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Paul, el sommelier, debería probar cómo se sirve la Coca en McDonald’s

“Yo, Paul, sommelier de Coca Cola Light les prometo que nadie, absolutamente nadie en este mundo, volverá a tomar una Coca-Cola light servida en jarra”. El ultimátum lo expresa el peculiar personaje en la publicidad de una campaña que promete ser desopilante y ya puede verse en todos los canales o en http://youtu.be/_9qKdJdAWh8 . Más allá de lo divertido, nos suena a irónico el mensaje si nos atenemos a cómo se sirve la Coca Light en McDonald’s.

 

Cuando uno ve a Paul, el sommelier de Coca-Cola Light, en una publicidad de la marca, enseguida transmite un sentimiento: él disfruta de la vida y sabe lo que significa “ser liviano”.

Ese dandy que aparece en la pantalla dando consejos para disfrutar lo mejor de esta gaseosa parece llevarse la vida por delante. Nada lo frena, porque él sabe lo que quiere y se enfrenta a la realidad con una filosofía relajada.

 

Este personaje que ya llegó a ser característico de la marca, que incluso ha ganado entidad propia con su personalidad sibarita y excéntrica, debería meterse en un McDonald’s, por ejemplo el del Shopping La Ribera en Santa Fe o en Paraná para degustar una Coca-Cola light.

 

El tono irónico y cómico de Paul  nos sugiere nuevas formas para disfrutar sin prejuicios del sabor de Coca-Cola light, dando los mejores consejos, y dejando al descubierto los secretos de un “disfrutador matriculado” con su peculiar toque. El punto en cuestión es ¿qué haría Paul si tomase en las precitadas franquicias una Coca Light que se produce vía un polvo/jarabe que se mezcla con agua potable y luego se le aplica una MÍNIMA dosis gaseosa para darle una MINÚSCULA sensación burbujeante???

 

Seguro que éste bizarro sommelier se vuelve loco. En el nuevo spot de Coca-Cola Light, Paul vuelve a la carga en forma de agente secreto o algo así. Su misión es infiltrarse en una fiesta y evitar que la gente tome la bebida gaseosa en jarra.

 

Uno a uno va sacando de combate a los mozos y sigilosamente retira las jarras de las mesas. Luego sirve Coca-Cola Light en unas elegantes copas.

 

“Les prometo que nadie, absolutamente nadie en este mundo, volverá a tomar una Coca-Cola light servida en jarra” dice Paul.

 

Y sí… Abran una Coca Light, pónganla en una jarra y verán cómo se van las burbujas de inmediato. Algo parecido ocurre con los McDonalds consignados. La Coca que allí se vende casi no tiene gas. Más el hielo… HORRIBLE!!!

 

El sommelier que enseña como se “descorcha” una Coca-Cola Light, cuanta espuma es la correcta y con qué comidas marida mejor sufriría un ataque de paranoia en Santa Fe o Paraná, no lo duden…

 

El ‘ser más liviano’ puede ligarse a muchos factores, pero… ¿no son livianas las burbujas??? ¿Por qué entonces Coca Cola no exige a los McDonald’s corregir tan elocuente deficiencia??? ¿O será que NADIE dijo esto públicamente???

 

Paul, el sommelier, vive, entiende la marca y la disfruta como nosotros, sin embargo, salvo en nuestra propia casa o en algún bar o restó, NO podemos gozar de una Coca Light 100 % gaseosa en los McDonald’s señalados. ¿No es un buen momento para supervisar ésta data en persona?

 

Invitamos a Paul, el egocéntrico, el multifacético, el espontáneo sommelier, a que se pegue una vuelta por éstos pagos. Él sabe del paladar negro, el conoce el sabor y estado impecable de una Coca Cola Light. Él sufriría lo que a diario sufrimos nosotros cuando pedimos un exquisito Big Mac o un formidable CBO y no podemos gozar el disfrute de un producto inigualable como una Coca Light REAL, no MAL COMBINADA o MAL PREPARADA.