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¡Qué mala onda Pepe!!!

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Soy acérrimo defensor de los jugadores de selección nacional que intervienen en Liga. En especial, de aquellos con una trayectoria intachable en cuanto a comportamiento dentro y fuera de la cancha. Y he sido enfático en lo inherente a que el público que concurre al “Moisés Flesler” respete a esos valores que nos han dado tantas alegrías con la casaca CABB a lo largo y ancho del mundo. Anoche, uno nos defraudó. Un ídolo, una gloria, un profesional de ostias como Juan Ignacio Sánchez, lució díscolo, impaciente, intolerante.

 

Pepe Sánchez aceptó algunas fotos con sus fans en la previa del match ante Sionista, pero ni bien comenzó su rutina de calentamiento pre-competitivo su rostro pasó a ser pétreo, y su actitud se tornó nerviosa, intemperante, perturbada.

Ya lo hemos DISFRUTADO en Paraná y en otras partes del país donde acompañamos a la selección en la previa a torneos internacionales de envergadura. O sin ir más lejos, conociéndolo ya desde sus épocas juveniles, cuando acompañáramos seguido a los combinados confederativos.

Nunca lo vimos así, como éste viernes en el gimnasio del Centro Juventud.

 

Se lo notó tenso con nuestra reportera gráfica en cada toma que se intentaba captar, y la gota que colmó el vaso fue hacer todo lo posible por no “armar” el equipo para la foto de plantel de rigor que hasta la fecha ninguno de los adversarios de Sionista se negó.

Sin lograr su aparente cometido, se desquitó cuando la fotógrafa de Cuestión Entrerriana, solicitó que sean dos las fotos y no solo una. Mientras que TODOS aceptaban ese segundo de diferencia, él saltó, gesticuló un ademán grotesco y el resto de sus compañeros se desarmaron como pidiendo disculpas.

 

Muy buena fue la ocurrencia de un colega que en zona de plateas dijo: “mirá si Pepe le va a hacer eso a Marcelo Figueras…” Lo real es que Marcelo, el n° 1 por lejos del básquet americano y quizás n° 1 del básquet mundial, cuenta con trayectoria, oficio y equipamiento que no hace necesario la repetición “por las dudas” como siempre pedimos para que queden dos registros del plantel y siempre lo hacemos con los distintos clubes que pisan Paraná.

Por ello, Figueras difícilmente le requiera a Pepe Sánchez otra foto del plantel, aunque de sí pedirla, su SOLA SOLICITUD implicaría hasta una reverencia por parte del formidable base bahiense que anoche mostró una cara nunca antes vista. Y en eso le damos la derecha a la ocurrencia del colega amigo…

El consuelo llegó ya en el juego… A Pepe se lo vio protestón, quejoso, fastidiado y fastidioso hasta con sus compañeros. Con miradas acusadoras ante un error, recusaciones varias a los jueces y mesa de control, y correctivos hasta al propio Pisani.

O sea… Algo pasaba anoche con Pepe Sánchez. Conocíamos al introvertido, al retraído, pero no al mala onda y peor, no sabíamos de su irrespetuosidad, más aún con una MUJER por lo cual también podemos coincidir con el dictamen de una plateísta: “ese f…. es un discriminador…Mirá que le va a hacer eso a un fotógrafo varón…”

 

Una pena… Gran parte de nuestro anuncio se lo dedicamos a él y a Juan Alberto Espil quien SÍ trató de maravillas a nuestra fotógrafa, aun comiéndose el garrón de no poder jugar. Hasta se dio el lujo de contestarle cuando se le preguntó: ¿qué tenés en la rodilla?… y él dijo: “años…muchos años…” Para después ironizar: “no me saqués así (con el kinesiólogo vendándolo) que me hacés mas viejo…”

Pepe Sánchez debería aprender de Juan Espil… O tal vez, realmente tenía una noche adversa en lo psicofísico y nadie nos explicó antes que esa sensibilidad podía derivar en las actitudes que tuvo y que nos hicieran cambiar de parecer respecto a la admiración que sentíamos por su jerarquía profesional y valores humanos.

Francamente, no estamos enojados. Estamos tristes por haber conocido una faceta tan negativa de éste magnífico deportista que a su vez TANTO APOSTÓ por jerarquizar nuestra Liga y hacer de Weber Bahía una estructura SERIA en pos de recuperar esa plaza fabulosa que es Bahía.

Extrañó su conducta. Él, NADIE MAS QUE ÉL, debería haber “vendido” mejor la imagen del Albo. Él, debería ser el principal EJEMPLO en cuanto a marketing. Evidentemente, no alcanza con el talento con la pelota. Anoche, le faltó CARISMA, no para derrochar simpatía que es algo que NO SIENTE, pero sí ser RESPETUOSO con la prensa y en especial con quienes se le acercaron. Una pena Pepe…Aunque siempre se está a tiempo de pedir disculpas.

Fotos: Mariana Bourband.-