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Taxista honesto: “quedé enamorado de Carlos Paz”

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- El Ente de Turismo de Villa Carlos Paz premió con unas vacaciones al chofer de la Cooperativa de Radio Taxis que encontró y devolvió 320 mil pesos en Paraná, luego que un pasajero se olvidara un bolso en el asiento trasero del coche que Móvil 85 que conducía. Adrián Abud viajó el 15 de agosto a la hermosa localidad serrana donde fue tratado a cuerpo de rey. En la capital entrerriana solo fue premiado por su empresa. Imperdible galería de fotos que reflejan el magnífico reconocimiento, envidiable por cierto, de funcionarios y empresarios cordobeses, VERDADEROS EJEMPLOS de cómo saber GRATIFICAR a gente HONESTA.

 

Va a cumplirse una década desde que Abud, casado, cuatro hijos, cumple funciones como chofer de la Cooperativa de Radio Taxis, estando a cargo en la actualidad del Móvil 85.

A mediados de julio sucedió un hecho que pudo cambiar en parte su vida. Él, quien alquila una modesta vivienda junto a su Familia, halló en el auto un bolso con 50 mil pesos en efectivo y 270 mil en cheques.

 

Ni bien se anotició de ese descubrimiento, comunicó ello a la empresa y a los pocos minutos devolvió la valija y dichos valores a un sexagenario que como única premiación le dio 100 pesos.

Sin embargo, pese a esa ingratitud, la Municipalidad de Villa Carlos Paz SÍ valoró el noble gesto y lo invitó a gozar de unas minivacaciones en tan bellísima ciudad al borde del fastuoso cinturón serrano cordobés.

 

Abud, viajó el miércoles 15 de agosto con su señora y los 4 cachorros a Carlos Paz, en una moderna unidad de Zenit, empresa que se unió al reconocimiento.

Una vez llegados a la Villa, fueron recibidos por el intendente Oscar Antonio quien les dio la bienvenida, y de allí se trasladaron al Hotel Linz, cediendo sus comodidades el empresario Fabián Guerrero, quien asimismo los invitó a disfrutar de la exquisita gastronomía del Restó El Mundo.

 

El jueves, el presidente de dicha Comuna, lo agasajó junto a funcionarios del área Turismo de esa bellísima ciudad, y le obsequió vouchers para recorrer atracciones como el Complejo Peko´s, Aerosilla y Catamarán, como además fueron invitados a peñas y se les regaló cajas de riquísimos alfajores tradicionales. Abud, por su parte, hizo entrega de una artesanía labrada por un orfebre entrerriano.

 

Por otra parte, Abud fue entrevistado por una radio local donde contó lo sucedido en la capital entrerriana.

 

El taxista paranaense recordó en diálogo exclusivo con Cuestión Entrerriana que a mediados de julio, en horas del mediodía, tomó un viaje ocasional en la intersección de Galán y Pirán. “Un pasajero de 60 años, más o menos, me pidió que lo lleve a El Diario. Tras dejarlo en Urquiza y Buenos Aires, fui rumbo a la parada de la Clínica Modelo, donde me bajé para ir al kiosco y recargar el celular. Tras ello, al subir al auto, descubrí el bolso. Mientras lo revisaba, pidieron desde la empresa que Móvil había tomado en Pirán y Galán, pues alguien se había olvidado de un bolso sin citar lo que tenía adentro. Yo me comuniqué con el operador, le expliqué que lo tenía y me indicó que lo llevara a la esquina donde se subió el pasajero, o sea, frente a la Concesionaria Castellaro. A los pocos minutos estaba allí. El hombre me preguntó ‘cuánto te debo’ y yo lo miré como diciéndole ‘vos sabés lo que acabás de recuperar’. En realidad, lo miré y algo así le dije, a lo que él, la única actitud que atinó hacer fue la de ofrecerme 100 pesos. Ni siquiera me saludó y entró a Castellaro desde donde alguien mas me saludó con la mano”, contó Abud a modo de monólogo.

