Terror en la Fórmula 1 por el misil que impactó cerca del autódromo de Jeddah
|Los rebeldes yemeníes reivindicaron el viernes una serie de ataques con drones y misiles en Arabia Saudita, que provocaron un enorme incendio en una instalación de la petrolera Aramco en la ciudad de Jeddah, donde este fin de semana se corre el Gran Premio de Fórmula 1.
“Efectuamos varios ataques con drones y misiles balísticos”, incluyendo una “instalación de Aramco en Jeddah e instalaciones vitales en Riad”, afirmaron en un comunicado los rebeldes hutíes.
La coalición liderada por Arabia Saudita, que lucha contra los rebeldes respaldados por Irán, confirmó el ataque, ocurrido en la víspera del séptimo aniversario de su intervención militar en la brutal guerra civil en Yemén. En un comunicado, la coalición indicó que el fuego provocado por el ataque “ha sido controlado y no ha causado víctimas”.
También aseguró que el ataque, que tenía como objetivo “tanques de productos derivados del petróleo” de Aramco, “no tendrá impacto en las actividades en la ciudad de Jeddah”, en alusión al circuito de Fórmula 1.
La humareda era visible desde el autódromo de esa ciudad, donde varios pilotos participaban en los entrenamientos libres de este viernes. El campeón mundial de Red Bull, Max Verstappen, dijo que podía oler el incendio mientras conducía. “Siento olor a quemado… ¿es mi coche?”, preguntó el neerlandés por la radio del equipo.
Los rebeldes hutíes reivindicaron un total de 16 ataques contra varios objetivos, incluida una estación eléctrica en Jizan, en la frontera con Yemén, que fue incendiada.
Los ataques se producen en un contexto de precios del petróleo en alza, desde que el pasado 24 de febrero Rusia invadiera Ucrania y los suministros mundiales se han ido interrumpiendo a medida que Rusia va siendo afectada por las sanciones occidentales.
Arabia Saudita, mayor exportador de crudo del mundo, advirtió el lunes sobre el riesgo de una caída en su producción tras varios ataques ocurridos días antes reivindicados por los hutíes.
Uno de ellos tuvo como objetivo una refinería de Aramco en la ciudad industrial de Yanbu en el mar Rojo, a unos 100 km al norte de Jeddah, obligando a la compañía a reducir “temporalmente” la producción y recurrir al inventario para compensar.
El Ministerio de Relaciones Exteriores volvió a acusar a Irán de “continuar suministrando drones y misiles” a los hutíes y pidió a la comunidad internacional que se implicara en buscar soluciones.
“Arabia Saudita no asumirá la responsabilidad por la escasez de suministro de petróleo en los mercados mundiales a la luz de los ataques a sus instalaciones petroleras”, dijo el lunes el Ministerio de Relaciones Exteriores saudita.
Los ataques de los hutíes “afectan a la producción del reino y a su capacidad para cumplir con sus compromisos, amenazando claramente la seguridad y estabilidad de los suministros en los mercados mundiales”, insistió.
Los países occidentales han estado presionando desde el comienzo de la crisis de Ucrania a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderada por Arabia Saudita, para aumentar su producción.
Pero la monarquía del Golfo se ha mantenido sorda a estos llamados, fiel a sus compromisos con la alianza OPEP, que incluye a Rusia, el segundo mayor exportador de crudo del mundo.
La segunda tanda de entrenamientos libres del Gran Premio de Fórmula 1 de Arabia Saudita quedó ligeramente retrasada tras los ataques y fue dominada, y ambas fueron dominadas por el monegasco Charles Leclerc (Ferrari), ganador el fin de semana pasado en Bahrein.
Los jefes de las escuderías se reunieron con el patrón de la Fórmula 1, Stefano Domenicali, para hablar de la situación. “Les ha informado que el fin de semana se llevará a cabo como está previsto y que la seguridad del evento ha sido una prioridad para las autoridades antes de este incidente”, precisó un portavoz de la categoría.
“Les tendrá al corriente de cualquier información nueva y seguramente volverá a reunirse con los jefes de equipo por la noche para trasladarles cualquier nueva noticia”, agregó.