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Si el “Islas Malvinas” se humedece…

Se suspendió Peñarol y Atenas por decisión de los árbitros Diego Rougier y Mario Aluz al encontrar condiciones de humedad en el piso flotante del Polideportivo. El partido se juega el martes a las 11.00. Según los colegas amigos de Pick and Roll “estaba para jugar”. Se fueron sin ver el partido más de 2000 personas.

No había superficie resbalosa, pero hubo suspensión. “Nosotros lo queremos jugar, pero los árbitros se tienen que decidir, que digan si o no pero que comuniquen algo, si quieren que esperemos, esperamos” contó el capitán de los cordobeses Bruno Lábaque. “Nosotros queremos jugar” decían casi todos los jugadores de Peñarol que fueron entrevistados.

En el medio del caos del parquet del Polideportivo había dirigentes, los dos planteles, allegados, periodistas y las imágenes de siempre se fueron sucediendo a escasos 7 minutos de comenzar el juego. Los jugadores de Peñarol pidieron talco o resina para no patinar y comenzaron las sospechas que la humedad estaba conspirando contra el juego.

Allí comenzó el revuelo de las sospechas que terminó en la medida de la suspensión. El árbitro Rougier explicó que existe una recomendación (que algunos dicen que deriva en sanción para los árbitros) de no comenzar el juego si hay posibilidad de suspenderlo luego. Alegaron el caso de Obras – Argentino de Junín de esta temporada.

Los dirigentes de Peñarol pidieron 30 minutos de prórroga y el aire acondicionado del Poli apareció a full para llevar aire fresco. Pero en verdad 30 minutos si estaba húmedo no hubiera cambiado la ecuación.

Con esta nueva recomendación los árbitros ni por casualidad se animarán a comenzar un juego que minutos después se pueda suspender. Esta movida empezó la temporada pasada con un pedido de los jugadores para que se tome más precauciones para con sus físicos.

Hace un año atrás Peñarol y Obras jugaron sobre un piso que comenzó muy resbaladizo (que luego se puso mejor) y Pepe Sánchez por entonces en Obras Sanitarias se negó a jugar el partido por riesgo a una lesión, tomando una buena decisión, la cancha estaba muy “peligrosa”. Pero Obras jugó. Unos meses antes, el clásico Peñarol y Quilmes se suspendió con 6500 personas en el poli pero entonces la suspensión fue criteriosa, era imposible jugar.

Esta vez apenas 10 minutos después de la suspensión no había una sola área en el parquet que contuviera humedad. Por el contrario, las zapatillas de los chicos que jugaban en el parquet era un síntoma que no había resbalones. Los árbitros se habían apresurado.

Entre las declaraciones de rigor Domingo Robles fue el que anduvo sin freno de mano “Esto es increíble, me había sentando para ver el partido y a último momento deciden que no se puede jugar, que tenían que ver ¿Cuánto más tenemos que ver los clubes para seguir jugando la liga?”, se preguntó a manera de queja el presidente de Peñarol

Luego aclaró que “Acá tuvimos que pagar un operativo policial por anticipado, y mañana tendremos que pagar otro desde cero y no podemos jugar sin el mínimo que le imponen a Peñarol (30), con todos los gastos adicionales que implica”

Al igual que cualquiera que se daba una vuelta por el parquet, Robles y el resto de la dirigencia comprobaba que estaba impecable. Se podía jugar pero la gente se había retirado y el partido ya estaba suspendido.