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Queremos trabajar: la desesperada campaña de empresarios y trabajadores que piden políticas para el sector

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La empresa Paquetá de Chivilcoy vive momentos de incertidumbre ante la crisis económica que afecta a las líneas productivas y se profundiza ante la suspensión de pedidos por parte de la firma Adidas. Maquinas paradas y el reclamo de casi 650 trabajadores.

 

Desde este martes, los trabajadores de la empresa Paquetá ubicada en Chivilcoy cumplen con un paro por tiempo indeterminado ante la “incertidumbre y falta de respuestas” de las autoridades de la fábrica de calzado local. La crisis responde a que la firma Adidas dejó de hacer pedidos a la fábrica, por lo que se ven afectadas las líneas productivas y el sostenimiento de 649 puestos de trabajo.

El secretario General del gremio UTICRA de Chivilcoy, Juan López, confirmó la medida de fuerza decidida en asamblea luego de una reunión con la empresa, en la que se ratificó la información que se manejaba hasta el momento: sólo hay trabajo para 15 días.

 

Inmediatamente comenzó a compartirse un mensaje que invitaba a sumarse al reclamo: “No importa si tu máquina es una computadora, un torno o una gran línea de producción. Sacale una foto con este texto, sumala a la lista y enviala para que todos sepan que ¡QUERÉS TRABAJAR!”, decía.

 

No es novedad que la producción industrial viene en picada. Sin ir más lejos, la propia Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó ayer que el derrumbe registró el quinto mes consecutivo.

Con bajos niveles de consumo en la economía local, la producción de las pymes Industriales descendió 7,4% en septiembre frente a igual mes del año pasado. Es el quinto mes consecutivo en que la industria cae. Frente a agosto se registró un declive de 6,3% (en la medición con estacionalidad), y en los 9 meses del año se acumula un retroceso de 1,5% frente a igual periodo de 2017, en un sector que viene en caída desde hace años.

 

Además, según datos oficiales difundidos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la utilización de la capacidad instalada en la industria descendió al 60,1 por ciento en julio, el nivel más bajo del año, lo que significó una caída de más de 5 puntos porcentuales con relación a igual mes de 2017.

 

“Se tomó esta decisión a raíz de una reunión sostenida con la empresa, en la que exigimos y necesitábamos que nos brinden información sobre la situación de la fábrica” explicó a un medio local, Juan López, y agregó: “porque la información que manejamos nosotros es la que circula dentro de la empresa y es que hay de 15 a 20 días de trabajo”.

¿Qué es la capacidad instalada de la industria?

 

El indicador mide el potencial de producción y el volumen máximo de producción que un sector particular puede lograr durante un período de tiempo determinado, en este caso el mes de julio de 2018.

 

Un bajo uso de la capacidad instalada significa subutilización de la infraestructura y por ende mayor costo por unidad. Lo que, claramente, puede repercutir en el nivel de empleo y por eso es tan importante conocer el porcentaje de capacidad. Se trata de un elemento determinante en la competitividad del producto o servicio frente a otros competidores en el mercado.

 

El uso de la capacidad instalada depende de las cantidades producidas, es decir de la ocupación de la infraestructura para generar los bienes y servicios para los cuales fue diseñada. En Argentina, entonces, 60,1 por ciento.

 

Sin embargo, el ministro de Producción, Dante Sica, se muestra optimista. Antes de conocerse las cifras oficiales, declaró: “No hay razón para pensar que las importaciones puedan estar dañando al aparato productivo”.

 

Pero lo cierto es que la industria argentina funciona poco más que a la mitad de su capacidad instalada y cientos de empresas deben tomar la decisión de cerrar o realizar despidos masivos antes la imposibilidad de operar en el mercado. Sin ir más lejos, hace menos de un mes, la planta Extreme Gear, ubicada en Esteban Echeverría y producía para la marca Adidas debió bajar las persianas debido a la apertura de las importaciones y la crisis cambiaria. El escenario, lamentablemente, se repite en todo el territorio nacional.