 

“Lo hice por mis hijos. Fue como dejarles un legado. Con esa plata podría haberme comprado un departamentito, o simplemente mejorar nuestra calidad de vida. Pero consideré que no era mi dinero y que esa persona también lo necesitaba pero de alguna manera le correspondía. No me puse a pensar de donde provenía, o para qué era. Simplemente entendí que no era mío. Cuando me ofreció los cien pesos ahí me bajaron algunas fichas. Soy sincero. Pensé de todo. Fueron varias noches de pelearme conmigo mismo. No por la plata que me perdí de gozar sino por la conducta de quien todo el mundo dice que fue un miserable”, confesó Adrián, quien añadió: “seguro que hoy haría lo mismo. Lo haría una y otra vez porque a la plata hay que ganársela laburando. Te reitero que por la postura que tuvo me puse mal. Y peor aun fue las cargadas que recibí de mis compañeros y hasta de amigos y otros familiares”.

 

Respecto a la gratificación por parte de la Municipalidad de Villa Carlos Paz narró: “fue cosa de no creer. Me sorprendió porque en realidad uno espera que en su propia ciudad lo reconozcan. Estoy agradecido infinitamente al intendente de esa muy bonita localidad y a los empresarios que me agasajaron, en especial a la gente de Zenit y a Fabián Guerrero. Nos trataron como si fuésemos grandes personalidades. Una hospitalidad digna de recomendar”.

 

Abud, que está ahorrando para adquirir un automóvil y trabajar entre ocho y doce horas diarias, reafirmó “Era un dinero que seguramente a un laburante como yo le solucionaría muchas cosas, y era la primera vez que me pasa algo así, con tanta plata. La gente se olvida muchas cosas en los autos y por ahí el taxista o el remisero están mal vistos, al no entender que uno no siempre mira para atrás y que los viajes siguen y suben otros pasajeros. En mi caso, el miércoles de esta semana una persona se olvidó un celular de 800 pesos y se lo fui a llevar al hotel donde estaba. También en otras oportunidades se han olvidado hasta 2 mil pesos y los devolví, al igual que otras cosas pero como en ésta ocasión, demoraron más de dos semanas en enterarse y no fui yo el que avisó a la prensa de lo que hice. Fueron unos compañeros”.

 

Ampliando lo vivido en Carlos Paz, el “Tachero” destacó: “el hotel era muy confortable, con una atención esmerada, y a escasas cuadras de las sierras. El restaurante espectacular. Pero aparte, la ciudad lucía espléndida. Limpia, ordenada, bien señalizada. Ojalá algún día pueda volver como deseo que el intendente Oscar Antonio venga a Paraná para al menos oficiarle de chofer y hacerle conocer nuestra ciudad. Disfrutamos de cinco días inolvidables, quedé enamorado de Carlos Paz”.

 

Finalmente, reconoció que está triste por la ingratitud de Paraná: “cuando tuve esa actitud decidí callarme y que todo quede en mi interior. Que sirva de ejemplo a mis hijos, y por qué no, a mis compañeros para que la empresa siga creciendo con laburantes sanos, honestos. Luego, me convencieron y acepté los llamados de la prensa. De hecho que agradezco el trato que tuvieron los medios. Muy respetuoso. Después vino lo de Villa Carlos Paz y con mi señora nos preguntamos si no hubiera correspondido que antes esa valoración sea desde tu propia ciudad. Pero bueno… Nadie es profeta en su tierra y sinceramente tampoco ese fue mi objetivo o propósito. Lo hice por honestidad y punto. No lo valoraron y ya está. Una pena que no se baje un buen mensaje desde la clase política que pudieron aprovechar lo sucedido como un efecto dominó, poniendo de relieve los buenos gestos. Carlos Paz sí fue inteligente y de eso se enteró todo el país”.

 

Como evidentemente, Abud no lo dice, pero, TODO EL PAÍS también se está enterando de la INGRATITUD de los paranaenses. Una pena, ¿no?…