Superar el cáncer infantil: experiencias de familiares
|Familias que atraviesan el proceso de enfermedad con sus hijos, ayudan a otros con testimonios. Gisela, una mamá de Paraná, comparte la historia de vida junto a su bebé, que a los 8 meses, fue derivado al Hospital Garrahan. Su mensaje sirve para promover la importancia de los controles de rutina.
Gisela recuerda su historia. Pasaron diez años, y todavía se emociona con todo lo sucedido. No solo porque es algo del pasado, sino también porque es su vida presente. Su hijo fue diagnosticado con una rara enfermedad – histiocitosis- cuyo tratamiento es igual al de un cáncer. Tenía solo ocho meses cuando su pediatra, atenta a lo que empezaba a manifestarse, hizo una interconsulta y derivó al bebé y a su familia desde la ciudad de Paraná, al Hospital Garrahan, el centro pediátrico de referencia en salud pública, gratuita y de alta complejidad más importante de la Argentina, con el cual el Ministerio de Salud de Entre Ríos implementa un programa de articulación.
“Esto fue a mediados de agosto de 2014, nuestra expectativa era que para septiembre u octubre nos dieran la derivación. Pero todo sucedió al día siguiente, partimos hacia Buenos Aires, donde nos recibió una médica del Garrahan que ya estaba al tanto de la situación. La especialista tenía una sospecha de qué enfermedad podía ser, pero no obstante, indicó realizar todos los estudios para cerciorarse y cotejar”, rememora Gisela que pone de relieve la importancia que tiene el sistema de derivación que existe en la provincia en articulación con el Garrahan y por el cual, de manera inmediata su bebé fue trasladado.
El 15 de febrero es el Día Mundial del Cáncer Infantil, la fecha sirve para valorar estos testimonios de superación, al igual que destacar la fortaleza, la resiliencia y la paciencia que niñas y niños atraviesan en este proceso, y acompañar a sus familias. Pero también, es una conmemoración que permite remarcar la importancia de una estrategia esencial para la salud: los controles de salud de niñas y niños de manera periódica.
“Es de vital importancia la detección temprana”, señala Fernanda Peserico, médica del Servicio de Cuidados Paliativos del Hospital Materno Infantil San Roque que al igual que otros profesionales de la salud, remarcan que cuanto antes se diagnostica una enfermedad, se dan mejores posibilidades de tratamiento y de superación del proceso”.
“La pediatra o el pediatra tiene una formación y el entrenamiento, que hace que en el control de los chiquitos, ya se dan cuenta de cosas que de pronto para los familiares se nos puede pasar como algo desapercibido”, indica Gisela, al destacar el trabajo que desarrollan estos especialistas. Y es que en el control de rutina, el peso, la talla, así como cualquier otro procedimiento de exploración que realizan los profesionales, pueden ser indicadores de un síntoma o dar información de base para detectar una enfermedad a tiempo.
En este marco, desde la cartera sanitaria provincial se busca difundir mensajes que promuevan los chequeos que habitualmente deben realizarse niñas, niños y adolescentes, para fomentar la prevención.