Que la “Spursmanía” sirva para algo…
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- El básquet de Paraná, o más específicamente las Redes Sociales con aficionados al basquetbol, exhiben una conmoción, y hasta una especie de orgasmo al contemplar la riquísima expresión de los San Antonio Spurs en las finales de la NBA. Variados comentarios y hasta Columnas Editoriales interesantísimas se observan por ejemplo en Face. No obstante, paradójicamente, NADIE traslada ese paradigma a cuán loable sería apreciar de aquí en más una REACCIÓN de los entrenadores de Formativas. De allí a que muchos escritos, terminen erigiéndose en un material de lectura pasajero y poco fecundo.
Las series decisivas de la fastuosa NBA han ofrecido repertorios exquisitos por parte de los San Antonio Spurs, clases magistrales del básquet que tanto amamos, el básquet en el cual descolla el EQUIPO por sobre lo individual, el básquet de pases contínuos y de brillo en lo general y no en lo particular, el básquet de método colectivo por sobre las inspiraciones singulares.
Y tan excelsa cátedra ha dado Greg Popovich que muchos amigos de las Redes Sociales, y otros que no conozco tanto, han caído rendidos, admirados, extasiados por las clases de alto vuelo exhibidas, las sinfonías excelsas de BALONCESTO PURO.
Dicho éxtasis ha promovido Editoriales en Face, textos de 140 caracteres en Twitter con loas sobre los Spurs, sin embargo, poco o NADA se vislumbra en cuanto a mensajes que tengan por destinatarios a los entrenadores de Formativas, quienes HOY MÁS QUE NUNCA con semejante muestra de SIMPLEZA, deberían modificar sus libretos, sus driles de trabajo, sus carpetas instructivas y VOLVER EN FORMA URGENTE A LAS FUENTES.
Nos parece fantástico que algunos se hayan disfrazado de Editorialistas y sacado a relucir sus aptitudes en lo inherente a Redacción, es lisa y llanamente estupendo que aparezcan nuevos analistas del básquet, pero… que sus palabras MOTIVEN, INCENTIVEN, propendan al CAMBIO. De lo contrario terminan siendo pueriles, estériles.
El direccionamiento imprescindible debería ser hacia los entrenadores de Formativas potenciando a aquellos que están trabajando adecuadamente, apropiadamente y se denota ello en cada juego donde uno observa a 12 pibitos picando la pelota, pasándosela, lanzándola sin necesidad de someterse a que uno o dos “cracks” la posean despóticamente, o el entrenador exterioriza el buen hábito de tratar con calidez, con afecto, no exento de disciplina a sus chicos.
Que este magnífico testimonio legado por los Spurs sirva de algo. Ojalá que varios técnicos de Premini a U15 revean sus procederes, y repasen sus primeras asignaturas, esas que hablan de los FUN-DA-MEN-TOS.
Que archiven las tablitas, las canchitas, los fribrones; que muten drásticamente sus expresividades enojadas, de cólera, y retomen el camino que algún día perdieron por allí, tal vez urgidos por problemas económicos, personales, ambiciones propias o exigencias de terceros que terminaron causando una transformación nociva en sus rasgos humanos.
Que entiendan que tienen grupos de pibes no de hombres, a quienes se les debe enseñar hasta cómo correr, cómo respirar, cómo y/o cuáles son los espacios fundamentales del campo, cómo perfilar sus cuerpos, cómo saltar, cuál es la mejor postura para desplazarse, cómo armonizar sus cuerpos para lanzar, dónde no dejar de picar, etc, etc…
Y eso no se consigue con dos o tres días de práctica, con sesiones de 45 minutos a 1 hora 15 dependiendo de cada club, de cada infraestructura institucional, y de cada RESPONSABILIDAD/EFICIENCIA de los técnicos, como de la CAPACIDAD de los dirigentes para DISCERNIR metodologías de trabajo de sus entrenadores contratados.
La enseñanza es PROGRESIVA y NUNCA se termina de aprender con una fecha IDEAL que va desde los 6/7 años hasta los 15/16 años. Claro está… hay nenes híper talentosos que desde los 4/5 años ya demuestran permeabilidad al aprendizaje.
Esta muestra excelsa de los Spurs debe servir para que varios entrenadores dejen de gritarle a los chicos y recapaciten acerca de sus poses, de sus gestos, sus ademanes, sus recriminaciones.
Estas finales de la NBA con un San Antonio brillante en lo COLECTIVO deben posibilitar que muchos técnicos paranaenses depongan sus obstinaciones en cuanto a seguir imponiendo el doloroso criterio que los “virtuosos” jueguen mucho, pero mucho más que los rezagados en sus categorías y hasta sean promovidos a una Superior desplazando a chicos de esa edad injustamente.
