Paro de UTA: dependencia casi absoluta de lo que aporte el Estado
ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Un mes sin colectivos transitando por las calles de Paraná. Una nueva medida de fuerza que trasluce una administración peculiar de quienes ofrecen un servicio pero dependiendo notoriamente de la subvención estatal. Empleados que reclaman lo justo: cobrar en tiempo y forma sus salarios, aunque se sigue sin profundizar demandas en cuanto al cómo se viaja en la Capital entrerriana. Mientras, la Clase Política continúa inerte.
Lo hablamos el año pasado con Sergio Groh. Pasó TODO lo que le anticipamos. Paro de unos días, movilizaciones, soluciones tipo parches, vuelta a trabajar en pésimas condiciones sobre todo para los viajantes.
Groh se mostraba más ilusionado con la cohesión de los afiliados, la característica unísona de la demanda.
Fuimos crudos y MUY realistas ese día, a pasos de la puerta de acceso a la Municipalidad. Hace muchos años, los gobiernos de turno acostumbraron a los empresarios del Transporte de Pasajeros a la subvención y a que desde la Patronal el manejo administrativo sea muy curioso, con una inversión no acorde a las necesidades de la ciudadanía y de los propios choferes, pero a la vez con condiciones contractuales particulares si nos atenemos a las quejas de los afiliados a UTA.
Groh exhibió su sana euforia por la muestra de fortaleza del Gremio, pero lo ocurrido días después, con nuevos paros, nuevas movilizaciones, y esta coyuntura actual DESASTROSA, reflejan que NO NOS EQUIVOCAMOS como ÚNICO medio que trató DISTINTO la problemática.
Y así estamos hoy con el transporte de pasajeros en Paraná. Sin el más EXÍGUO, ÍNFIMO respeto por el pasajero, por el laburante, por los estudiantes…
Los conductores de micros quieren lo que les corresponde, y es LEGÍTIMO. Los empleadores parecieran solo depender de la contribución del Gobierno. Reafirmamos lo que dijimos en el 2019: las autoridades nacionales, provinciales y municipales deben disponer REGLAS CARAS en cuanto a la subvención BÁSICA del mismo, comunicarlas a la sociedad y poner en su debido lugar a quienes siguen dejando la sensación de poder continuar siendo empresarios pero con una dependencia casi absoluta de lo que aporte el Estado.
En otros órdenes de la información y/o de la línea Editorial, sostuvimos y reafirmamos que si uno quiere montar su comercio o su empresa, puede esperar cierto espaldarazo gubernamental en determinadas obligaciones o compromisos financieros. Sobran ejemplificaciones de los tributos estatales para los emprendedores, sobre todo los pequeños y medianos.
No obstante, hablando de espaldas, un empresario del Transporte de Pasajeros debería tenerla BIEN ANCHA para lograr equilibrar sus arcas y/o conseguir recuperarse en críticas instancias económicas por diferentes vicisitudes.
Y si no se puede más, ser CONGRUENTE y decir: “hasta acá llegamos”. Claro que, si baja los brazos, que sea definitivamente ya que es fácil “RECICLARSE” y bajar una persiana para abrir otra con otro nombre o razón social…
Lo enunciamos año atrás: si la actual Patronal no puede afrontar sus deberes, sus obligaciones, y solo piensa en cuán redituable puede ser el negocio, es tiempo que el Gobierno intervenga férreamente utilizando todas las herramientas legales para cambiar la dirección.
¿Cómo un Estado puede subvencionar si no CONTROLA???
¿No sería ecuánime INTERVENIR e INSPECCIONAR rigurosamente el por qué se ha llegado a esta crisis y exhortar a los empresarios a que muestren sus números integrales?
¿Cuántos años más, cuántas gestiones más pasarán hasta que un político CONMINE a los empresarios a que exhiban sus cuentas en forma transparente y demuestren SOLVENCIA patrimonial para cristalizar un AUTOFINANCIAMIENTO, amén de todo tributo estatal que se pueda otorgar?
Alberto Fernández, Gustavo Bordet, Adán Bahl tienen la chance para REESTRUCTURAR semejante despropósito.
Ya basta de SALVATAJES temporales. Los choferes merecen que se los respete, pero los pasajeros son MÁXIMOS ACREEDORES de un servicio ÓPTIMO.
Y si los empresarios NO PUEDEN DESAHACERSE de patrimonios particulares, de sus ahorros, de sus bienes, para DEMOSTRAR RESPONSABILIDAD, tal vez es hora que den un paso al costado.
Es fácil pedir ayuda al Estado y seguir subido a un automóvil de alta gama, o tener casas formidables en bellísimos parajes. Ni hablar de otras comodidades, o estilos de vida…
Yo Estado, prefiero ayudar a ese empresario que CUMPLE, a ese empresario RESPONSABLE, a ese empresario QUE SE HACE CARGO. No al que me vive pidiendo ayuda y NO REINVIERTE convenientemente.
Así es fácil ser empresario… Pero ojo… UTA también tiene la oportunidad de REVELAR cómo se ha trabajado hasta hoy. Nada mejor que la autocrítica. Y el gremio debe reconocer cuánto se equivocó a la hora de aceptar tan contundente DESPROPÓSITO con acuerdos transitorios que se caían mes a mes.
No es cuestión de “NEGOCIAR”. Es tan solo hacer valer DERECHOS INALIENABLES de todas las partes involucradas.
Señores gobernantes, tienen la palabra…