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Sobreseyeron al ex juez Norberto Oyarbide en una causa derivada de los cuadernos de las coimas

La Justicia federal sobreseyó al ex juez Norberto Oyarbide y a Javier Fernández​, presidente interino de la Auditoría General de la Nación, en una causa derivada de los cuadernos de las coimas.

 

El juez federal Marcelo Martínez De Giorgi firmó la resolución el último día hábil de 2019 en beneficio de quienes figuraban en las anotaciones de Oscar Centeno como receptores de parte del dinero que repartía el ex funcionario K Roberto Baratta.

 

Según publicó Infobae, ambos habían negado lo que sostenían los cuadernos en su declaración ante el juez Claudio Bonadio, quien igualmente los procesó en septiembre de 2018 como miembros de la asociación ilícita.

 

Pero en diciembre de 2018, la Sala I de la Cámara Federal dejó sin efecto aquel procesamiento y ordenó que se los investigara en una causa diferente, a cargo de Martínez De Giorgi y del fiscal Carlos Rívolo, en la que también se incluyó el testimonio del contador Víctor Manzanares como arrepentido.

 

El ex contador de los Kirchner había señalado que se reunió con Fernández y con Oyarbide para hablar sobre el enriquecimiento ilícito. Y que luego fue el propio Kirchner quien llamó a Manzanares para decirle que siguiera las instrucciones de Fernández, que oficiaba de operador judicial en nombre del kirchnerismo, según declaró Manzanares.

 

“Si bien en una primera aproximación la multiplicidad de información recabada respecto de los encartados aparentaría la posibilidad de estructurar una hipótesis delictiva a su respecto, un análisis más profundo permite concluir que no se trata más que de un canto de sirenas, de un espejismo”, señaló el juez en la resolución.

 

El magistrado dejó entrever que las anotaciones del chofer no ponen a Oyarbide y a Fernández en el mismo lugar y que lo único que existe es la declaración de Manzanares para validar la reunión entre Oyarbide y quien fuera el operador judicial.

 

Así, Martínez De Giorgi concluyó que no alcanza con las declaraciones de los arrepentidos para imputar conductas delictivas, ante la imposibilidad de contrastarlas con otras pruebas.