La exposición de los Spurs debe promover que los instructores reviertan a partir de hoy mismo los pases exclusivos entre talentosos, las definiciones reservadas exclusivamente para los diestros; como debe ser útil para erradicar el criterio mezquino en cuanto a que deben ser 10 o 12 pibitos para llenar la planilla pero en realidad los que se divierten terminan siendo 2 o 3 mientras el resto sigue postergando su DERECHO a APRENDER y a ser FELICES con el básquet.
Ya basta de técnicos gritones, protestones, chinchudos, desafiantes, omnipotentes, despóticos en categorías Menores. Necesitamos más entrenadores afectuosos, cálidos, ¡necesitamos MAESTROS!!!
Hoy se admira a Popovich. Algún día debe haber mamado eso de “cómo liderar y transmitir enseñanzas sobre liderazgo”, de “cómo construir EQUIPOS SOLIDARIOS”, respetando él primero a sus jugadores, desarrollándolos desde sus pasos universitarios, sucediéndoles la autoridad para que sepan conducir los destinos del mismo dentro del campo, exigiendo, pero orientando, dando el ejemplo en cómo transmitir, cómo expresar una visión.
¿Queremos jugadores que sepan pasarse la pelota como los Spurs??? ¡Trabajemos para ello!!! Nosotros mismos, los padres, comprometámonos más a que nuestros entrenadores dejen de pensar en lo táctico, en lo estratégico en Categorías Menores, y pidámosles que nuestros hijos no pierdan tantas pelotas por NO SABER PASARSE LA BOLA, por no entender que la pelota va al jugador MEJOR UBICADO no al “amigo” o “compinche”.
Exijámosles que NO HAYA PREFERENCIA por destrezas y que TODOS jueguen la misma cantidad de minutos entre los 5/6/7 años y los 15 pues solo así germinaremos MUCHOS BUENOS JUGADORES y evitaremos tantas deserciones, tantas frustraciones.
¿De qué SIRVE si un nene trabaja menos de tres horas por semana y luego va al juego y solo entra 12 minutos o menos??? ¡ASÍ FRUSTRAN A SUS CHICOS!!! Los discriminan, los marginan.
Nosotros los padres debemos EXIGIR más a los técnicos SIN FALTAR EL RESPETO A SUS CAPACIDADES. Pero cuando hay MUCHAS SEÑALES A LA VISTA debemos INTERVENIR.
¡Ya basta de RESULTADOS COMPETITIVOS!!! ¡Más RESULTADOS FORMATIVOS!!!
Sobran, las didácticas para trabajos en la semana sobre pases, sobre pique de la pelota, sobre lanzamiento mediante JUEGOS.
Abundan pedagogías ni siquiera ESPECIALIZADAS, hablamos de libretos instructivos para Profesores de Educación Física, materiales que pululan en Google, que no son de imprescindible adquisición en librerías.
JUGAR AL BASQUET… Sí… JUGAR… no debe implicar un drama, una tristeza, un bajón. Debe dar felicidad a los chicos y a sus familiares. Vamos por mal camino desde hace MUCHÍSIMOS AÑOS y REBOSAN los ejemplos de anteriores Editoriales con nuestra rúbrica en los que anticipamos que tras la Generación Dorada el básquet argentino va a sufrir inmensamente para reverdecer estos laureles que hemos sabido gozar.
URGE que los entrenadores reflexionen y si no lo hacen que la dirigencia los invite, los exhorte, los conmine. Tenemos materia prima para lograr lo de los Spurs. Solo hay que proponerse un CAMBIO.
Recuperemos delos Archivos tantas producciones espectaculares de los Spurs, veamos cómo se pasan la pelota sin egoísmos, sin egocentrismos, e imitemos ello. Apreciemos como se hablan sus miembros, como se apoyan, uno a uno.
Que desde hoy, las prácticas vuelvan a poner a los FUNDAMENTOS como la ESENCIA, el CIMIENTO CONTUNDENTE del básquet de Inferiores.
Y que los entrenadores se reconviertan en verdaderos MAESTROS, en verdaderos DOCENTES, que sepan dar cátedra de cómo COMUNICARSE con sus alumnos, para que así, sus discípulos también APRENDAN A COMUNICARSE ENTRE ELLOS.
FUNDAMENTACIÓN Y COMUNICACIÓN: claves en el aprendizaje del básquet. Claves en el FUTURO del baloncesto nacional.