Polémico intento de clausura de un complejo teatral en Mar del Plata
|Del escándalo al papelón. De esos extremos no escapa la noche de tensión que se vivió ayer en el Centro de Arte Roxy-Radio City-Melany, hasta donde llegaron dirigentes de un gremio vinculado a la seguridad en espectáculos públicos, funcionarios de dos ministerios provinciales y fuerzas policiales decididos a clausurar las instalaciones en las que, en esos momentos, había al menos tres funciones a punto de comenzar.
“Fue un verdadero atropello”, aseguró Marcelo Marán, director general de este conjunto de salas que es propiedad de Lino Patalano y que este año, en una temporada difícil para la ciudad en general y el rubro teatral en general, armó una programación con decenas de títulos y opciones para todo tipo de público.
La desprolijidad de lo vivido, sumado a algunas situaciones previas con presiones desde el Sindicato Único de Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia para percibir aportes del personal de control de salas, hizo que el objetivo de lo actuado pareciera más que turbio. “Parecía un gran apriete”, afirmó Marán.
La situación se controló por intervención de autoridades provinciales superiores y, sobre todo, la pronta asistencia de la prensa, que acudió al lugar ante el pedido de autoridades del complejo. Ante la presencia de las cámaras, sindicalistas, policías y agentes públicos se retiraron del lugar.
En un comunicado, las autoridades del centro de arte confirman que recibieron, a las 21 de anoche, un operativo “policial y administrativo” al que califican como “impresionante” por la cantidad de personal, en especial móviles policiales y de dos organismos públicos: Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires (intervino el Registro Público de Controladores de Admisión y Permanencia – Re.C.A.P.) y del Ministerio de Trabajo.
Fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense explicaron a La Nación que el Re.C.A.P. supervisa el cumplimiento de normas para personal de seguridad, más conocidos como “patovicas”. Y que en el caso del recital previsto anoche en ese complejo no había constancia de agencia contratada para ese rol. “Solo dos personas admitieron esa función y no estaban registradas”, informaron. Por eso -acotan- se labró un acta contravencional ya que el citado organismo “no tiene autoridad como para clausurar”.
Por esos minutos estaba a punto de comenzar el show de Marama, una banda que tenía función a sala casi completa y con mayoría de público adolescente e infantil, todos testigos de esta fricción que se generó cuando los efectivos y agentes provinciales pretendían cerrar las instalaciones por supuestas irregularidades en la documentación del personal del complejo.
Marán contó que los inspectores pidieron papeles de todo tipo, incluso de cuestiones que son ajenas a las competencias de las áreas que intervenían. “La situación estuvo a punto de escaparse de las manos y causar un verdadero desastre”, dijo sobre las discusiones en medio de los espectadores que solo pretendían ver el espectáculo por el que habían pagado.
Denuncian desde el complejo que los funcionarios trataron al personal, productores y artistas “como si fueran delincuentes” y lamentó que la policía estuviera acompañando esta acción de los organismos presentes.
El descargo de Lino Patalano
El productor y empresario teatral difundió un comunicado este mediodía, para dar a conocer su versión sobre los hechos ocurridos en Centro de Arte Radio City+Roxy+Melany anoche.
Otro atentado a la temporada marplatense
“La noche de este pasado lunes y en el momento justo de dar comienzo a los tres espectáculos del Centro de Arte Radio City+Roxy+Melany, se registró un operativo policial y administrativo de características impresionantes con dos autos policiales, alrededor de quince efectivos identificados y otros tantos de civil, personal del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires pertenecientes al Registro Público de Controladores de Admisión y Permanencia (Re.C.AP.) y del Ministerio de Trabajo, quienes arremetieron con modales propios de una patota contra el personal, productores y artistas como si de delincuentes se tratara, amenazando en suspender las funciones y exigiendo documentación que ni siquiera les correspondía, en busca de una supuesta contravención que resultó totalmente infundada.
Lo que resulta sugestivo es que pocos días antes se nos había exigido que aportásemos al Sindicato Único de Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia, con el que no tenemos nada que ver ya que nuestro personal pertenece a otro sindicato y cada compañía que se presenta en nuestras salas contrata su propio personal de seguridad. Como respuesta a nuestra negativa sufrimos entonces este “apriete” digno de épocas de la dictadura y del que colaboraron inexplicablemente las otras autoridades mencionadas.
Cabe destacar que ante la súbita presencia de medios periodísticos y fotógrafos, todos estos personajes se escabulleron de la escena como por arte de magia sin lograr su propósito que no era otro que el de causar el caos entre los más de mil asistentes que finalmente pudieron disfrutar de los espectáculos.
Hechos tan deplorables como éste no hacen más que agregar incertidumbre a una temporada difícil en la que todos los que amamos Mar del Plata estamos poniendo lo mejor para que siga siendo nuestro centro turístico por excelencia”.
Firma: Lino Patalano.-