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Silvio Díaz entre rejas: “era previsible” expresó Marciano Martínez

“Claro que sí, era previsible que este sujeto cometería actos de violencia” dijo Marciano Martínez, abogado de la familia de Juan Manuel Martínez Zurbano el niño de 6 años que murió instantáneamente luego de ser atropellado en las puertas de la Escuela del Centenario por el auto que guiaba Silvio Díaz y que además le produjera gravísimas lesiones a Santiago de 11 y hermanito del menor fallecido. El trágico episodio tuvo lugar el pasado 6 de junio.

 

“Si se enmascaró y se puso una vincha fue porque estaba lúcido y pensó en que lo iban a reconocer. A mí no me sorprendió, insisto, porque este acto era previsible ya que cuando nos opusimos a su libertad, justificamos que este era un hombre que no tenía raigambre porque no tenía trabajo, ni familia, era una persona adicta al alcohol, a las drogas, tomaba decisiones de naturaleza violenta como la que debe haber tomado en la noche del viernes” confió el Dr. Martínez.

 

Fueron los propios padres del menor fallecido tras la alucinada y homicida maniobra de Díaz quienes le reportaron a Martínez que a Díaz lo habían encontrado ebrio en el ex boliche La Taberna de calle Corrientes de la capital provincial y que había generado tal tumulto que lo habían llevado detenido. “Fue el padre el que me llamó. Se había enterado temprano por los medios. Ellos están desconsolados porque después de todo lo que lucharon y sufrieron, y más lo sufrieron todavía cuando se le otorgó la libertad, porque eso fue como un agravio hacia ellos. Mire, fue como si los jueces les hubieran dicho a los dos en la cara: `La muerte de tu hijo no nos importa a nosotros los jueces”.

 

“La Cámara de Casación Penal lo dejó en libertad porque aplicó la norma jurídica constitucional internacional y la jurisprudencia. Pero la norma sola no es suficiente porque el juez debe saber lo que es la vida humana” dijo Martínez para agregar que “se debe conocer cómo son las personas y diferenciar a un adicto ya que no es lo mismo dejar en libertad a un adicto que a una persona normal”.

 

Y sin dudar, continuó fustigando la interpretación judicial que se hizo del perfil de Díaz, pero esta vez apuntando al esquema de funcionarios participantes: “Es hora que tengamos fiscales y jueces que conozcan la vida humana” y luego precisó el objeto de sus críticas: “No es cuestión de elegirlos porque son subordinados al Procurador General del STJ; se recibieron y fueron empleados judiciales, no vivieron la experiencia que tuvieron los abogados. Un buen judicial es aquel que tiene rocío en la solapa, aquel que conoce la vida humana”.

El abogado querellante finalmente consignó en nota reproducida por los colegas de Radio La Voz que “este es un problema y una lección, para que dejen de aplicar el funcionalismo sistémico, con la norma sola no alcanza, tiene que haber interpretación”.