Turquía 2010: Argentina tiene todo para pelear el reinado
|Le falta Manu… Es real, y hasta se nota. Pero tiene otro puñado de figuras que lo convierten en candidato a la discusión grande por la corona. Argentina está a punto de partir hacia España y luego a Turquía con 12 hombres que prometen dar pelea. Aún es prematuro dar un pronóstico o veredicto final, pero hay individualidades que de llegar al 100 % aseguran no sufrir en la 1ª fase y estar listos para tampoco padecer sobresaltos en los primeros cruces rumbo a la zaranda definitiva de acceso al cuadro final.
De todo lo apreciado sobre tierras propias, Súper 4 salteño y amistosos en Santa Fe y Las Parejas, nos queda la imagen un tanto preocupante de esa conducta defensiva en el gimnasio “Malvicino”.
Y si bien el efecto de ese revés puede mitigarse con la conciencia de saber que no estuvieron Nocioni, Prigioni y Oberto, como que González se sintió prematuramente, tampoco es saludable ignorar o menoscabar las groseras desinteligencias aprovechadas por los borícuas para meter casi un centenar de puntos.
Argentina dejó la sensación que algo pasó en la faz “comunicación” de la primera línea defensiva con sus internos, y sea cual fuere el quinteto, ese cortocircuito no tuvo casi arreglo pese a las buenas intenciones y a las reacciones anímicas que procuraron aflorar con algunas sustituciones y variables tácticas.
Sin faltarle el respeto a un coach estudioso y astuto como Hernández, la imagen inevitable que surgió en nuestras retinas fue la de una Argentina ignorante de quien estaba enfrente y sin la fórmula ideal para contrarrestarle su poderío. Así cuando parecía enmendarse una brecha, surgía otra, y otra, como dando la impresión de una imprevisión sobre las bondades ajenas.
Pero tampoco podemos desestimar que la preparación tuvo sus vaivenes en cuanto a estar con un grupo en Salta y con otro en Colombia, sumándose a los mundialistas tras competir en Chile, Mendoza, Venezuela y Neiva, -más un periplo de retorno accidentado- los subcampeones sudamericanos que debían demostrar tener pasta para viajar a Medio Oriente a la cita mundialista.
Ello, más la lesión de Nocioni y la de Figueroa, conjugó un cóctel anímico que agregado a los viajes internos y todas las acciones de filantropía como gestos permanentes ante la afición, produjo de algún modo una dosis de desgaste especial que hizo combustión en el estadio Tatengue.
No enarbolamos la bandera de la excusa, solo fundamentamos algunas razones que pueden dar justificación en un grado sobre la falsa tarea del domingo que amén de la faz defensiva, dejó otro sabor amargo en torno a la planilla ofensiva y a la esterilidad de determinadas particularidades que dieron lo suyo en cuentagotas.
Costó ver a éste Modelo de Argentina sin cortinas, sin bloqueos para liberar a los tiradores, sin agresividad para atacar el tablero, a veces tenso y nervioso y otras abúlico o como carente de ideas o libreto.
No obstante lo peor fue apreciar picos de intermitencias, una llamativa irregularidad que solo puede tener como fundamento el intrincado proceso de entrenamientos citado y -por qué no…- cierta cuota de rigidez física que conlleva a perder versatilidad en los movimientos técnicos.
Por allí se dirá incisivamente que en los borícuas hubo ausencias como las del NBA Carlos Arroyo, el experimentado pivote Daniel Santiago y Reynaldo Blackman, pero está claro que Argentina puede dar más, mucho más una vez que el plantel esté entero y se consustancie el acople necesario, la cohesión imprescindible.
De Manu hay que olvidarse (en el buen sentido de la expresión, obvio…) y redescubrir las herramientas con que se cuenta para recuperar la impronta del básquet “Dorado”. Y pese a semejante baja, la base táctica está, la capacidad intelectual está, solo habrá que adaptarse lo más rápido posible a los ajustes y cambios que se deban hacer de aquí al debut, como en sí REZAR para que el Chapu se reponga lo más rápido posible.
Fotos: Manuela Calderón Bourband.-