Todo el básquet argentino necesita URGENTE una férrea intervención del Estado
ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Acabamos de chocar con una realidad en España 2014: el fin de un ciclo BRILLANTE. Una etapa plena de talento y conducta, devenida de un proceso evolutivo excepcional. Duele profundamente reafirmar algo que venimos expresando hace varios años y por ello ser considerados como “NEGATIVOS”: nos quedamos con la Generación Dorada y faltó DESARROLLO. Formidables estrellas como Ale Montecchia, Fabricio Oberto, Juan Ignacio Sánchez, entre otros, fueron paulatinamente diciendo “adiós” y no observamos para abajo.
Se resistió el paso del tiempo y el progresivo deterioro de la estructura de plantel pero no se contempló un descuido fatal de las Formativas y Juveniles, provocando ello una transición pobrísima en lo inherente a promoción de nuevos valores con calidad, talla y peso acordes al nivel internacional.
¿La culpa es de Lamas? ¡No! Julio Lamas es uno de los grandes técnicos de nuestro país y uno de los entrenadores de mayor predicamento en el Continente. Pero una cosa es Lamas, otra Hernández; una cosa es el “Oveja” y Julio, y otra Magnano.
Una cosa fue Muratore, otra Vaccaro. El tucumano hoy es el presidente de la FIBA; el pampeano está siendo investigado para determinar su grado de culpabilidad en el caos financiero-administrativo de la Confederación y en el detrimento o quebranto de la Dirección Deportiva Confederativa.
No se formaron internos altos y fuertes, no se trabajó correctamente con las Categorías Menores, el Plan de Altura no detectó pibes en la medida esperada y se creyó que los gurises de 14/15 años 1m85 para arriba solo debían bajar rebotes, pasar la pelota a los bases y cortinar, no aprendiendo la mayoría de los grandotes a picar la bola, a lanzar desde posiciones externas.
Se pensó solo en el interesante, en el seductor futuro próximo, futuro cercano, y no se pensó en el largo plazo.
Ni siquiera se trabajó adecuadamente en la mecánica de piernas, en la coordinación psicomotriz, en el modo de correr la cancha con o sin pelota, en el crecimiento muscular apropiado a la edad, o lisa y llanamente en la fundamentación y en el concepto basquetbolístico.
Y cuando nos referimos a ello incluimos a Asociaciones y Federaciones que debieron ser SUPERVISADAS por la Dirección Deportiva de la CABB y el head coach nacional.
Así, los últimos años redundaron en un Ciclo RESULTADISTA que incluyó tener en el banco a pibes que fueron a los Torneos Internacionales más en calidad de sparrings que de SUCESORES. Ocurrió hasta en este Mundial.
Pero no todo quedó en la IRRESPONSABILIDAD de la nefasta Gestión Vaccaro… La AdC, la dirigencia de clubes/franquicias, los entrenadores, decidieron que aun SIN DESCENSOS los pibes casi ni jueguen.
Ni siquiera hubo un iluminado que diga “pongo a mis reclutados en un club de TNA y que maduren allí”.
Más delicado todavía… SIN DESCENSOS se propició a la apertura de otra plaza extranjera y hasta el propio seleccionador nacional eligió para su equipo a DOS GUARDIAS URUGUAYOS en vez de potenciar lo que viene ascendiendo desde su cantera.
Por favor, ROGAMOS, SUPLICAMOS, nos digan cuántos de estos TERCEROS EXTRANJEROS son mucho mejor a los gurises que servirán de RECAMBIO a mediano plazo.
Por ello, es cruda la expresión, pero más oportuna que nunca respecto a esta decadencia del básquet argentino: “nada es para siempre”. Este día iba a llegar. Tarde o temprano. Ahora a sufrir el volver a pelear por no soportar papelones.
Lo más delicado es saber, darnos cuenta que todos estos maravillosos Dorados, se criaron bajo el ala de fantásticos jugadores que jerarquizaban nuestra Liga, en cambio los Sánchez, Ginóbili, Montecchia, Oberto, Victoriano, Sconochini, Palladino, Wolkowyski, Scola, Nocioni, Delfino, Herrmann, etc, etc, alcanzaron una mínima madurez y dejaron el país para triunfar en Europa o la NBA.
