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Promueven la actividad física sostenida como hábito que previene enfermedades

Practicar actividad física moderada durante todo el año es una importante medida preventiva para patologías como diabetes, hipertensión u obesidad. No obstante, los profesionales ponen el acento en la importancia de realizar una consulta médica previa al inicio de una nueva actividad.

 

El sedentarismo (la falta de actividad física regular) se encuentra dentro de los factores de riesgo modificables: Basta con dedicar media hora diaria a la práctica de una actividad física moderada para observar sus beneficios como medida preventiva de patologías como diabetes, hipertensión u obesidad, por lo que desde el Ministerio de Salud de Entre Ríos se brindan una serie de pautas para desarrollarla de forma segura.

 

La Organización Mundial de la Salud considera sedentaria a aquella persona que realiza “menos de 30 minutos diarios de ejercicio regular menos de cinco días a la semana”. Cabe señalar que el sedentarismo duplica el riesgo de enfermedad cardiovascular, de diabetes tipo II y de obesidad; aumenta la posibilidad de sufrir hipertensión arterial, osteoporosis, cáncer de mama y colon, entre otros; y es el segundo factor de riesgo más importante de una mala salud, después del tabaquismo. A nivel mundial es responsable de 3,2 millones de muertes cada año.

 

Cómo impacta la actividad física en el organismo

 

La actividad física trae beneficios desde donde se lo mire: desde el punto de vista metabólico, disminuye el nivel de azúcar en sangre, reduce el colesterol y ayuda a controlar el sobrepeso; desde el punto de vista cardiovascular, disminuye la presión arterial, mejora la oxigenación cardíaca de los músculos periféricos y mejora el retorno venoso de sangre al corazón. Por lo tanto mantener una actividad física periódica, de por lo menos 30 minutos diarios, es beneficiosa tanto física como mental.

 

Así lo hizo saber el cardiólogo Iván Acevedo, quien además recordó: “Lo que hay que tener en cuenta antes de hacer actividad física es, por lo menos, hacerse un electrocardiograma y consultar a un médico especializado para descartar que no haya ninguna contraindicación para hacer la actividad”. No obstante esto, el profesional manifestó que prácticamente no existen contraindicaciones para hacer actividad física, siempre que el paciente se haya hecho los chequeos y practique la actividad física en forma controlada y programada.

 

La principal recomendación es que “uno debe tomarse el tiempo para hacer la actividad física”, apuntó Acevedo, agregando: “No se requiere más de una hora por día, entre el inicio y la finalización”. Pero hizo una salvedad: hacer los mandados, así como la actividad diaria en la casa no se consideran una actividad física cardiovascularmente correcta, por eso es importante dedicarle el tiempo necesario para hacer una actividad que sea agradable tanto desde lo físico como desde lo psíquico. “Porque ninguna actividad física será confortable ni traerá el beneficio correcto si es obligatoria”, completó el médico.

 

Acciones desde el Ministerio de Salud

 

La cartera sanitaria, a través de la Coordinación de Prevención de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, a cargo de Soledad Garcilazo, brinda clases de actividad física orientada a la salud en centros de salud y hospitales, con su equipo de profesores. Allí se hacen mayormente actividades orientadas a rehabilitación o mantenimiento de la salud, así como pilates para el fortalecimiento y mantenimiento de la buena postura.

 

Uno de los profesores de educación física de la Coordinación, Lucas Ramírez Bidart, explicó que desde su experiencia la gente se interesa en el tema, pero usualmente se acerca cuando ya tiene una enfermedad o advertencia por parte del médico. “Se suman por recomendación ante alguna cardiopatía o enfermedad cardiológica, o por problemas de sobrepeso y obesidad; que coinciden con las enfermedades crónicas que más se ven en el mundo y de las que no estamos exentos en Entre Ríos”, señaló Ramírez Bidart.

 

En efecto, según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2013, la prevalencia de Actividad Física baja en Argentina es del 55 por ciento en adultos mayores de 18 años, con mayor predominio en mujeres y en niveles de ingresos económicos más bajos; mientras que en Entre Ríos este indicador se encuentra levemente por debajo de la media nacional, con un 53,3 por ciento de prevalencia.

 

Deporte y salud

 

Ramírez Bidart explicó que “el deporte en sí adquiere mucha importancia en la niñez y adolescencia porque es lo que luego lleva a adquirir un vínculo con la práctica de una actividad deportiva”.

 

En este sentido indicó que los profesores de educación física del Ministerio de Salud, en conjunto con profesores del Parque Escolar Enrique Berduc, brindan clases de atletismo (con clases de lanzamiento, salto y carrera) para chicos de seis a 16 años. Las mismas se desarrollan en las instalaciones del Parque los días lunes, miércoles y viernes, de 17,30 a 18,30.

 

Además hay una profesora que da clases para adultos en el mismo horario, “entonces mientras los chicos están haciendo atletismo, los padres (o abuelos) que llevan a los nenes al parque también se suman a hacer caminata, práctica de gimnasia y un trabajo de circuitos generalmente”, ahondó Ramírez Bidart.

 

En los adultos se observa un mayor número de varones que realizan alguna práctica deportiva, ya que muchas mujeres prefieren hacer gimnasia o clases aeróbicas. “Igualmente, aunque quizás sean más los hombres que realizan deporte, lo practican menos veces a la semana porque por lo general lo que hacen es jugar uno o dos partidos de fútbol, que tampoco es lo recomendado ya que realizan la actividad sin la preparación necesaria para un partido de una hora”, valoró Ramírez Bidart.

 

El profesor recomendó, por ejemplo en el caso de jugar un partido de fútbol cada sábado, “tratar de acompañarlo con la preparación adecuada, lo que implica hacer actividad física otras dos o tres veces durante la semana”.

 

Recomendaciones

 

En principio, se debe realizar actividad física cinco veces por semana, media hora por día como mínimo para sea beneficiosa y que la persona no sea considerada sedentaria.

 

Si recién se empieza es importante asesorarse con un profesor y seguir sus indicaciones en cuanto a las cargas, manteniendo una intensidad moderada o baja. A medida que se van observando los beneficios de la actividad física, ir subiendo gradualmente la intensidad o las cargas.

 

En caso de no poder realizar actividad física con un grupo o un profesor lo ideal es caminar. Se puede hacer la media hora de una sola vez, o repartirla por ejemplo en tres caminatas de 10 minutos cada una, pero debe ser una caminata de intensidad superior a la normal (no caminar “mirando vidrieras”).

 

Tener en cuenta factores como el clima, pero no abandonar la práctica “en invierno debemos intentar no dejar de hacer actividad física, que es algo que nos pasa tanto a nosotros como a los gimnasios y los clubes, que siempre merma la asistencia en estos meses porque hace frío o anochece temprano” indicó Ramírez Bidart. Entonces en días de baja temperatura o en época invernal se recomienda encontrar un lugar cerrado para hacer la actividad; o abrigarse bien y no salir en las horas de extremo frío (salir durante media mañana o a la siesta). En el verano lo contrario: procurar realizar las actividades en espacios abiertos, a la mañana bien temprano o a la tarde cuando disminuye la exposición al calor.

 

Mantener una hidratación adecuada, de dos litros de agua diarios. En verano se puede requerir mayor hidratación y dependiendo de qué actividad física se haga, cuánto se transpire y el horario, puede requerir también reposición de sales.

Fuente: Prensa Ministerio de Salud.-