Pedido de Navidad: ¿Llegará la luz divina para mejorar el tránsito en Paraná?
|Querido Papa Noel: te escribo desde Paraná, Entre Ríos, una de las ciudades más hermosas del país en cuanto a su belleza natural. Espero que logres, con el correr del 2014, cumplir con lo que te pedí. No creo que sea tan complicado. Solo hace falta que los funcionarios sean capaces, aptos, idóneos y honestos. Aunque reconozco que será necesario un cambio de mentalidad del paranaense.
Por las dudas, te recuerdo que pedí tu mediación para clarificar mentes y enternecer corazones. Si bien consideramos casi utópico gozar de una Comuna en la cual el obrar COHERENTE sea prioritario, es imposible renunciar a la ilusión, a la esperanza, a la fe en un mañana mejor.
Cambiarle el rumbo al desarrollo de una metrópoli no debería ser tan intrincado, borrascoso. Soloo hay que fijarse metas tangibles y poner manos a la obra.
El ciudadano no quiere obras faraónicas. O si las quiere, desea que no se transformen en promesas de campaña.
Digamos que el vecino solo desea disfrutar de servicios básicos como agua, cloacas, luz, gas natural, limpieza, calles en buen estado de pavimento y señalización, seguridad en TODO SENTIDO, transporte confortable y respetuoso de horarios, belleza en parques, plazas y/o paseos.
A partir de allí, obviamente, el poblador pretenderá otras comodidades inherentes a los impuestos que paga.
Pero lo básico está señalado y para que haya “SEGURIDAD” y “transporte CONFIABLE y respetuoso de horarios”, es imperioso contar con un sistema de tránsito más EFICAZ.
Paraná, en materia de tráfico, es un caos. No hay vueltas. Y en la plataforma de Blanca Osuna y Cia., SOBRARON conceptos altisonantes en materia de circulación. Abundaron las promesas, cada una de ellas, SIN CUMPLIR.
Los vecinos tenemos la culpa de querer sacar ventajas, de estacionar en doble fila, de estacionar en lugares inadecuados, de abrir puertas alocadamente y causar accidentes, de no exigir que los micros urbanos, taxis y remises paren donde deben parar, de circular con autos en malas condiciones, de transitar a velocidades inapropiadas, de no estar en condiciones físicas ideales, de no respetar señales varias, entre ellas los semáforos, y vale la pena detenerse en un aspecto saliente: los propios peatones no cumplen con las señales, con el normal transcurrir por las veredas y sendas que no afecten a los conductores.
Podemos inculpar al municipio de CASI TODO… Pero SOMOS co-responsables del desbarajuste imperante.
Por eso Papá Noel, te pedimos que nos ilumines. Propendas a iluminar a nuestros gobernantes pero también sería bueno llenarnos de luz a quienes PODEMOS proponer soluciones y fundamentalmente, con nuestros ejemplos en SINGULAR, instar a que la clase política de una buena vez por todas, deje de pensar mezquinamente en obras monumentales que puedan otorgar “grandes dividendos”, y se aboque a solucionar lo COTIDIANO, lo PRIMARIO, lo ELEMENTAL. Que así sea…