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Se trabó el tratamiento de la ley contra barras en Diputados y quedará para 2019

Luego de un largo debate, la Cámara de Diputados aprobó “en general” la ley antibarras por unanimidad. Pero, sorpresivamente, por desacuerdos en el tratamiento en particular, la oposición del PJ y el FpV consiguió trabarla y enviarla de nuevo a comisión.

 

La votación para que no se apruebe definitivamente este año, fue por 115 votos a favor, 84 en contra y dos abstenciones, una de ellas del jefe del bloque macrista, Nicolás Massot y el massista Marco Lavagna.

La moción de vuelta a comisión la hizo Martín Lousteau, un aliado de Cambiemos desde el bloque Evolución Radical.

 

El proyecto que busca combatir las mafias del fútbol, a través del agravamiento de las penas, la creación de nuevos delitos que antes eran contravenciones y apuntando a cortar las fuentes de financiamiento de los grupos violentos que viven del negocio del fútbol.

 

En general, el proyecto se aprobó por 201 votos a favor y tres abstenciones, según indicó el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó al leer el resultado del tablero, antes de pasar al debate en particular artículo por artículo.

 

Impulsada por el Gobierno como respuesta política al escándalo en la superfinal de River y Boca por la Libertadores, la iniciativa estuvo a punto de naufragar pero Macri extendió las sesiones extraordinarias para que pudiera tratarse.

 

El Senado ya había avisado que no la trataría este miércoles, como había acordado la Rosada con Miguel Pichetto, por la rebelión de un sector del bloque del PJ con su jefe. Así, la sanción quedaría postergada para febrero o marzo.

 

El proyecto tuvo muchas modificaciones desde que fue enviado por el Ejecutivo a extraordinarias el mismo texto que había sido presentado en 2016 en el Senado, que con la postergación de ayer volvió a mostrarse como la Cámara reacia a avanzar con una ley de esta índole.

 

En Diputados, en la negociación con la oposición se bajaron penas (se cuestionaba la falta de proporcionalidad con otros delitos del Código Penal) y se incluyeron otras sugerencias que acercaron las bancadas del Frente Renovador, Argentina Federal y Red por Argentina. También del FpV, como la creación de una base de datos -de las personas imputadas, procesadas o condenadas por delitos contra este régimen penal, y de aquellos a los que se haya impuesto restricción de concurrir al fútbol. El FpV votó en general a favor aunque “la ley nos gusta poco”, definió el jefe de la bancada, Agustín Rossi.

 

La sesión arrancó minutos después de las 13. Como se preveía, en el país del fútbol decenas de diputados de todos los colores quisieron expresarse, por lo que los discursos se llevaron toda la tarde.

 

En el inicio, la radical jujeña Gabriela Burgos, presidenta de la Comisión de Legislación Penal, que coordinó los acuerdos con la oposición, sostuvo que la iniciativa “no va destinada a los violentos”, sino a “la sociedad en general que quiere disfrutar de un partido de fútbol sanamente y sin violencia”.

 

Los diputados fueron definiendo su apoyo en general, pero muchos no dejaron de cuestionar el apuro (caso Felipe Solá) o manifestar su escepticismo de que esta ley vaya a terminar en serio con las barras (el kirchnerista Darío Martínez, entre otros).

 

La peronista jujeña Carolina Moisés, se opuso enfáticamente a hacer incompatible la función pública con el rol de directivo de club. Mentó la situación de clubes del interior. “El fútbol no es Boca River y las mafias de las barras que tienen acá. Los clubes del interior no se mantendrían si no fuera por el compromiso de los políticos. No vengan acá con un circo político para tapar el fracaso del Boca River”.

 

Elisa Carrió, que habló justo después, mantuvo la idea de separar ambas esferas: “No son los barras bravas sino los sicarios de la Argentina para cometer delitos. Separar la política del fútbol es separar la política del narcotráfico y la impunidad”, definió. El radical Luis Petri cuestionó la ONG Hinchadas Unidas de tiempos K, y recordó el discurso considerado apologético de las barras, de Cristina Kirchner.

 

“El presidente fue 12 años presidente de Boca, ¿no conoció a los barras bravas? El fiscal Stornelli, fue secretario de Seguridad de Boca 4 años, ¿nunca vio un delito? Stornelli fue al casamiento de Di Zeo, vienen a hablar de alguna expresión de la ex presidenta, no tienen cara”, replicó Agustín Rossi, quien sugirió no sin cierta ironía aplazar la discusión ya que se sabía, el Senado no la tratará este miércoles.