Sionista se fue de vacaciones sin fracaso
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Sionista quedó muy tempranamente eliminado de la Liga Nacional 2011/2012, sin embargo el adiós tan prematuro no implica fracaso. Fuimos el ÚNICO medio que, anticipadamente, respetó y/o priorizó el daño que generaban las lesiones. Y acostumbrados a ser la ÚNICA tribuna provincial que analiza exhaustivamente el básquet, pusimos oportunamente acento -hasta discrepando con jugadores y entrenador del CJS- acerca de las consecuencias que tenía no operar drástica y sagazmente con respecto a esta coyuntura. Galería de fotos exclusivas no publicadas.
Lo bueno es que, como evidenciando un rasgo saludable madurez, plantel y líder del cuerpo técnico fueron readaptando el mensaje hasta coincidir con Cuestión Entrerriana, lo cual enlaza una expectativa positiva en cuanto a lo bueno que sería comenzar a evidenciar una mentalidad más abierta y aceptar las sugerencias de quienes pueden tributar otra óptica constructiva más allá que no formen parte del “Proyecto”.
Y pese a que no nos guste haber pasado a vacaciones apresuradamente, sostendremos con énfasis una defensa acérrima a la negativa de aludir a un presunto fracaso como algunos sí intentaron reflejar.
Es obvio que nos encantaría estar cubriendo los Cuartos y nos hubiese fascinado seguir mas lejos aun, pero entendemos que la mala suerte complicó en demasía a los de Sebastián Svetliza. Este sentimiento se entremezcla con otra sensación vinculada a que, quizás, pudieron darse ajustes o cambios pero se esperó, se prefirió confiar en recuperaciones que, a la larga, ya no funcionaron como antes -Ale Zilli, por ejemplo-, o hasta no pudieron retornar, el caso de Juan Manuel Locatelli.
Aunque, de igual modo, se optó por respetar -como es tradición- contratos por más que existiesen dudas íntimas, no admitidas a tiempo, y paulatinamente se fueron dando circunstancias que profundizaron impresiones esbozadas por éste sitio web, caso el de Johwen Villegas o hasta el de Hakeem Rollins.
Aun así, es paradójico señalar, que más allá de las resoluciones adoptadas, queda el amargo sabor de convenir que con plantel completo fue uno, y con las ausencias sufridas o sendas recuperaciones, otro; no entrando en ésta comparación noches ASOMBROSAS como el 90-59 ante Regatas (sin Cequeira-Locatelli y Ferrini) o el 79-65 frente a Peñarol (sin Cequeira-Sandes) o no olvidemos que a Weber se le ganó en la 27ª (tampoco sin el mendocino y el chaqueño).
Inevitable pensar que fue una temporada contradictoria. Con metas iniciales de excelencia, apropiadas a lo que se iba denotando, con declinaciones o resistencia a realidades indiscutibles (mal de ausencias y niveles en singular que fueron decayendo producto de esas bajas parciales y acumulación de cansancio o desgaste progresivo), y con confirmaciones de rendimientos particulares en decadencia indisimulable.
Y si bien algunos podrán entender que el equipo llegó “a su techo” con bajas, discrepamos respetuosamente con esa teoría pues concebimos que Sionista NUNCA alcanzó su techo porque, amén de las lesiones, agotamientos, enfermedades (algunos sufrieron bastante del estomago), lo innegable es que cuando se esperaba retomar una senda que nunca más logró ser transitada, performances particulares en progresiva declinación causaron un descalabro rotundo como el dejado al desnudo en la serie de Playoffs.
Y éste Sionista 2011/2012, tan discordante o contrapuesto, nos permitió el gozar triunfos inolvidables mientras administró en exacta medida aptitudes (talentos-virtudes-resistencia psicofísica) con actitudes (concentracion-consistencia-intensidad-convicción-coraje-temperamento), sean cuales fueren los 12 en planilla.
Cuando el “Celeste” no logró sincronizar sus engranajes (no importando los nombres) y/o cuando un mecanismo falló a la armonía del resto, ahí se sucedieron los desfases.
El más pronunciado desequilibrio se dio en toda la Serie Regular con las oscilaciones de Johwen Villegas, y sus desniveles insondables entre el accionar ofensivo y el defensivo. Pero se acentuó en los Playoffs, etapa en la cual no ocultó sus ganas de irse a Puerto Rico para sumarse a los Mets de Guaynabo.
