Senadores sumarán otro aumento y pasarán a cobrar más de $9 millones brutos desde mayo

Luego de que el Senado aprobara el descongelamiento de las dietas la semana pasada, lo que implicó un salto a $8,9 millones brutos mensuales, este lunes se firmó un nuevo acuerdo paritario entre los gremios legislativos y las autoridades del Congreso. Con esta actualización del valor del módulo, los integrantes de la Cámara alta sumarán desde mayo cerca de $250.000 más, elevando sus ingresos a $9.142.920 brutos.
El recorrido hasta esta cifra comenzó con la llegada del Gobierno libertario. En aquel momento, el Congreso replicó una suba aplicada en la administración central. Sin embargo, ante el malestar de la Casa Rosada, Martín Menem (presidente de Diputados) y luego Victoria Villarruel (vicepresidenta y titular del Senado) frenaron el ajuste.
No obstante, en abril, oficialismo y oposición -por entonces todavía sin fracturas- pactaron un nuevo esquema de dietas que fue aprobado en el recinto sin exposición pública. A partir de entonces, el salario de los senadores pasó a componerse de 2.500 módulos base, 1.000 por representación y 500 más por desarraigo. Solo cuatro legisladores no perciben este último plus. A eso se sumó una dieta adicional para simular el aguinaldo, elevando sus ingresos a más de $7 millones brutos desde mayo pasado. La única excepción es Alicia Kirchner, quien optó por mantener su jubilación como ingreso principal.
A raíz de la indignación generada por un aumento del 6,6% para empleados legislativos, que también beneficiaba a los senadores, en julio y agosto, la Cámara alta resolvió anular esa suba y congelar sus dietas hasta el 31 de diciembre, con una votación unánime.
En noviembre, para descomprimir tensiones, se selló una paritaria con los gremios legislativos, similar a la del Ejecutivo, otorgando un 6,13% acumulado entre septiembre y diciembre. Pero, por el congelamiento, los senadores quedaron excluidos de ese incremento.
Ya hacia fin de año, varios senadores comenzaron a presionar a Villarruel para que levantara el freno que ellos mismos habían aprobado. Argumentaban que el impuesto a las Ganancias, los alquileres en Buenos Aires y otros gastos erosionaban sus dietas. La vicepresidenta accedió y en enero firmó una resolución que interrumpió la actualización automática del valor del módulo. Esa medida venció la semana pasada y permitió que el valor del módulo saltara a 2225,25. Con la nueva paritaria del lunes, que incluyó retroactivos de 1,5% y 1,2% para enero y febrero, el valor trepó a 2285,73.
Así, multiplicando por los 4.000 módulos que conforman la dieta completa, cada senador pasará a cobrar $9.142.920 brutos mensuales.
Pero el clima interno en el Congreso no es del todo festivo. Bajo la superficie se acumulan reclamos de empleados legislativos, que cuestionan desde los bajos sueldos hasta la rigidez del control de presentismo impuesto por las nuevas autoridades. Algunos trabajadores deben volver a fichar tras sesiones maratónicas para no perder bonificaciones o evitar sanciones.
También se escucha -aunque de forma muy reservada por miedo a represalias– el descontento con los sindicatos legislativos, como APL, conducido por Norberto Di Próspero. Muchos empleados acusan a sus dirigentes de haber acordado aumentos sin resistencia con los libertarios de ambas cámaras. De todos modos, esos mismos gremios adhieren al paro que comenzará pasado mañana, y que tendrá mayor impacto el jueves.