Todo un símbolo espiritual: fallecio Francisco, tras bendecir al mundo en la Pascua de Resurrección

El Vaticano anunció esta madrugada la muerte del papa Francisco. A través de un comunicado, expresaron: “Desde la Capilla de Casa Santa Marta, el cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, anunció la muerte del papa Francisco este lunes 21 de abril de 2025”, precisaron desde las cuentas oficiales de la Santa Sede.
“Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor, debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”, precisó el cardenal.
En el comunicado, también expresó: “Toda su vida estuvo dedicada al servicio del señor y de su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados”.
“Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del señor Jesús, encomendamos el alma del papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino”, completó.
El Papa Francisco ha tornado a la Casa del Padre este Lunes de Pascua 21 de abril de 2025 a las 7:35 de la mañana.
Que el Señor le conceda la paz eterna y que la Virgen Santísima lo acoja en su Reino.
Rogamos también por el futuro de la Iglesia, confiándola al Espíritu Santo. pic.twitter.com/CeVafEnoOd
— News Vaticano (@news_vaticano) April 21, 2025
El deceso se produjo apenas un día después de que el pontífice hiciera una aparición pública desde el balcón de la basílica de San Pedro, durante la celebración de Pascua, en lo que se convirtió en su último mensaje al mundo.
A pesar de su convalecencia, el domingo participó brevemente en la misa de Pascua y dirigió la tradicional bendición “Urbi et Orbi” desde el balcón de la basílica, donde deseó a los fieles un “feliz domingo de Pascua” y llamó a la “libertad de pensamiento y a la tolerancia” en su mensaje al mundo.
Miles de personas se habían congregado en la plaza de San Pedro para verlo, luego de semanas de incertidumbre sobre su estado de salud. Su aparición generó una ovación entre los asistentes y fue interpretada como un gesto de fortaleza espiritual, pese a las visibles secuelas de su enfermedad.
Las palabras de Su Eminencia, el Cardenal Farrell, al anunciar la muerte de Papa Francisco.
Encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino. pic.twitter.com/XESfCYZSf9
— News Vaticano (@news_vaticano) April 21, 2025
Jorge Bergoglio pasará a la historia como el más relevante de nuestros compatriotas en la geopolítica mundial. Como un ingeniero espiritual, político y cultural del siglo XXI.
Francisco deja una Iglesia reafirmada en la esencia del mensaje evangélico, mejor representada en su cúpula, con un reequilibrio que refleja de modo más fiel la realidad del catolicismo en el mundo. No sabemos si el próximo Papa vendrá, como él, de la periferia, pero sí que el deseo del actual pontífice es que la periferia esté en el centro de la misión.
Sería esperanzador que los dirigentes políticos recogieran el desafío y emprendieran, en el plano secular, los caminos que trazó el papa desde lo espiritual. Se trata de combatir la economía de la exclusión, la idolatría del dinero, poner a la persona humana en el centro de todo proyecto, cuidar “la vida como viene”… Un programa que es universal, pero que debería interpelar a los argentinos de modo muy especial.
Los últimos consejos dados por el papa acerca de cómo debatir en una sociedad polarizada tienen especial resonancia en nuestra realidad: no discutir con el que busca polarizar, no dejarse confundir por falsas contradicciones y decir sí a la misericordia como paradigma último, pero decirlo más con obras que con palabras.
Nos queda la pena de no haber podido recibirlo en la Patria. De haber venido en los primeros tiempos de su pontificado, hubiera sido apoteósico. Aventuro que se privó deliberadamente de ese abrazo admirado y de las muchas flores que entonces lo hubieran cubierto: no quiso creérsela, como decía en ese hablar porteño que jamás lo abandonó. En su austeridad y humildad proverbiales quizás lo sintió como un gesto de vanidad.
En los años siguientes, no pudo evitar la manipulación de su figura y de cada uno de sus gestos, las interpretaciones capciosas, los acercamientos interesados, y prefirió mantener distancia geográfica.
Queda a los argentinos la misión de “traer” espiritualmente al papa a la Argentina, honrando su legado.