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Sebastián Vega reemplazado en Quimsa

Quimsa decidió hacer uso de la opción de la ficha de recambio temporario a raíz del estado de salud del entrerriano Sebastián Vega, quien no juega desde el Súper 8 por una infección. La dirigencia santiagueña resolvió contratar a Mateo Gaynor, el ex alero de Weber Bahía Estudiantes, que vestirá la casaca fusionada mientras la convalecencia del gualeguaychuense.

 

Gaynor, de 21 años y 1.98 metros, fue cortado hace poco del plantel que dirige José Luis Pisani (en su lugar arribó el santiagueño Enzo Ruiz, que recién estará habilitado para debutar el 6 de enero) y su representante llegó a un acuerdo ayer con la dirigencia fusionada.

 

Al igual que el resto del plantel, Mateo Gaynor se presentará a entrenar el 2 de enero y tres días después estará debutando en Sunchales, cuando Quimsa visite a Libertad en el televisado del 5 de enero.

 

En la LNB, Gaynor sólo había jugado en Estudiantes. Debutó en la temporada 08/09, con Marcelo Richotti como entrenador, y jugó 5 partidos siendo juvenil. Luego emigró a Europa para jugar en el Benetton Treviso de Italia, club con el que mantiene un vínculo hasta el 2013. También registra un paso por el Alaior de la tercera división de España. Y la temporada pasada volvió a Bahía, todavía siendo juvenil.

 

Jugó 41 partidos y promedió 2.7 puntos en 8.7 minutos de estadía en cancha. En la actual temporada, la primera en la que ocupa ficha mayor, jugó 18 partidos y promedió 1.7 puntos en 8.5 minutos. Gaynor, oriundo de San Antonio de Areco, jugó un mundial y un sudamericano sub 19 con la selección argentina.

 

Recodemos que el cuerpo médico de la institución no autorizó a Vega seguir jugando tras advertir que padece una inflamación de los vasos sanguíneos a causa de una infección. “El vaso normal de una persona mide entre 11 ó 12 centímetros y el mío estaba en 16. Ahí fue cuando saltó la preocupación, porque yo podía jugar, pero ante cualquier golpe, el vaso podía explotar, porque es muy sensible y delicado”, confesó el jugador quien narró: “El lunes empecé con mucha diarrea y mucho dolor de panza. Me dolía mucho la garganta, me sentía muy desganado. Pensábamos que era por la diarrea y no nos preocupamos tanto. El miércoles se me pasó, pero los síntomas seguían. Fui al médico y le pedí que por favor me haga un análisis porque no me sentía bien. En la ecografía saltó que el vaso estaba inflamado”, explicó.

 

“El vaso normal de una persona mide entre 11 ó 12 centímetros y el mío estaba en 16. Ahí fue cuando saltó la preocupación, porque yo podía jugar, pero ante cualquier golpe, el vaso podía explotar, porque es muy sensible y delicado. Los médicos me dijeron que no juegue hasta tanto se normalice el cuadro”, agregó resignado.