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Por primera vez, Economía de la Nación no pudo renovar todos los vencimientos de deuda

Para no subir las tasas de interés, el Gobierno cerró este jueves la primera licitación de deuda en pesos del año sin poder cubrir la totalidad de los vencimientos. Esta semana vencían $ 7,1 billones y el Ministerio de Economía colocó bonos por $ 4,78 billones, por lo que dejó sin renovar $ 2,32 billones, que serán cancelados con pesos del Tesoro y podrían volver al mercado.

“El vencimiento del 30/09 de $7,1 billones será cubierto con el producido de esta licitación y los pesos que el Tesoro mantiene depositados en el BCRA para este fin. Esto resulta en una reducción de deuda en pesos con el sector privado de $2,32 billones”, informó la secretaría de Finanzas, luego de una subasta en la que solo le ofrecieron $ 5,76 billones.

Según Finanzas, la remonetización en pesos de la economía “ya ha comenzado e implica una devolución de recursos del sector público al sector privado en una situación sin precedentes para nuestro país” y se manifiesta en un aumento de los préstamos en pesos al sector privado del 46% y de la base monetaria del 51%, ambos en términos reales desde fines de Abril a agosto.

En esa línea, las autoridades afirmaron que “los bancos tienen una mayor demanda de liquidez que los lleva a reducir su financiamiento al sector público para sostener la expansión del crédito privado de las familias y las empresas”. “Anticipando estas situaciones, el Tesoro fue acumulando reservas en pesos en su cuenta en el BCRA, agregaron.

Economía ofreció un menú de 11 títulos compuesto por 8 letras de capitalización (Lecap) con vencimientos en octubre de 2024 y a lo largo de 2025, un bono de tasa fija hasta 2025 (Bonte) y dos bonos ajustados por inflación (Boncer) hasta 2025 y 2026. Las Lecap se adjudicaron con tasas de entre 3,75% y 3,98%, lo que marcaría la resistencia a bajar la inflación del 4%.

Luis Caputo ya había abierto el paraguas la semana pasada, cuando explicó que si no renovaba el 100% de vencimientos de la deuda en pesos era una buena noticia porque significaría haber llegado al “punto Anker”, definido por el ministro como el punto de inflexión donde arranca el “crowding in”, el desplazamiento del crédito de los bancos desde el sector público al privado.

Con ese esquema cambiario, el Banco Central dejó de comprar dólares en junio, las reservas netas volvieron a ser negativas en casi US$ 5.000 millones y la limpieza de la deuda de pesos del Banco Central se hizo a expensas de su traslado al Tesoro, lo que plantea interrogantes de cara a un levantamiento de las restricciones cambiarias.

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