Mientras que, la inestabilidad o casi definitivo tambaleo, se registró en los Octavos con niveles distintos a lo que dieron en toda la Liga (sin apremios físicos claro está…), piezas claves como Junior Cequeira y Matías Sandes.
Entre los PRO nos queda indemne la figura elogiable de Federico Ferrini. De principio a fin, toda vez que entró, aportó RÉDITOS y se convirtió en uno de los que INDUDABLEMENTE merecen seguir.
Entre los “locales”, Ramiro Iglesias y Daniel Hure confirmaron que, con MAYOR CONFIANZA que les dispensen, pueden consolidar sus evoluciones.
Y lo de Nicolás Agasse fue fantástico. En sí, lamentamos que no se le diese más chances.
Una gran duda nos genera Hakeem Rollins. Hemos visto mejores producciones del centro estadounidense en otros equipos. Creemos que -motivado, incentivado- puede ser uno de los mejores foráneos de la Liga, pero debería dar un brusco cambio en su conducta, en su genio o condición psicológica.
No vacilamos en expresar que, de conseguir una recuperación 100 % de Ale Zilli, debería ser reconfirmado por lo que representa para el Centro. Su operación de rodilla y dificultades estomacales lo perjudicaron en extremo y así jugó al 60 % de sus posibilidades (algo con lo cual no concordamos pues consideramos que una ficha influyente debe rendir al 100 %). El sanjustino no puede irse sin revancha.
Los casos de Cequeira y Sandes son distintos. Ambos, más allá de lo ocurrido en Playoffs, o pese a sus bajas por lesiones, demostraron sus enormes jerarquías. Sin embargo, nos dejaron como balance la inseguridad en cuanto si terminaron cómodos con el cómo se jugaba o el cómo se terminó jugando.
Indudablemente, los dos van a tener jugosas ofertas pese a la fallida ronda de Playoffs donde lejos estuvieron de ser actores principales. Hete aquí la cuestión… ¿Con tan temprana eliminación, querrá aumentar su propuesta económica Sionista para evitar sus éxodos???… Difícil…El grupo de empresarios que conduce los destinos del Centro en Liga fija un tope y de allí nada se mueve, premisa que ha servido para cristalizar una administración pulcra, inobjetable.
Sería mucho más lógico que los profesionales se diesen cuenta que el débito es de ellos, no de la entidad. Por ende, si quisieran la revancha, disfrutando de condiciones profesionales EXCEPCIONALES y EJEMPLARES, aun desechando ofertas superiores de otros clubes, y readecuándose a lo que el coach pretende de ellos, podríamos verlos otra vez peleando por el desquite.
Honestamente, consideramos que están más afuera que adentro. Claro que sería fabuloso volver a verlos portando la “Celeste”.
Lo de Locatelli es similar. Al haber quedado gran parte de la Liga 2011/2012 afuera, debería tener el anhelo de continuar sin pretensiones monetarias superiores. Debería tener el deseo de desquitarse y para ello nada mejor que renovar y recuperarse, iniciando YA la previa a la 2012/2013 de manera perfecta.
¿Y el técnico?… Pese a que siempre lo quisimos, nos sorprendió que llegue Rollins por un Ed Nelson que había hecho las cosas dignamente en defensa y que en ataque era importantísimo para el pickandroll. Se jugó el head coach y respetamos la medida, en parte avalada por los antecedentes del centro que llegaba de San Martín.
Luego, discrepamos con el cómo se trató el tema lesiones. Entendiendo que pudo hacerse algún movimiento para equilibrar las inestabilidades y no forzar rendimientos que ocasionen agotamientos desmedidos como los que se fueron suscitando.
Uno de los puntos más cuestionados como ÚNICO medio que lo hizo, fue el tolerar tanta codicia ofensiva de Johwen Villegas y tanta falta de solidaridad y entrega del boricua en el cuidado del aro propio. No en uno, sino que en varios juegos, se lo vio “adornando” planillas individuales, y en parte teniendo éxito en su objetivo mezquino pues SIEMPRE se habló de él en torno a lo que dio y NADIE habló de cuánto le marcaba “su” hombre frente al cesto del equipo paranaense, o NADIE se refirió a la falta casi total de ayuda de su parte, luciendo SIEMPRE LISTO para que su planilla sea lo mejor posible.
Así, quien algo sabe de básquet, se percataba que Villegas solía no respetar planteos o libretos y que, cuando era apremiado por defensas duras, solía irse del juego.
