¿Por qué el 17 de noviembre es el Día Nacional del Escultor y de las Artes Plásticas?
|El 17 noviembre de 1866 nacía en la localidad de Trancas, provincia de Tucumán, la destacada escultora Dolores Candelaria Mora Vega, más conocida como Lola Mora, quien trascendió las fronteras de la Argentina con sus obras y es considerada la primera escultora argentina.
En su memoria, el Congreso de la Nación instituyó por ley 25.003/98, la fecha de su natalicio como Día Nacional del Escultor y las Artes Plásticas.
Lola Mora inició sus estudios en pintura con el maestro Santiago Falcucci, pero luego su interés y su pasión por el arte la hicieron viajar a Roma, donde perfeccionó su técnica en el arte de la escultura de la mano del maestro Guilio Monteverde, quien la inició en el arte monumental, especializándose en el mármol, adhiriendo al estilo neoclásico.
Realizó los bustos de varias personalidades de la política y la aristocracia argentina, como Juan Bautista Alberdi, Facundo Zuviría, Aristóbulo del Valle, Carlos María de Alvear y Nicolás Avellaneda.
Realizó la emblemática Fuente Monumental de las Nereidas, que representa a estos seres mitológicos que asisten al nacimiento de la diosa Venus, para ser dispuesta en la Plaza de Mayo de la Ciudad de Buenos Aires, justo frente a la Catedral.
El problema es que este conjunto de divinidades de la mitología romana mostraba la desnudez de los personajes femeninos. Los moralistas de ciertos sectores porteños sostuvieron su descontento. Es por eso que, para evitar el escándalo, se la emplazó en la Costanera Sur.
También trabajó con las alegorías: las estatuas de La Justicia, El Progreso, La Paz y La Libertad, en las cercanías a la Casa de Gobierno de la Ciudad de Jujuy, y algunas esculturas en el Monumento Histórico a la Bandera en la ciudad de Rosario.
Ganó concursos internacionales como La Promotrice en Italia, y los que se realizaron para los monumentos de la Reina Victoria en Melbourne, para el Zar Alejandro I en San Petersburgo y el primer premio de la Exposición Universal de París.
El espíritu inquieto de Lola Mora desbordó la actividad artística para incursionar en los más diversos proyectos desde técnicas vinculadas con la incipiente cinematografía hasta grandes realizaciones urbanísticas, arquitectónicas y empresariales. Después de haber regresado a Roma y de volver al país, vivió en Salta y en Jujuy, y se radicó finalmente en Buenos Aires donde murió el 7 de junio de 1936.