Tiempo de reformulación para el Argentino de Basquetbol
|ESPECIAL (por Federico Soñez Reca).- El Campeonato Argentino de básquetbol acaba de terminar con el título para Santiago del Estero (sexto en su historial), y con su finalización surgen algunas dudas sobre su real importancia, sobre todo teniendo en cuenta el desmejoramiento paulatino que sufre año tras año, en lo organizativo y en cuanto al nivel de basquetbol que se muestra en esta histórica competencia.
Ya quedaron atrás en el tiempo aquellas jornadas históricas, a cancha llena y con jugadores históricos (los mejores), que se calzaban sus colores provinciales de manera orgullosa y así hacer conocer en aquellos lugares este hermoso deporte que es el básquetbol. Esa fue siempre la función del Campeonato Argentino, llevar y dar a conocer la naturaleza de este juego a aquellas provincias en donde no se conocía.
El surgimiento, la evolución y crecimiento de un torneo a nivel profesional como la Liga Nacional obviamente ha conspirado contra el más argentino de los campeonatos. Esto sumado a la proliferación de medios de comunicación deportivos, en donde uno puede ver básquet en la comodidad de su hogar casi a diario, hoy hace obsoleto aquel noble fin que persiguió “el argentino”.
Así, tras 77 ediciones, la categoría de cada campeonato Argentino depende, más que nada, de la sede elegida, su organización y la seriedad con la que lo encaran cada una de las federaciones participantes. Y aquí hay diferencias, Entre Ríos, Provincia de Buenos Aires, Capital Federal (mas allá de su actualidad), Santa Fe, Córdoba o el último campeón, Santiago del Estero son federaciones que históricamente han presentado buenas selecciones y han sido fieles, en mayor o menor medida, a su tradición “basquetbolera” y por algo han sido los que más títulos han ganado.
Nuestro ejemplo más cercano, la Federación del Básquetbol de Entre Ríos, es una institución que ha mantenido el respeto a esta competencia, presentando siempre el mejor equipo posible siendo siempre protagonista ( por lo menos en la ultima década), en cada una de sus ediciones. Por otro lado están las ganas del jugador, profesional o no, que exponen su cuerpo (su herramienta de trabajo), en una competencia que no les resulta para nada atractiva, más allá de vacacionar y reencontrarse con amigos del básquet, salvo que tenga que mostrarse para conseguir trabajo. Y acá también hay diferencias.
Si hay algo de lo cual uno puede jactarse como entrerriano es que nuestro basquetbolista, sea profesional o no luce los colores provinciales con un orgullo que he visto en pocas federaciones. Y eso se traduce en la cancha, donde el amor propio y las ganas de poner a Entre Ríos en lo mas alto son los objetivos en cada edición y los resultados están a la vista.
Entre Ríos en Jujuy
En este último Campeonato, nuestro representativo provincial mostró que sin ir con el mejor equipo, la seriedad y el respeto a la competencia están intactas. El equipo que consiguió el cuarto puesto en Jujuy mostró facetas interesantes, con un plantel joven que marca el recambio generacional que se está dando, más allá de alguna que otra ausencia. En lo individual, actuaciones como la de Luciano Gonzalez (como punto más alto) y Fabricio Rebecchi (siendo protagonista en muchos partidos), fueron las mejores y demostraron que pueden erigirse como baluartes para los próximos argentinos.
El “Chuzito” fuel el líder que se necesita dentro de la cancha porque asumió su rol con naturalidad y se puso al hombro al equipo en los momentos calientes. Fabricio Rebecchi demostró que puede ser más importante para el seleccionado, con un protagonismo que en ediciones anteriores no había tenido mostró su crecimiento como jugador y redondeó un buen torneo. Un poco más atrás quedaron jugadores como Sebastián Vega, Martín Girardi, de los cuales se esperaba un poco más en lo individual pero que también terminaron siendo importantes, más allá de los altibajos.
En cuanto a lo colectivo, nuestro seleccionado no escapó a la irregularidad propia de este tipo de torneos cortos. Si bien fue de menor a mayor, repitió muchos errores en defensa y faltó en los momentos cruciales, el aplomo para cerrar a su favor algunos juegos , sobre todo en semifinales. Que Entre Ríos pudo terminar más arriba, incluso quedarse con el torneo?… Seguro pudo ser, pero sería muy fácil opinar con el resultado puesto.
Para algunos el cuarto puesto será un retroceso, para otros se habrá cumplido con el objetivo. Pero más allá de esto, lo importante es que se consiguió formar una buena base para el próximo campeonato (esperemos lo organice la FEBER), y con la inclusión de algunos jugadores ausentes en esta edición como Alejandro Zilli, Juan Cantero o Daniel Hure (por citar algunos), dar definitivamente el salto hacia título que nos es esquivo desde el Campeonato Argentino de Mendoza en 2008.
Vuelta de tuerca imprescindible
Hasta ahora hablamos de basquetbol, pero un punto importante es lo organizativo. El 77º Campeonato Argentino desarrollado en Jujuy demostró, que en este aspecto se viene cayendo año tras año. La atención a la prensa fue paupérrima, nunca hubo un responsable en la atención a los periodistas, las radios que cubrieron en vivo dicho certamen no tenían siquiera una silla o mesa para apoyar los equipos, también los medios gráficos, con las mismas urgencias. Ni hablar de los lugares asignados para trabajar, un desorden que originó incluso malestar entre los mismos colegas.
Como dato comparativo, el último Argentino organizado por la FEBER en el año 2002, la atención a la prensa fue sobresaliente, en donde no faltaban las estadísticas, conferencias de prensa tras la finalización de cada partido, en definitiva orden con el cual si se podía trabajar comodamente. En lo atinente a espectadores, en Entre Ríos 2002, la gente abarrotó el “Luis Butta” desde la primera jornada hasta la última, hoy algo casi de otro planeta. También podría citar el organizado por Neuquén en 2004 como bueno para la prensa, aunque falló el público en las canchas.
La cuestión es que la Confederación Argentina de Básquetbol deberá ver estos ítems y más a la hora de elegir la sede del próximo Argentino. A quedado demostrado que no puede seguir con el sistema rotativo usado históricamente hasta la fecha para la elección del organizador. Hay federaciones que no tienen interés, a otras les falta capacidad organizativa y lo peor desarrollarlo en lugares donde la gente no asiste a la cancha o ni siquiera sabe que se juega un Campeonato Argentino.
Es hora de dar una vuelta de tuerca, es hora de cambiar, casi de manera urgente si no se quiere que el campeonato más federal y argentino de todos termine en el ostracismo.
Fotos: gentileza Aldo Comte.-