Solo un puñado de parientes renunciaron por el decreto “anti-nepotismo”
|El decreto que Macri firmó como consecuencia del escándalo Triaca comprende a doce familiares directos de miembros del gabinete. Como sólo se aplica a parientes directos y que dependen del Poder Ejecutivo, hay siete que encontraron el resquicio para seguir en sus puestos.
Mauricio Macri realizó el anuncio con bombos y platillos los familiares de los ministros que estuvieran en la función pública deberían dejar sus cargos. Lo hizo en el marco del escándalo por el despido y los insultos del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, a su empleada y para ello dictó un decreto de necesidad y urgencia. Pero fue más marketing PRO que otra cosa: pasaron los días y solo se fueron unos pocos.
El decreto 93/2018 que Macri firmó tras hacer el anuncio al regreso de su gira por Europa sólo se aplica a familiares directos de los miembros del gabinete nacional. Sin embargo, hay otros familiares de ministros con cargos públicos que por no tener ese grado de parentezco podrán seguir en funciones. Lo mismo pasa con los parientes que están en organismos descentralizados, a quienes la disposición de Macri no alcanza.
Los familiares afectados por el decreto presidencial son doce, según un relevamiento de La Nación. Entre los que se van del Gobierno están el padre y el hermano del jefe de Gabinete Marcos Peña. Félix Peña era asesor ad honorem del Consejo de la Producción. Andrés Peña revistaba como subsecretario de Desarrollo Institucional Productivo de la secretaría de Industria. En la Rosada dejará su cargo, bajo la órbita de Peña en la Jefatura, Elena Bordeu, media hermana de Fernando de Andreis, el secretario general de la Presidencia.
Rogelio Frigerio verá salir a su padre y su esposa. Octavio Frigerio, progenitor del ministro del Interior, se desempeñó este tiempo en el directorio de YPF, mientras que Victoria Costoya fue directora de Financiamiento Internacional y Cooperación Internacional del ministerio de Desarrollo Social.
En Turismo, el ministro Gustavo Santos debió prescindir de su hijo Matías, al que había sido designado como su Jefe de Gabinete. En Arsat estaba Rodrigo de Loredo, yerno del titular de Defensa, Oscar Aguad. De Enacom sale como delegado Juan Diego Etchvehere, hermano de Luis, el ministro de Agroindustria.
A su vez, Juan Pablo Álvarez Echagüe abandona su cargo al frente del Instituto Argentino del Transporte. Allí lo había colocado su cuñado, el ministro de Transporte Guillermo Dietrich. Y Francisco Langieri, hijo de Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad, se va del ministerio de Modernización.
Todos se suman a los tres familiares de Triaca. Su hermana Mariana renunció al directorio del Banco Nación. Su otra hermana, Lorena, hizo lo propio como directora de Asuntos Externos de la Agencia Nacional de Inversiones; y la esposa de Triaca, María Cecilia Loccisano, dejó su puesto como coordinadora de Financiamiento Internacional del ministerio de Salud.
Con la excusa de que no hay consanguinidad o que no son parientes de ministros del Poder Ejecutivo, siete parientes se aferran a sus cargos. Allí está Soledad Alonso, hermana de Laura, la responsable de la Oficina Anticorrupción. Revista en la secretaría general de la presidencia y se mantiene porque Laura Alonso alega que ella no es ministra.
Alejandra Illia, prima de la vicepresidenta Gabriela Michetti, conserva su puesto como jefa de despacho en el Senado. También evita su salida por no pertenecer al Poder Ejecutivo. Al no ser familiar directo, la prima de Carolina Stanley, Cecilia, seguirá a sus órdenes como jefa de gabinete de asesores en el ministerio de Desarrollo Social.
Ana, la hermana de Rogelio Frigerio, continuará como Coordinadora de administración y área social de Cascos Blancos. Un primo de Frigerio, Mario, mantiene su sillón de subsecretario de Investigación, Desarrollo y Producción del ministerio de Defensa.
Finalmente, no se tocará al hijo y al hermano de José Torello que revistan en la Anses. Torello es jefe de asesores de Macri, sin rango de ministro.