Un juez rechazó una denuncia contra conductores de Uber: “Es una actividad lícita”
|El juez de instrucción Luis Zelaya rechazó la denuncia presentada por el sindicato de taxistas contra la modalidad de transporte de pasajeros Uber, por considerar que no es delito sino “un entuerto netamente comercial”.
En ese sentido, el juez sostuvo que los conductores que se adhieran a la aplicación Uber lo que hacen es “una actividad comercial lícita”, si bien podrían existir faltas administrativas o infracciones de tránsito, pero no delitos.
De esta forma, en línea con lo sostenido por el fiscal Jorge Ballestrero, el juez desestimó por “inexistencia de delito” la denuncia hecha por el gremio de los taxistas contra 33 conductores de Uber por “entorpecimiento del transporte, desobediencia, competencia desleal, instigación a cometer delitos y asociación ilícita”.
Previo a su fallo, el fiscal Ballestero sostuvo que “se trata del desarrollo de una actividad comercial lícita” y descartó “la asociación ilícita” denunciada puesto que “la aparición de Uber busca desarrollar una actividad comercial lícita bajo un modo de asociación con fines legítimos”.
“No parece lógico que la intención de los acusados esté o haya estado orientada a entorpecer el transporte al que pretenden sumar sus servicios”, sostuvo Zelaya en su fallo.
“Más allá de la conflictividad que -sobre todo mediáticamente- ha desatado la aparición de Uber, lo concreto, lo real, es que, no se observa que en la vida cotidiana de los porteños se haya visto alterada la regularidad y eficiencia del servicio público de transporte individual de pasajeros ni cualquier otro, por cierto”, añadió.
En ese sentido, el juez Zelaya consideró que “todo parece girar en derredor de la disconformidad de los denunciantes con la aparición de un competidor comercial”.
“Sin embargo, todo indica también que este fuero penal no es la vía apropiada para resolver el conflicto”, concluyó en su fallo.
Ahora la denuncia rechazada en primera instancia fue apelada por el gremio de los taxistas y debe resolver la Sala V de la Cámara del Crimen.