Patronato finalista en el día de San Sebastián
|No solo en Villa Sarmiento y el Tiro Federal hubo festejos estridentes. La alegría, la emoción, la euforia por el pase de Patronato a la final conmocionó a toda Paraná. Por eso, tras el último penal que contuvo Súper Bértoli, la caravana recorrió varias arterias de la capital entrerriana y se concentró avanzada la madrugada frente a la Catedral. Un 12 de mayo I-NOL-VI-DA-BLE. El Día de San Sebastián.
La historia dirá que en el match de ida, el execrable Maximiliano Stevenot le obsequió a Cipolletti un penal que torció decididamente el trámite perjudicando sin rodeos a Patronato.
Y/o que en el partido de vuelta, el aborrecible Rubén González se salvó de sufrir un clima bélico por su patética tarea en detrimento del “Santo”, cobrando un penal que en el mismo epílogo significó una resolución por penales a favor del anfitrión.
Del 3 a 1 en el Alto Valle de la bellísima Patagonia, se pasó a un 3 a 1 en el Litoral argentino. La paridad llevó a los disparos desde los 12 pasos y fue el equipo de Entre Ríos el que obtuvo el pasaje a la final por un ascenso directo ante Santamarina de Tandil y/o el Repechaje de Promoción ante la CAI de Comodoro Rivadavia.
Cómo lo logró?… Con dos disparos conjurados por su arquero y uno que se fue arriba del horizontal.
A Patronato le sobró garra, actitud, temperamento. Hubo un derroche, un despilfarro de amor a la divisa, de defensa inclaudicable de la camiseta. Luchó con bravía, con valentía por ganar y golear.
Imposible y absurdo discutir el coraje expuesto, más aún soportando estoicamente un arbitraje plenamente injusto que una pena hoy se haya olvidado, al repasar declaraciones de jugadores, técnicos y hasta dirigentes.
Fue como que se ganó y a otra cosa, mariposa… Pero no se mide que de haber cobrado equitativamente, la victoria se hubiera consumado sin tanto desgaste y hasta perdiendo un soldado para la finalísima, como habrá que ver los amonestados en qué estado quedaron para lo que resta.
Está bueno ser mesurado, pero está mal (MUY MAL) no ejercitar la memoria y la reflexión, el repaso de lo vivido, de lo ocurrido, lo bueno, lo malo… Entonces, podrán verse hoy o mañana los jugadores y el cuerpo técnico, a través de las distintas transmisiones televisivas o en compactos, y analizar sus rendimientos como tales en sus respectivas responsabilidades, como esencialmente contemplarán sus reclamos, sus demandas, sus airadas protestas por lo que ellos (y nosotros) entendieron injustas diversas actitudes del árbitro.
Honestamente, nos cuesta entender que un resultado positivo solape todo lo lesivo que fue el comportamiento de un hombre que precisamente debía administrar la justicia. Hay que sentarse y ver su obra maestra del terror la que, reiteramos, se menoscaba en cuanto al efecto futuro.
Por eso es que no vale la pena llorar sobre la sangre derramada.
Buenísimo, y nos adherimos a la algarabía, a la satisfacción por la misión cumplida de arribar por segunda temporada consecutiva a una finalísima. Loable, movilizante, conmovedor, excitante el logro de TODO Patronato. Felicitaciones. Muy bien 10!!!… Pero invitamos a los gladiadores a que hablen ahora o callen para siempre y no olvidar que quien calla, otorga…Y dentro de esa memoria, que quede instituido POR SIEMPRE, el Día de San Sebastián pues más allá de las cualidades del DT (más colaboradores integrales), del coraje y/o virtuosismo de todo el plantel en especial de todo lo que gesta Dieguito Jara o del sacrificio monumental de la dirigencia, en este miércoles 12 de mayo hubo un hombre clave, determinante,-tantas veces criticado- que tuvo su venganza y vaya si habrá varios que deberían pedirle perdón. Sebastián Bértoli, ya inscripto para siempre su nombre en las páginas gloriosas de la institución “Santa” y de todo el balompié entrerriano.