Sergio Berni afirmó que: “se estuvo muy cerca de una tragedia masiva”

El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, se refirió al conflicto por la droga adulterada, dijo saber dónde hay más dosis y evaluó: “Se estuvo muy cerca de una tragedia masiva”. En línea con esto, ante la pregunta de si el narcotráfico corrompe a la política, Berni respondió: “Todo lo que toca, lo corrompe”.

El funcionario conversó con C5N y allí reflexionó: “Hay que hablar de las cuestiones que le interesan a la gente y de cómo trabajamos todos los días para resolverles los problemas. En este momento hay que hablar de un flagelo que la realidad ha puesto a la luz nuevamente, que es el narcotráfico, la adicción y las falencias que tenemos que superar en le mundo”.

Además, sobre esta cuestión, Berni destacó que “la droga fue extremadamente letal”, y añadió: “Hablamos con las víctimas y refieren que, en cuestión de minutos, ya sentían que se morían”. Según sostuvo el ministro, se trataba de una droga de “muy, muy, muy baja calidad”, y argumentó esto diciendo: “Una dosis de esa droga vale más barato que una botellita de gaseosa que compre en cualquier estación de servicio”.

Sumado a esto, Berni contó que secuestraron 25.000 dosis, aunque lanzó: “Tengo la plena certeza y sé, casi con seguridad, donde hay remanente de eso y estoy peleando con la Justicia para que me habilite el allanamiento, aunque parezca mentira. Solamente en la Argentina pasan estas cosas. La Justicia todavía no lo resolvió. Se tiran la pelota unos a otros y esa droga mañana podría estar vendida. Estamos haciendo todo lo posible para que no”. Y reforzó: “Esta es la locura en la que vivimos todos los días”.

“Yo soy un soldado, rendirnos no es una opción. De chiquito mamé eso y seguimos trabajando”, subrayó.

Durante la entrevista, el ministro también le envió un fuerte mensaje a la oposición: “Me parece una estupidez competir a ver quién detuvo más narcotraficantes o quién volteó más búnkeres. En esta semana trágica, mientras nosotros trabajábamos, escuché muchos políticos hablar y decir cuántos búnkeres derribaron”. En relación a esto, destacó cuántos búnkeres se derribaron en Rosario, y disparó: “¿Sirvió de algo? No, miren cómo está Rosario”.

Berni apuntó también duramente contra Patricia Bullrich. “El otro día le pedí que me diga tres narcotraficantes importantes que detuvo, y no pudo decírmelo. A confesión de parte relevo de prueba”, dijo.

Para él, “la marihuana va a ser el reemplazo natural del tabaco”, y las autoridades deberían centrar su trabajo en políticas de prevención y rehabilitación, cuestiones “pendientes en la Argentina”. Al respecto, subrayó: “Los argentinos tenemos que discutir nuevos paradigmas y buscar las mejores políticas públicas para luchar contra el narcotráfico, porque evidentemente las políticas de lucha contra el narcotráfico han fracasado en el mundo”.

Ejemplo de esto, acotó, es el caso de Estados Unidos, donde -según precisó- se consume el 80% de la droga producida en América Latina, pese a que allí actúa la DEA, a la que definió como “el modelo de fuerza represiva de lucha contra el narcotráfico”.

Tal como consideró, “la política confunde despenalización con abrir la canilla para droga libre”. “Con la despenalización no se busca que se consuma menos, sino que algo que es ilícito y genera violencia, corrupción y destrucción del tejido social, sea lícito y se elimine esa parte”, sostuvo. Y añadió: “Tenemos que ver cómo le dejamos de hacer el juego a aquellos que hacen un negocio de la prohibición. Hay algunos que se benefician de ese dinero ilícito. Se financian grandes cuestiones en el mundo”.

De todos modos, entiende que la política no esta preparada para este debate. “Está impregnada en mezquindad. Esta semana la vida de cientos de compatriotas estaba en juego y estaban en la chiquita, en la estupidez. Estaban en la mezquindad de discutir cuestiones superfluas”.

Berni señaló que “el narcotráfico pone plata en radios barriales”, y marcó: “Se genera un ecosistema que gira alrededor de las actividades ilegales. Cuando hablamos de ilicitud no es solamente la venta de droga por sí misma, sino toda una cadena de ilicitud que se genera en los barrios vulnerables, que destruye ese tejido social y genera un ecosistema perfecto para que se autosostenga esa actividad ilícita”.