PROYECTO DE ORDENANZA PROHÍBE LA ACTIVIDAD CON FINES LUCRATIVOS DE CUIDACOCHES, LAVACOCHES Y LIMPIAVIDRIOS EN LA CIUDAD DE PARANÁ
|Una iniciativa, que tuvo ingreso en la última sesión del Concejo Deliberante, establece la prohibición de la actividad rentada de cuidacoches, ayudantes, lavacoches y limpiavidrios en lugares habilitados de la ciudad de Paraná, quedando exceptuados de la medida los Tarjeteros debidamente inscriptos.
La violación de la prohibición dispuesta en el proyecto, autoría de los ediles Walter Rolandelli, Francisco Avero y Maximiliano Rodríguez Paulin (Juntos por el Cambio), para el caso de que la conducta de los infractores no constituya violación a las leyes contravencionales provinciales o a las normas tipificadas en el Código Penal, serán castigadas con las sanciones previstas en el Código de Faltas Municipal (ordenanza Nº 5421).
En caso de detectarse menores de edad involucrados en la actividad de estacionamientos, cuidado de vehículos y limpieza de vidrios, se deberá dar intervención inmediata a la Secretaría de Desarrollo Social, quien deberá realizar las actuaciones pertinentes ante autoridades policiales, judiciales y acusatorias, para el resguardo de los mismos.
En la exposición de motivos sus autores señalan su preocupación ante las inquietudes planteadas por distintos sectores de la ciudadanía, “en virtud de incontables hechos de inseguridad que se viven a diario a causa de los trapitos y limpiavidrios, que se encuentran a lo largo y a lo ancho de toda nuestra ciudad”.
En tal sentido manifiestan que “no se puede permitir la apropiación ilegal del espacio público habilitado, principalmente porque robos, arrebatos, amenazas y extorsiones, son algunos de los delitos a los que nos tienen acostumbrados estas personas, que se creen dueños del espacio público y que se han ido acrecentando en los últimos días”.
Ponen a título de ejemplo que el ejercicio de esta actividad “va en desmedro del derecho que le asiste a todo ciudadano al estacionar su vehículo en un lugar público habilitado como la Costanera o el Balneario Thompson, donde no existe obligación alguna de abonar por ese espacio público”.
“Esta regulación -sostienen los legisladores que propician la iniciativa- persigue una doble protección: la del espacio público y la del ciudadano amenazado e intimidado”.