Sacerdote argentino permanecerá todo el año en la Antártida
|El presbítero Francisco Roverano, del obispado castrense, es una de las 300 personas que integran la tripulación que se subió al rompehielos ARA “Almirante Irízar”, el cual partió ayer rumbo a la Antártida Argentina, para dar comienzo formal a la 119ª Campaña Antártica de Verano, que abastecerá a las bases del continente blanco hasta abril de 2023.
El sacerdote invernará en Base Esperanza, junto al personal militar y científico que participa de la campaña. “Es la primera vez que me embarco en una nave de la Armada”, dijo el padre Roverano.
La idea de embarcar al sacerdote apunta a “acompañar espiritualmente” a quienes viven allá, explicó el sacerdote, y destacó, a modo de ejemplo: “En la Base Esperanza hay niños que van a tomar su primera comunión”.
El obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, compartió una bendición, pidiéndole al Señor que proteja “a nuestros hermanos que, iniciando una nueva Campaña Antártica imploran tu bendición”.
“Concédeles buenos vientos, para que con tu auxilio puedan cumplir eficazmente su misión y regresen con satisfacción a sus hogares”, añadió.
Asimismo, consideró un “hito” para el obispado castrense que un sacerdote pueda permanecer durante todo el año en la Antártida.
El acto de inicio de la Campaña se realizó en el Apostadero Naval de Buenos Aires, y de él participaron el ministro de Defensa, Jorge Taiana; el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus; y la ministra de Salud, Carla Vizzotti.