de todos los clubes, quienes tendrían mayor participación en la toma de decisiones y se esperaba poder darle un salto de calidad a la Organización.

 

Los vientos de cambio aguardados dieron el primer síntoma de borrascosa tormenta con la previa a la 1ª Fase de este Argentino en Concepción del Uruguay.

Horas antes de viajar rumbo a Entre Ríos hubo amenaza de deserción. Finalmente, hubo concilio y Santiago se presentó evidenciando en cancha los problemas fuera de la misma. Por eso se auto condenó a la pelea por no descender.

 

La corona de Quimsa, la normalización, NADA consiguieron para evitar que hoy se posen sobre Santiago nubes de duda respecto a cómo puede exhibirse una inversión millonaria estatal para La Fusión de LNB y cómo puede haber tanta austeridad o lisa y llana POBREZA para el amateurismo.

 

Quizás el Gobierno pueda dar fundamento o explicaciones. Sería regio, espléndido. Es lo que pedimos a gritos para interpretar cabalmente lo que ocurre.

 

Los integrantes de la selección santiagueña Mayor de básquet vivieron una situación incómoda y vergonzosa, al partir con mucho amor por la camiseta, EN COMBI rumbo a Bahía Blanca. Alrededor de 1400 kilómetros de ida y cerca de 17 horas viajando en condiciones infrahumanas para éstos verdaderos ídolos que NO GANAN lo que ganan los jugadores de Quimsa, ni siquiera se movilizan como los profesionales “Fusionados” y seguro que jugaron en Entre Ríos y jugarán en Bahía por monedas en concepto de viáticos Y A RIESGO de lesionarse y que NADIE se haga cargo..

 

Pero ojo… De esto NADA se habla. NINGÚN MEDIO “fuerte” del básquet argentino opina de esto. De hecho, NADIE habló cuando Vaccaro ya estaba afuera de la CABB y de repente apareció como un “Mesías” Daniel Zanni, hombre del Gobierno santiagueño.

Solo Cuestión Entrerriana sacó a relucir lo que de él se decía en su propia tierra. Los “popes” de la prensa basquetbolística NADA enunciaron y MUY POCOS se plegaron a lo que denunciáramos.

 

Hoy seguimos IGUAL. De Vaccaro NADIE habla. Ni desde la Confederación SE HABLA CLARO INSTITUCIONALMENTE y solo el interventor Federico Susbielles se atreve con sus agallas habituales a lanzar o proferir ALGO por Redes Sociales.

Y desde CABB NADA se habla de las POBRES o EMPOBRECIDAS FEDERACIONES Y ASOCIACIONES. O desde CABB SABEN que hay IRREGULARIDADES en tantas entidades pero NO SE ACTÚA en consecuencia.

 

Como en la Era Vaccaro, SILENZIO STAMPA. Y da bronca, fastidio, que seamos TAN POCOS los periodistas que nos animemos a trazar semejantes contradicciones. Claro… Obviamente, somos los DESTERRADOS, los REPROBADOS, los IGNORADOS.

Mientras, la dirigencia de AdC y CABB se sigue abrazando y besando con los “Comunicadores” complacientes que siguen recorriendo el país y/o el mundo junto al básquet, como sucedía en  el “Lustro Ganado” (Diciembre 2008 asumió el pampeano, y se fue con “el rabo entre las patas” en abril del 2014).

 

Nada mejor en la Argentina que besarse y abrazarse con las máximas autoridades de Asociación de Clubes y CABB. Al menos, no sos un “paria”.

Es que al dirigente argentino, en especial el de las altas cumbres, le encanta la condescendencia, que los consientan.

Mejor hacer la vista gorda, que todo lo ilícito o negativo pase por alto.

 

Así… “con buena onda”, se dan los mejores acuerdos para una convivencia pacífica. Cuando quieran, quienes quieran, nos juntamos y repasamos quién habló, quién opinó CONTRARIO a Vaccaro. Cuando gusten, quienes gusten, evaluamos quiénes viajaron a cada acontecimiento internacional junto a las selecciones CABB, quiénes estuvieron en cada Fiesta CABB. Cuando lo deseen, quienes lo anhelen, les exponemos la lista de periodistas VIP que EXTRAÑAMENTE “protegieron” con su silencio al pampeano y hoy, misteriosamente prosiguen en SILENCIO como custodiando el buen nombre (INDISCUTIBLE) del “Chubi” Susbielles.

Y no nos olvidamos de la AdC… Invitamos a la misma comparación entre Proceso Bazzi y el advenimiento de Borro.

 

Somos Quijotes. Tercos, porfiados, pero quizás, tal vez, algún día, podamos recibir al menos un GRACIAS por ser HONESTOS y tener la conciencia LIMPIA. Hoy, el básquet argentino debería ANALIZAR la renuncia de San Luis, la patética decadencia santiagueña, las bajas en el TNA, el “Paro” del mercado de LNB y de repente la lluvia de pases, etc, etc, etc…

¡Hay TANTA tela para cortar!!! Pero… Estamos casi en soledad con nuestra búsqueda de VERDAD, de TRANSPARENCIA. Y, sinceramente, nos sentimos muy cansados de TANTA MUGRE escondida bajo las alfombras de CABB y AdC, como de clubes, asociaciones y federaciones.