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Séptimo día de paro de colectiveros: no hay acuerdo… Nadie piensa en la gente

Choferes del transporte de pasajero urbano agremiados a la UTA, funcionarios de la Comuna, empresarios y autoridades de la Secretaría de Trabajo de la Provincia de Entre Ríos se reunieron en el Organismo sito en calle Buenos Aires a metros de Cervantes. El debate fue infecundo. Si bien hay predisposición para el acuerdo, las partes continúan intransigentes en la cuestión de fondo. La negociación quedó una vez más trunca. La ciudadanía va cambiando la posición respecto a su defensa inicial del derecho de los colectiveros.

 

“Se acercaron posiciones y la situación actual de cada una de las partes. Hay buena predisposición pero se pasó a cuarto intermedio hasta que pueda haber algún tipo de acercamiento económico”, informó Quinodoz a los medios presentes, aunque oficiosamente ni Provincia ni Municipalidad aportan comunicaciones en detalle sobre cómo se está tratando la coyuntura.

 

Según sostuvo el funcionario provincial, el levantamiento del paro “dependerá de cuando las empresas reciban los recursos, porque de dónde surjan, es otra historia”.

“Las empresas aducen que no tienen recursos económicos para hacer frente a la deuda”, reafirmó.

 

Quinodoz consignó que hubo “un punteo de parte del sindicato sobre las deudas que tienen las empresas, los descuentos que hicieron y lo que tienen que devolver para que al momento que lleguen los recursos, no haya diferencias en los depósitos y la medida pueda levantarse lo antes posible”.

 

Postura sindical

 

“No se llegó a un arreglo y se pasó a un cuarto intermedio, porque el problema está entre el municipio que es el poder concedente y las empresas, las que sostienen que no les alcanzan los recursos”, expresó un delegado sindical de UTA Entre Ríos.

 

“Los trabajadores y los usuarios somos rehenes de esta situación. Pedimos disculpas a los usuarios pero lamentablemente, esta es la única forma de reclamar lo que nos corresponde”, fundamentó.

 

“Sigue el paro y los trabajadores no nos vamos a mover hasta que aparezcan los salarios adeudados”, concluyó el trabajador.

 

Tensa tolerancia

 

La ciudadanía, en tanto, se viene expresando en foros de otros medios colegas y a través de las Redes Sociales. Del apoyo inicial incondicional, se ha pasado a una templada tolerancia aunque con signos evidentes de hastío.

Los vecinos ya no pueden seguir faltando a trabajo o debilitando la educación de sus hijos; menos pueden continuar usando con horarios discordantes el tren, o apelar a remises y/o taxis.

 

Por eso es que ya son mayoritarias las posturas de impaciencia, argumentándose que si todos obráramos con tanta intransigencia, la sociedad sería un caos.

Se refieren especialmente a que se trata de un servicio, y allí descargan también su fastidio hacia empresarios y gobierno municipal que no toma las medidas imprescindibles para poner fin a esta problemática crítica.

 

Lo que más irrita por parte del municipio es la falta de claridad oficiosa, algo similar comienza a ocurrir con el Gobierno de Entre Ríos, en cuanto a que no se explica con precisos fundamentos la delicada situación, y así todo se desenvuelve en un “tirarse la pelotita” unos a otros.

Hete aquí una verdad axiomática: están faltando comunicaciones oficiales, incluimos en esto a la propia UTA. Ya lo dijimos en el día de ayer después de los trascendidos originados en publicaciones del Diario UNO.

 

Nadie aclara, y oscurece cada vez más… Nadie piensa en el usuario.