NO discutimos su prestigio y/o dotes ofensivos. ¡Es un anotador de ostias!!! Criticamos su actitud indiferente a lo COLECTIVO. Svetliza lo mantuvo, lo consideró INAMOVIBLE y él le respondió teniendo la mente en La Isla del Encanto, en vez de dar TODO en los Playoffs.
Digamos que ese fue el Talón de Aquiles del coach. Su confianza 100 % en el escolta caribeño.
También hemos escuchado que “se equivocó” con Fabricio Vay. No coincidimos. Traer “otro” Locatelli era imposible. Si nos dicen YA quien quedó en el mercado LIBRE nos ayudarían, pero Vay era lo más potable y de hecho que era un desafío como lo fue el confiar en Sandes cuando muchísimos decían que estaba “roto”.
A lo sumo nos quedamos con ganas de verlo más a Fabricio.
Y sí… Es real que pudo recambiarse a Villegas por un “3” del estilo de Juan Manuel, pero NADIE esperaba los problemas que tuvo el alero de Tres Arroyos, o bajar al ala-bajo a Sandes y contratar un “4” atlético. Pero bueno… Son todas conjeturas, no olvidándonos que la maniobra de colocar a Hure de “3” dio beneficios ostensibles en algunos partidos.
En concreto, vimos a un Svetliza mas maduro, más sabio. Seguiremos, muy seguramente, discrepando con algunas medidas que tome o algunas omisiones, pero en definitiva continuaremos respetándolo como parte trascendente de un proyecto que recién lleva en la máxima categoría seis temporadas.
Hete aquí una reflexión… ¿Nos ayudan?… ¿Cuántas temporadas jugó en la máxima categoría de la Liga el Atlético Echagüe Club?… Uds. saben la respuesta… Entonces.. ¿Por qué tanto le exigimos o esperamos de Sionista que nunca descendió ni compró plaza?…
Sionista no dejó ningún compromiso sin cumplimentar. Es desde sus arranques en el Ascenso un EJEMPLO de seriedad profesional. Jamás se habló de malas administraciones, de deudas, de juicios. De hecho que, más de un 90 % de los jugadores argentinos quieren jugar en Sionista. Y muchos entrenadores de primera línea anhelan que algún día cambie la modalidad y se otorgue chances de demostrar sus valías en una franquicia donde el coach trabaja sin presiones.
Por ende, estaría recontra bueno que Sionista o en sí el grupo directriz que lidera ésta participación en Liga, promueva más acciones para captar un mayor flujo de espectadores que sientan algo que trascienda las ganas de ver buen básquet, que se movilicen por un sentimiento o vínculo mas estrecho y ello tal vez se conecte a disfrutar de una localía mas confortable en la cual no solo se goce de Rosco sino también de espectáculos inherentes a la cultura o que algún día nos regocijemos viendo a los jugadores en la Peatonal, en el Parque, en la Costanera promoviendo el básquet y su propia participación, convirtiéndose así en un verdadero referente al lograr la popularidad necesaria.
Quizás para ello deba dejar de ser “Sionista”… Lo dijimos en un par de ocasiones… Tal vez pueda pasar a ser cualquier otro club que no tenga obstáculos como para que los mismos chicos de cualquier religión que van a la cancha sientan el deseo de ponerse la camiseta de Mini, mirándose al “espejo” de la Liga y puedan hacerlo sin trabas de credo.
O… por qué no… Sería doblemente fantástico que cualquier niño que desee una buena formación basquetbolística pueda formar parte del semillero del Centro Juventud sin impedimentos, sin limitaciones y algún día, no tan lejano, pueda ser incorporado al plantel profesional, no necesitando realizarse tanto reclutamiento de chicos formados en otros clubes, lo cual -a veces- genera fastidio y dimes y diretes que solo le causan daño concatenado a su intervención en Liga.
Es una pena que se lo critique tanto a Sionista como no se le de el interés que merece… Una pena que haya tanta falsedad, tanta hipocresía, en algunos estamentos. Pero de igual forma es una lástima que desde el mismo Sionista exista una valoración tan particular hacia quien o quienes de alguna manera desean lo mejor, lo que incluye analizar honesta, sinceramente, poniendo en una misma línea de reconocimiento y/o respeto a aquellos que hacen de la murmuración, de la sátira, de la burla A ESPALDAS, una detracción constante y para nada edificante.