Torneo del Interior: no fue lo ideal… pero el “Deca” ganó
|Atlético Paraná cumplió. Le sacó el invicto de 14 fechas a Sarmiento de La Banda ganándole por 2 a 1 y logró el primer punto de la serie final por un ascenso directo. Joaquín Cabral y Pablo Lencioni anotaron para el dueño de casa, mientras que Pablo Ledesma logró el valioso descuento santiagueño. Claro que el reducido margen genera algo de preocupación por Barrio San Martín. Por la revancha del próximo domingo.
Paraná salió con mucha actitud y convicción para hacerse dueño de la pelota, del trámite y también del triunfo.
Lencioni fue clave en el mediocampo con una actitud enorme para ser el filtro de lo que luego terminaba de quebrar la firme última línea “Rojiblanca”; Alzugaray resultó vital en el armado del repertorio futbolístico combinando eficazmente cada avance junto a Eckerdt y Acosta para así alimentar sagazmente a los siempre peligrosos Chitero y Cabral.
Con un rival partido al medio, sin ideas para llegar al arco de Fontanini, todo fue del anfitrión.
De hecho que recién se estaban acomodando ambos cuando García, el guardameta santiagueño, conjuró un tiro libre de Alzugaray.
Cinco minutos después Cabral no capitalizó de modo contundente un centro de Galli.
Pisando los 10 Alzugaray probó desde afuera del área y la pelota salió cerca del vertical.
Dos minutos después el que intentó de media distancia fue Eckerdt pero tampoco tuvo suerte.
Alzugaray insistió pero el parante izquierdo le negó el grito de gol.
A todo esto… Sarmiento solo había avanzado con algo de peligrosidad a través de Peyla.
Pisando los 25, Alzugaray ejecutó un corner y Cabral convirtió en gol conectando la pelota con pierna derecha. Uno a cero.
Sobre la media hora, un herido Sarmiento buscó cambiar el destino a través de una proyección por el carril derecho, centro y De Marco hizo zozobrar el marco “Decano” pero el arquero voló e impidió que la pelota vaya a besar los piolines.
En la respuesta, se lo devoró Cabral cuando Acosta lo había dejado en inmejorable situación para marcar.
Entraba el capítulo en su fase final cuando Moreno le avisó a Bruno que Nuño había agredido a Acosta. El juez, sin vacilar, le mostró la roja al volante que nada de Cándido tenía.
Ya sobre la expiración, Juan Carlos Paz salvó a su guardavalla del segundo gol, al despejar una acción espectacular de Chitero.
En el segundo período varió la conducta de uno y otro. Paraná pareció progresivamente desdibujarse, quizás sintiendo el rigor de semejante desgaste en un certamen interminable, lo cual se agravó con sucesivas bajas por sanciones o lesiones, en especial la de su líder nato: Antonio Todoro.
Mientras que, los bandeños le perdieron el respeto aún con un hombre menos.
No obstante, si bien Sarmiento mejoró, dicha evolución no se plasmó en su búsqueda de empatar pues estuvo claro que el conjunto paranaense no perdonó que le quiten la supremacía de la posesión ni dejó brechas alarmantes para que su adversario traduzca su mejoría en la red.
Así, el trámite se centralizó en demasía, abundaron las imprecisiones, los cortes por faltas. El buen fútbol ausente.
Iban 17’ cuando Alzugaray efectivizó un corner desde la derecha, López no logró despejar correctamente y en el borde de la media luna Lencioni recibió la pelota para acomodarla sucesivamente con un virtuoso toque de izquierda junto al palo y así desatar la algarabía “Rojiblanca” por el 2-0 a esa altura no tan esperado como si deseado.
Es que en poco más de un cuarto de hora, en el ping pong de acciones de peligro ganaba 3 a 1 Atlético Paraná, pero no fueron oportunidades clarísimas. Solo resultaron buenas intenciones.
El 2-0 alertó a Sarmiento para buscar con mayor insistencia el arco paranaense y De Marco tuvo su oportunidad a los 21 respondiendo con acierto Fontanini.
Y ese buscar tuvo su premio para los visitantes a los 35. Centro frontal al área de los anfitriones, la defensa no alcanzó a despejar en una serie de rebotes y aprovechó Ledesma para marcar el descuento de Sarmiento.
Conmocionado con ese achique, Atlético Paraná se mostró más turbado que nunca y salió resuelto a arriesgar, al todo o nada, pero finalmente no fue ni lo uno ni lo otro, fue poco, fue algo, fue una victoria que debe valorarse por la capacidad del contrincante, aunque realmente el panorama luce complicado por ese único gol que los separa de cara al segundo enfrentamiento. Una ventaja mínima preocupante y que en cierto modo amarga porque en 45 minutos los de Veronesse habían hecho mérito suficiente para terminar por más holgado margen.