Puerto Rico se vengó en el “Malvicino”
|La selección borícua derrotó a Argentina por 96 a 89 en el segundo choque entre ambos sobre suelo sudamericano, disputado en un colmado “Ángel P. Malvicino”. El team de Hernández tuvo severas dificultades defensivas y en ataque lució muy discontinuo ante un rival que lo incomodó con su estrategia para proteger el canasto mediante disposiciones zonales alternativas en las cuales no faltó la rudeza.
Con buen manejo del base de Dallas Mavericks, Juan Barea y la aparición del gigante Peter Ramos Ramos (2.20 metros) en la ofensiva, los orientados por Manuel Cintrón se pusieron en ventaja por 5 a 2 en el comienzo del partido.
La aparición del santafesino Carlos Delfino en las ofensivas llevó al frente en el marcador al conjunto argentino (12 a 9), sobre la mitad del primer parcial.
Larry Ayuso tomó protagonismo en las ofensivas portorriqueñas y le permitió a los visitantes quedarse con los diez primeros minutos por 23 a 20.
El técnico argentino Sergio Hernández comenzó a rotar el plantel. Paolo Quinteros y Marcos Mata le dieron traslado rápido y gol desde el perímetro a nuestro representativo.
Con el ingreso de Nathan Peavy, el gigante Peter Ramos tuvo buena compañía bajo los cristales no sólo para defender sino para atacar.
Cuando parecía que argentina se iba a quedar con el segundo parcial a través de una conversión de tres puntos a cargo de Carlos Delfino, otra desconcentración sufrió el dueño de casa, usufructuada por Ángel Vasallo quien convirtió dos puntos en soledad logrando que los veinte minutos se cerraran igualados en 45 puntos.
Segundo período
En el comienzo del tercer segmento los centroamericanos lograron una diferencia de cinco puntos (50 a 45) producto del buen manejo del balón a cargo del NBA José Barea, sobre todo haciendo jugar a la “Torre” Peter Ramos y al versatil Nathan Peavy.
Un tirón en el gemelo de la pierna derecha, dejó afuera a Alejandro Ramallo, siendo sustituido por Silvio Guzmán.
En la continuidad del juego, hubo roces entre Peter Ramos y Luis Scola en la lucha por los espacios y las defensas, luciendo el Luifa disgustado por no encontrar no solo el gol, sino los mejores espacios y ángulos para resolver junto a la canasta, remitiéndose casi exclusivamente a lanzar de 5 metros y tratar de obtener rédito en segundas instancias, todas ellas “sucias”.
En el cierre del período argentina se encolumnaba para quedarse con una diferencia de 4 puntos 65 a 61 cuando en una ofensiva rápida Nathan Peavy convirtió de 3 puntos y cerró el cuarto para Argentina con solo un punto de diferencia, 65 a 64.
La clausura
Los 10 de cierre fueron cerradísimos, de ida y vuelta, prestándose la supremacía en el marcador, con alternativas cambiantes. Argentina mejoró tenuemente a partir de hallar brechas Luis Scola, pero apareció Carmelo Lee en soledad y clavó un triple para pasar al frente en el marcador por 90 a 86.
Respondió Luis Scola con una anotación de dos puntos y lanzamiento adicional para quedar a un punto, 90 a 89.
En el ataque borícua se marró una penetración pero Peter Ramos se quedó con el balón e intentó encestar dos puntos. A entender por el árbitro Juan Fernández la barrida de Carlos Delfino fue ilícita (una locura!!!) y le dio los dos puntos al jugador caribeño. 92 a 89.
En la siguiente ofensiva argentina Leonardo Gutiérrez falló un lanzamiento de tres puntos pegando la pelota en el aro. El corte argentino no tuvo el efecto buscado porque Ricardo Sánchez metió los dos lanzamientos libres.
Otro lanzamiento defectuoso, ésta vez de Cantero, trató de reducir la luz pero Barea se reencontró con la bola y de corrida puso cifras definitivas.
Un revés que no alarma pero que debería dejar enseñanzas. Argentina lució descompensado, poco criterioso con la bola en sus manos, muy ineficaz en sus decisiones y se halló ante un adversario mucho más cómodo a nivel temperatura que en Salta y que realmente defendió sagazmente como supo aprovechar la desconexión defensiva del conjunto CABB que no contó con dos figuras de excepción como Pablo Prigioni y Fabricio Oberto, más la baja del Chapu Nocioni, sumado ello a las tensiones particulares de algunos elementos que se jugaban el mantenerse en la lista final de 12 hombres.
Fotos: Manuela Calderón Bourband.-