Represión en el Congreso: la Policía gaseó nuevamente al padre Paco y a jubilados que marchaban por sus haberes

Otra jornada de tensión y represión se vivió este miércoles frente al Congreso de la Nación, donde se desarrolló una nueva marcha de jubilados en reclamo por mejoras en sus haberes. La manifestación fue nuevamente reprimida por fuerzas de seguridad que aplicaron el protocolo antipiquetes dispuesto por el Ministerio de Seguridad, y se registraron empujones, forcejeos y uso de gas pimienta y gas lacrimógeno.
Tal como ocurrió la semana pasada, el padre Francisco “Paco” Olveira fue agredido por la Policía Federal Argentina. En esta oportunidad, fue gaseado cuando intentaba rezar un Padre Nuestro junto a los manifestantes. Visiblemente afectado, el sacerdote expresó: “Estaba rezando el Padre Nuestro”, y denunció que no los dejaron manifestarse frente al Congreso:
“Íbamos a estar en el anexo del Congreso, en la vereda, pero estaba todo vallado. Le tienen miedo a los curas, ya no mandamos al infierno”, ironizó.
La movilización comenzó poco antes de las 15, como cada miércoles, y reunió a un grupo reducido de jubilados con banderas y pancartas críticas al gobierno de Javier Milei. También se sumaron organizaciones de izquierda, y el operativo estuvo a cargo de la Policía Federal y la Prefectura Naval Argentina.
Los manifestantes cortaron la Avenida Callao, lo que motivó el avance de las fuerzas, que desalojaron la calle con escudos y gases. Entre los incidentes, se produjeron empujones entre jubilados y efectivos, y algunos de los presentes fueron visiblemente afectados por el gas.
El padre Paco, que ya había sido demorado la semana anterior, relató entonces que intentó impedir el arresto de un compañero que había sido detenido por ayudar a una jubilada:
“Yo debería estar demorado y detenido también, pero el cura tiene coronita. Que me explique la Policía o el fiscal por qué mi compañero está demorado y yo no, cuando los dos hicimos lo mismo: intentar levantar a una jubilada que tiraron al piso”.
“Cuando a mi compañero lo agarraban para llevárselo detenido, yo me agarré a él como una lapa, uno de esos bichitos de mar que se pegan en las rocas y no hay quien los saque. Así me agarré a él, pero yo estoy en libertad y él no”, declaró al móvil de La 750.
En esa misma comunicación, Olveira había enfatizado:
“No importa mi herida. Yo no soy la noticia, la foto no tiene que ser yo. La foto son los jubilados. Como decía el papa Francisco, piden justicia social y les dan gas pimienta: esa es la noticia”.
Según informaron, una jubilada resultó con un hematoma en el brazo y un manifestante fue detenido.
La movilización fue encabezada por el grupo histórico de jubilados que sostiene el reclamo desde hace años, con el objetivo de visibilizar la crítica situación del sector, cuya jubilación mínima se encuentra actualmente en $366.481,75.