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Pasó Lobera por Echagüe… Sorprendió por su personalidad

El entrenador Jorge Ignacio Lobera está dentro de los planes de la dirigencia de Echagüe en un listado que, si bien es amplio, lo apunta como uno de los candidatos a suceder a Sebastián Uranga en el caso que la directiva paranaense no renueve acuerdos con el ex Caudillo de la selección nacional en la década del ’90. El “Sapo” dejó una imagen de coach que atrajo a las autoridades del club capitalino.  

 

El apellido Lobera es sinónimo de Unión Progresista de Villa Ángela Chaco, es por eso que el estadio de la UP lleva el nombre de Carlos, hermano de Jorge Ignacio, quien hace cuatro décadas comenzó a picar la pelota en la entidad de la calle España hasta convertirse en el emblema como jugador de la entidad “Rojiblanca”.

 

Jorge Lobera arrancó como DT en la Liga del Sudoeste, luego -tras ganarla- jugó el Torneo Provincial donde tras tener una buena participación el equipo fue invitado a jugar la ex Liga C donde se consagró campeón venciendo en la final a Regatas de Resistencia, logrando la clasificación a la Liga B donde durante dos años fue protagonista, luego llegó la posibilidad de jugar el TNA donde fue protagonista e incluso Campeón en el año 2012 siendo elegido el mejor técnico de la categoría, en un año donde Lobera incluso hasta resignó gran parte de su sueldo para que se le pueda pagar a jugadores.

 

Y luego si, el gran salto de jugar la Liga Nacional, el sueño de todos, un año donde Jorge Lobera tuvo que sortear varias dificultades, con problemas con jugadores y con el pequeño detalle de hacerlo gratis porque había solo cobrado el primer mes de trabajo, trabajó todo el año sin cobrar un peso contemplando estoicamente el peor momento deportivo y económico del club y sintiéndose más solo que nunca, tanto él como su plantel.

 

Tras su alejamiento, de héroe pasó a ser villano para algunos que hicieron muy mal los deberes, irresponsablemente. Pero para la ciudad, aún para los adversarios, hablar del “Sapo” Lobera es distinción de carácter, personalidad, temple, honestidad profesional y conducta personal intachable.

 

A diferencia de Martín Amden, pues la reunión con la dirigencia del AEC resultó de idéntico tenor, Lobera dejó una imagen de mayor firmeza psicológica en sus convicciones sobre el proyecto que potencialmente desarrollaría en Paraná.

 

Claro está, cada maestro con su libreto y lo único que puede evaluarse de la charla es la retórica o dialéctica de uno y otro, más allá del palmarés o trayectoria, sobre todo en cuanto a logros.

 

Lobera dirigió en el arranque del 2010 a un ex Echagüe, Diego Bernardi, en tanto que a fines de ese año, ya en otra temporada de Ascenso, tuvo a su cargo a otros ex “Negros” como Francisco Rasio y Matías Barberis, compartiendo dirección junto a un ex discípulo de Miguel Volcan Sánchez, José Podskoc donde proyectó a un formidable extranjero como Jaz Cowan.

 

Ya en el 2011 proyectó a un pibe que anduvo por Paraná, potenciando su talento en Sionista, como Lisandro Rasio, en un equipo que tuvo como base a Víctor Cajal, hasta hace pocos días figura del AEC.

 

A fines de marzo del 2012 eliminó a Echagüe en Cuartos de Final con un plantel en el cual seguía destacándose el santiagueño Cajal.

 

A mediados de mayo, Lobera devolvió plaza de A en LNB para Chaco, ascendiendo con la UP tras vencer en la 3ª final a Argentino de Junín.

Víctor Cajal fue el guía junto a jugadores como Cristian Schopler, Greg Dilligard y Lisandro Rasio.

 

Orientado por Lobera, Unión Progresista de Villa Ángela logró por segunda vez en su historia el ascenso a la máxima categoría del básquetbol argentino, retornando a la máxima categoría después de 24 años.

 

Vale destacarlo… Jorge Lobera fue el capitán de aquel equipo que hace 24 años logró el ascenso y posteriormente jugará la Liga A, siendo el primer equipo y único de la Provincia del Chaco en jugar en la Liga A.

 

Los elegidos por Lobera para esa aventura en el máximo nivel fueron: Víctor Cajal, Agustín Carabajal, Gonzalo Laphitzborde, César Avalle, Adrian Moss, Darren Phillip, Christian Schoppler, Ariel Zago, Diego Cavaco, y también anduvo Gregory Dilligard.

 

En fin… Un breve semblante de este laburante nato que ayer dejó esa sensación ante los directivos de Echagüe. El mensaje fue simple: garantía de trabajo serio, responsable, sin necesidad de estrellas o cracks “marketineros”, priorizar a basquetbolistas de la zona/región que se identifiquen inmediatamente con la ciudad y más aún que no les pese una camiseta histórica como la de Echagüe, avalando la continuidad de Cajal-Fernández-Cantón.

 

Con un sello primordial: que todo aquel que se ponga la camiseta del “Negro” se comprometa a dejar la vida, sin demagogias, por el proyecto de Ascenso y quien no lo haga ya sabe que la puerta está abierta. Sin dudas que “atrapó” gratamente el discurso de Lobera, hace dos temporadas el Mejor Coach del TNA elegido por prensa y nada menos que por sus propios pares.

 

Obviamente… Todo esto es una percepción. Lo que es más, asombre la aseveración o no… creemos con firmeza que Uranga aún no se fue y todo esto es un TANTEO. Veremos… Francamente, consideramos que hay mucha tela para cortar todavía en calle 25 de Mayo y, lo económico, será esencial más allá de predilecciones y cuando relacionamos lo monetario aquí pesará la ecuación precio-jerarquía por lo cual así como vemos todavía cerca a Uranga, puede darse un batacazo en un abrir y cerrar de ojos con un técnico que se entiende “caro” y sin embargo con el que habría acercamientos la semana entrante.