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Segundo día de reconocimientos: identifican a cinco de los rugbiers detenidos por el asesinato de Fernando Báez

El círculo se sigue cerrando alrededor de la figura de los diez rugbiers detenidos por el asesinato que conmociona a la Argentina: el crimen de Fernando Báez Sosa​ (18), cometido por una horda tan salvaje como cobarde, hace seis días en Villa Gesell.

 

Este viernes, en la segunda jornada de ruedas de reconocimiento, se confirmó que cinco de los imputados fueron reconocidos por los testigos citado para tal efecto. Dos de esos cinco jóvenes, están señalados como autores de la patada mortal. Pero todos, más allá del rol de cada uno en la golpiza, están sumamente complicados por igual. Enfrentan un proceso por el que pueden recibir la pena de prisión perpetua.

 

Amigos de la víctima y otras personas que fueron testigos de la agresión pudieron señalar a Máximo Thomsen como uno de los principales atacantes. Lo señalaron jueves y viernes como la persona que golpeó al adolescente de 19 años cuando este estaba en el suelo.

 

Los testigos también apuntaron a Ciro Pertossi como agresor de uno de los amigos de Fernando, un joven que recibió fuertes golpes y también fue pateado en el piso. A Tomás Comelli lo marcaron como integrante de la patota.

Y Matías Benicelli fue identificado como la persona que arengaba al resto de la patota para que golpease con mayor dureza a Fernando. No trascendió el nombre del quinto atacante identificado en la segunda jornada de ruedas de reconocimiento.

Ese nombre que falta sería el de Lucas Pertosi, quien podría ser indagado como posible coautor.

 

Thomsen, Ciro Pertossi, Comelli y Benicelli fueron identificados hoy en ruedas de reconocimiento en las que no estuvieron presentes. Los testigos tuvieron que marcar los rostros de los agresores de Fernando en fotos.

 

Las imágenes de los detenidos fueron presentadas junto con las de otros jóvenes de similares características físicas. Los testigos, explicaron las fuentes presentes, no vacilaron al señalar a los sospechosos.

 

La decisión judicial de identificar a través de fotos y no presencialmente, se debió a que después de seis días detenidos, los acusados perdieron el bronceado y se complica conformar las rondas con personas que tengan el mismo tono de piel, informó el querellante Fabián Améndola.

 

El abogado que representa a los padres de Báez Sosa aseguró que esta medida fue solicitada porque “los chicos, con estos días que han estado encerrados, han perdido el color tostado de la piel y las personas que han encontrado para conformar las ruedas están mayormente bronceadas”.

 

“Eso era una complicación, así que no hubo inconvenientes en que se realicen algunas de estas medidas de manera fotográfica”, señaló el letrado este mediodía, en el marco de la segunda jornada de ruedas de reconocimiento de los 11 imputados por el crimen solicitadas por la fiscal del caso, Verónica Zamboni.

 

Fue la misma fiscal la que durante la mañana del jueves pidió al servicio penitenciario bonaerense cupo en las cárceles de la zona para los diez detenidos. Se trata de una medida que debe leerse como tal: ninguno de los diez imputados detenidos tiene chances de recuperar la libertad, al menos en lo inmediato. Antes de comenzar las ruedas de reconocimiento, la fiscal había acusado como coautores del brutal homicidio a Máximo Thomsen y Ciro Pertossi, mientras que imputó como partícipes necesarios a los otros ocho jóvenes de Zárate que compartían la vivienda de vacaciones en Villa Gesell.

 

Distinto es el caso de Pablo Ventura. El remero que había sido arrestado al ser acusado por los otros imputados, fue dejado en libertad, pero aún no se definió su situación procesal, por lo que también participó de la rueda de reconocimiento. En estas dos jornadas ningún testigo señaló a Ventura como parte de la patota asesina. Es probable que al terminar este trámite judicial, que incluye las jornadas del lunes y martes para completar casi 130 rondas de identificación, Ventura será desvinculado de esta causa.