Pase lo que pase… en México se honró a la Generación Dorada
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Esta noche se sabrá si Argentina clasificará a los Juegos Olímpicos 2016 deberá acceder a un Repechaje Mundial complejo, teniendo en cuenta nivel de adversarios y calendario. Desde las 22.30, el team CABB dirime nada menos que ante México, el anfitrión, quién viaja a Río de Janeiro. Llega a éste cruce con récord de 7-1 sufriendo, precisamente ante los locales, su único revés. Los orientados por Sergio Hernández dejarán el país azteca con la certeza de haber honrado a la Generación Dorada.
Créase o no… La presión es de México. Propia más la de 20 mil almas que colmarán el Palacio de los Deportes. Argentina entrará con la convicción de saber que hace 48 horas perdió un duelo más por defecto propio que mérito ajeno.
Argentina pisará el parqué del Coliseo mexicano confiado en tener la receta para potenciar todas las virtudes exhibidas el miércoles y no repetir los groseros errores, las elocuentes ventajas concedidas en diferentes pasajes, aunque de modo primordial en los últimos 10 minutos del cotejo que cerró la Fase Regular.
Argentina ingresará conociendo sus limitaciones pero sabiendo cuál es el terreno propicio para esgrimir sus aptitudes como su personalidad, su carácter de EQUIPO.
La confusión, el aturdimiento, llevó a excesos propios de un plantel que está HALLANDO SU IDENTIDAD y así se atacó de modo inconveniente el lado contrario, y no hubo respuesta psicofísica al cómo contener a Ayón, a Cruz y a Gutiérrez, a la postre CLAVES FUNDAMENTALES de la victoria local.
Argentina sabe, ya analizó que careció de inteligencia para manejar su hándicap tomado y repeler los embates mexicanos. Interpretó en estas últimas horas que le faltó coherencia para manejar el trámite y se expuso sin consistencia a la embestida de su oponente.
Adentro y afuera ALGO se desconectó y si bien no faltó fluidez en el mensaje o en la instrucción, no se cristalizaron los retoques insoslayables para torcer el rumbo a tiempo con rotaciones oportunas y decisiones acertadas.
La inexperiencia tuvo su rol estelar. Argentina venía de jugar al mediodía con estadio semivacío y pasó rendir el examen crucial ante el dueño del feudo, de noche y ante casi 20 mil espectadores. No es poco… Se desbordó, se excedió, y no hubo forma de revertir la tendencia adversa.
México todo lo contrario. Se peleó en el seno mismo del banco, hubo hasta un desaire a su head coach y luego resolvió el pleito con paliza incluida.
Pero insistimos… la presión se revierte. El peso de pasar a Río sí o sí es de los Aztecas. El pueblo mexica, poco especializado en básquet, meterá el triple de ruido y apremio que el del miércoles, por ello se espera que los árbitros no se conviertan en los verdugos de Argentina.
Ahora, el idolatrado Ayón puede pasar a ser el peor de los villanos ya que habrá apuestas de toda índole, con el orgullo “mexica” a pleno, desbordante.
Los sucesores de la Generación Dorada, saldrán SEGURO con el cuchillo entre los dientes, pero sabiendo que aún con un 7-0 a su favor todavía no tocaron el techo, en cambio su oponente, más de lo que hizo en el 4° chico no hará, en el balance de lo que tiene y lo que le falta.
Una derrota no significará el final del Sueño Olímpico. Los que resultaren vencidos en semifinales, irán junto a Puerto Rico (5°), por los Repechajes, mezclándose ya con adversarios de África, Europa, Asia y Oceanía, dividiéndose 18 aspirantes en 3 Grupos de 6, de los cuales el primero de cada uno entrará a las Olimpíadas en Río, acompañando a Brasil, Estados Unidos, los finalistas de éste Preolímpico, dos representantes directos europeos, uno de Asia, uno de Oceanía y uno de África.
En resumen… Argentina va ante México por el triunfo, con la tranquilidad de consciencia que la herencia no ha sido dilapidada. Más bien, todo lo contrario.