Santa Cruz: refuerzan seguridad con Gendarmería ante creciente malestar social
El Gobierno nacional, por expreso pedido de Alicia Kirchner, reforzó durante el fin de semana la seguridad en Río Gallegos y dispuso el traslado de gendarmes desde Las Heras, El Calafate y Río Turbio, ante el creciente malestar social en Santa Cruz, convulsionada por las protestas que derivaron en la madrugada del sábado en un asedio -con incidentes- a la residencia oficial en la que se encontraban la expresidente Cristina de Kirchner y su cuñada, la gobernadora.
La medida se adoptó desde la cartera de Seguridad que conduce Patricia Bullrich y se da en el marco de una tensa relación que incluye diálogo entre Santa Cruz y Nación, pero no hubo novedades -al menos hasta ayer- respecto de una mayor asistencia financiera, a fuerza de la reticencia de la mandataria del FpV a avanzar en las reformas estructurales que exige Balcarce 50 para hacer viable al distrito.
Ayer, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, reveló que en las últimas horas conversó “con la gobernadora y el vicegobernador (Pablo González)” para ponerse “a disposición” y “garantizar la seguridad” en Santa Cruz.
Tras la fuerte movilización de la tarde del sábado en Río Gallegos en repudio a la “represión policial” contra los manifestantes que intentaron ingresar en la vivienda oficial de la mandataria del FpV, ayer no se desarrollaron nuevas movilizaciones.
En cambio, el malestar por el operativo de las fuerzas de seguridad, por el atraso en el pago de sueldos y por la falta de una recomposición salarial tomarán la forma hoy de un paro de 24 horas que será protagonizado por estatales, docentes, judiciales y trabajadores de la Salud.
En paralelo, los maestros nucleados en ADOSAC definirán hoy la continuidad de las medidas de fuerza, por las cuales virtualmente no comenzaron las clases en Santa Cruz.
La violenta protesta se inició pasadas las 21 del viernes, cuando entre los sectores en conflicto circuló el dato de que la expresidente había ingresado a la vivienda de su cuñada.
A las 23 comenzó a crecer la tensión de la concentración supuestamente espontánea y se hicieron presente efectivos de Infantería y Bomberos, ya que en el interior de la Residencia se encontraban la gobernadora, la expresidente, su nieta de 18 meses y tres empleadas.
Pasadas las 0.30, los uniformados frustraron un intento de los manifestantes de ingresar al lugar, con el saldo de tres heridos. En una segunda avanzada hubo un cuarto herido.
El episodio fue cuestionado el sábado por Macri, al calificarlo como “ataque muy grave” y repudiar “la violencia como método”.
Desde el kirchnerismo apuntaron a un fogoneo de las protestas desde el macrismo.
“Esto fue organizado con el visto bueno del Gobierno Nacional y es parte del montaje de campaña; el ataque fue planificado y organizado por hombres de Cambiemos en la provincia, quienes no han podido ser gobernadores en dos oportunidades”, dijo Cristina de Kirchner el sábado, con la mirada puesta en el diputado nacional radical Eduardo Costa (Cambiemos), y tras difundir un video en el cual reflejó los rastros que la protesta dejó en la vivienda.
En sintonía, la gobernadora aseguró -en declaraciones a Radio 10- que “fue un ataque planificado” y que Cambiemos quiere “su cabeza para la campaña electoral”.
“Sería bueno que si la gobernadora tiene pruebas la presente en la Justicia”, contraatacó ayer Frigerio.
Con ese tenso telón de fondo, ayer el Gobierno de Macri y el kirchnerismo -con Cristina de Kirchner como vocera- protagonizaron nuevos cruces respecto de los responsables de la crisis.
En despachos provinciales no ocultan su malestar con la Casa Rosada por el “ahogo financiero” al que -dicen- Macri somete a Santa Cruz.
En esa línea, remarcan que esperan “que se haga efectivo el giro de plata que prometieron” y se quejan de la encerrona que les genera Nación al no destrabarles el aval para un endeudamiento.