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¿Qué dirán en Sioni?

Juan Cantero ha generado cruzados comentarios sobre su retorno a Paraná para vestir la casaca de Sionista. Es unánime el veredicto positivo en cuanto a que TODOS desean verlo 100  % recuperado y lucir su indiscutible jerarquía. Sin embargo, muchos dudan. Él, NO, y eso basta para ilusionarse. Sin embargo, en nota con colegas surgió algo que NADIE reflexionó.

El talentoso base se pone una vez más la “Celeste”, desafiando al “segundas partes nunca fueron buenas…”. Y vale la pena hacer un repaso de retornos en el Centro para -lamentablemente- no exhibir el optimismo que si exterioriza Juan.

Aun siendo un referente, Ale Zilli -por lesiones-, nunca pudo recuperar el nivel de su mejor temporada antes de emigrar a Sunchales, pero por lo menos evidenció una actitud DISTINTA que le valió la continuidad.

Ahora bien… Pedro Franco y Junior Cequeira no tuvieron  el mismo efecto que en sus primeras participaciones y por ello, más el viejo adagio precitado, impera de forma inevitable la incertidumbre en éste retorno de Cantero como en el de Byro.

Lo halagüeño es la firmeza de Juan Pablo en decir “estoy muy bien, estoy feliz. Para mi empieza una etapa nueva en mi vida. Sé que estoy en deuda conmigo mismo y con mucha gente, pero siento que estoy listo como para volver a ser el jugador que fui”.

Sus declaraciones a El Diario renuevan la fe aunque hay dos puntos que generan una reflexión. Cantero esgrime: “Sé que voy a jugar con un apoyo incondicional sin tener que rendirle cuentas a nadie”. O se expresó particularmente o fue mal interpretado.

El PROFESIONAL siempre debe rendir cuentas. A su empleador, a su jefe, a sus compañeros y hasta rinde examen ante el depositario de su labor final, en éste caso del deporte de alto rendimiento, el público y la prensa.

Basta repasar notas previas a su llegada a Santiago del Estero para discernir que el contenido es MUY similar en cuanto a la expresión de deseo, modificándose el grado de convicción seguramente por el tiempo transcurrido y la rehabilitación ideal acometida.

Pero salvo que haya suscripto un contrato peculiar, las cuentas tendrá que rendirlas por lo cual consideramos que hasta pudo haber existido una interpretación especial del reportero o mínimamente la OMISIÓN de invitarlo a que recapacite de haber expresado ello.

Tan buen pibe como lo es Juan, inteligente, culto, si dijo ello, por algo será, pero… No nos cierra. Obviamente, mientras le cierre a él, todo bien.

Nos quedamos con el “me siento muy bien, mucho mejor que cuando terminé en Quimsa. Me siento seguro y lo más importante es que no siento dolores. Me siento con muchas ganas. Solo me resta esperar que arranquen las prácticas. Estoy con confianza en volver al nivel que alguna vez tuve”.

Nos tranquiliza la diferenciación en acentuar: “Ahora es diferente. Salgo a correr y no siento dolores, salto y no siento dolores, hago pesas y no siento dolores. ¡Sabes qué bueno que es eso para mí! Estoy como un pibe de mini que va a jugar su primer partido”.

Pero algo más de su alocución con el citado medio gráfico nos dejó inquietos… Es sabido que Sionista fue uno de los impulsores de los “no descensos”, por ello sorprende cuando Juan reconoce hablando de éste tema que: “genera muchas dudas. A mí no me agrada demasiado que hayan sacado los descensos. Para mí esta es una decisión que va a nivelar para abajo. Muchos jugadores decidieron irse porque los presupuestos no son los mismos, y eso provoca que el nivel decaiga. Acá habrá cuatro clubes que van a jugar por el objetivo de campeonar, el resto no va a jugar por nada. Me hace ruido que la Liga se juegue como si fuese el TNA”.

¿Cómo se tomarán éstas declaraciones?… Comprendemos, entendemos, que en el Centro NO hay un ejercicio despótico o autoritario de lo que piensen, reflexionen, consideren los profesionales, pero sí entendemos que hubo (¿hay?) un código o norma en cuanto a procederes y hasta declaraciones ante la prensa.

Más aún con las transformaciones que se vienen intentando cristalizar en el seno de la LNB, y acentuado a que es su regreso a Sionista, sorprende el posicionamiento de Juan. NO asombra su franqueza, su sinceridad, su SER DIRECTO, pero, es incontrastable que pudo ser más “político”. No tuvo vueltas. Y es valorable en lo inherente a la SINCERIDAD y GRANDEZA que todo deportista de alto rendimiento DEBE TENER. Aunque… ojalá no repercuta en negativo.