En el comienzo de esta etapa sensacional, los chicos, talentosos, virtuosos, supieron mamar lo que vieron de Miguel Cortijo, Marcelo Milanesio, Héctor Campana, Esteban de la Fuente, Sebastián Uranga, Diego Maggi, Diego Ossela, Carlos Romano, Miguel Cortijo, Julio Rodríguez, Ariel Scolari, Gabriel Milovich, Marcelo Richotti, Luis “Chuzo” González, Javier Maretto, Luis Oroño, Luis “Pantera” González, Eduardo Dominé, Jorge Racca, Ernesto Michel, Patricio Simoni, Gustavo Ismael Fernández, entre tantos gladiadores a quienes apreciaban todos los fines de semana en vivo y en directo o hasta en varios certámenes internacionales que tuvieron por sede a nuestro país donde se maravillaban con Marcelo Nicola, Juan Espil, Orlando Tourn, Esteban Pérez, y Daniel Farabello, entre otros que marcaron la senda de la proyección hacia europea.
Pero aparte, hasta fueron sparrings de extranjeros extraordinarios que supieron jerarquizar nuestro básquet, recordando hoy a algunos que fulguraron desde fines de los ’90 y comienzos del Siglo XXI: Andrew Motten, Melvin Johnson, Jervis Cole, JJ. Eubanks, Dwight McCray, Steve Edward, Lázaro Borrell, Michael Wilson, Herb Blunt, Byron Wilson,Wallace Bryant, Fennis Dembo, John Devereaux, Joe Bunn, Alex Blackwell, Jason Osborne, Ramzee Stanton, Malru Dottin, entre otros.
Hoy, la Liga ya no tiene esa espectacularidad de los ‘90. Y apunten el dato: uno de los jugadores de mayor jerarquía, Facu Campazzo, pasó a prestigiar la ACB. O sea… Seguimos perdiendo la chance que los mejores sirvan de espejo a los juveniles. Si no se van a Europa, emigran paradójicamente a Brasil.
Por ello es imprescindible una toma de consciencia de la dirigencia para exigir a sus entrenadores una metamorfosis, una innovación INSOSLAYABLE: la de deponer ambiciones RESULTADISTAS y ponerse las pilas con la FORMACIÓN, con el DESARROLLO, con la DETECCIÓN de TALENTOS y con el TRABAJO SERIO, RESPONSABLE, COMPROMETIDO con la idea de CREAR nuevos Ginobili, Scola y Cia. sin menoscabar a NADIE, DÁNDOLE LAS CHANCES A TODOS y cada uno de sus jugadores.
Y ojo con la TRASCENDENCIA del Estado, ese Estado que TANTO ha invertido en la CABB y sigue invirtiendo en clubes de Liga, en Asociaciones o Federaciones.
Este Estado debe URGENTE contratar SUPERVISORES idóneos, eruditos e IMPARCIALES para CONTROLAR esa inversión en pos que NO HAYA UN MAL USO y/o un ABUSO.
El o los Gobiernos SUBSIDIAN, entonces que CONTROLEN., que INSPECCIONEN, que VIGILEN, que EXAMINEN, que FISCALICEN y COORDINEN todo lo inherente a BECAS, PLANES, PROGRAMAS, PROYECTOS.
Para ello, se debe armar un CUERPO DE SUPERVISORES HOY, quienes VERIFICARÁN E INTERVENDRÁN en todo lo que sea necesario.
INTERACCIÓN entre CABB y Estado, entre Federaciones y Estado, entre Asociaciones y Estado, entre Clubes y Estado.
Tuvimos, gozamos, disfrutamos una Generación Dorada con sus respectivas sucesiones por bajas diversas. No nos cabe la menor duda que podemos formar otra con el apoyo de todos los estamentos trabajando de modo mancomunado.
De una vez por todas les suplicamos que nos lean e interpreten. Necesitamos GRANDOTES en la base, en la ayuda, en las alas y sobre todo abajo. Para eso es imperioso “viajar” por todo el país y acudir al llamado de los técnicos asociativos y federativos.
Armar un equipo de SUPERVISORES desde CABB con ex jugadores, con ex entrenadores y HASTA CON PERIODISTAS ESPECIALIZADOS con la suficiente trayectoria para saber COMUNICAR que hay un grupo de pibes interesantísimos.
Hay que explotar al máximo los recursos tecnológicos. Y “viajar” con Skype, con video llamadas, con subida de videos a Youtube para demostrar la explosión, el estallido de nuevos talentos.
El talento está. Nos sobra picardía, audacia, garra, carácter, temperamento, temple. Nos falta hallar esa talla ideal para no volver a conceder ventajas.
Por ende, es ineluctable, ineludible, RECLAMARLE al Gobierno que sigue siendo SOSTÉN de tantas administraciones basquetbolísticas, POLÍTICAS DE ESTADO tendientes a investigar, indagar cómo se distribuyen esos recursos vertidos en el básquet.
Hay MATERIA PRIMA, hay que PROCESARLA, hay que SEGUIRLA y hay que volver a las fuentes y EXPLORAR en toda la Argentina PROFUNDA con ganas de LABURAR EN SERIO.